“En Jesús vemos a un Dios que se identifica con el dolor”

La comunidad evangélica en España vivió con conmoción la noticia del accidente de la familia Araguàs, ocurrido en abril de 2018, en el que falleció la joven Lluna. En el corto ‘Spoiler: God Wins’ (Al Final, Dios Gana) Luis Neira -novio de Lluna- y dos amigas, Débora Villalba y Bianca Pricop, cuentan su experiencia.

Esta historia real  deja preguntas sobre el sufrimiento, Dios y la fe en medio de circunstancias muy difíciles. Para Luis Neira, realizar el vídeo para el proyecto Jesus on the Web ha sido tanto un acto de amor como una herramienta para explicar cómo la esperanza del cristiano va más allá de la muerte.

Pregunta. El suceso de la familia Araguàs tuvo un inmenso impacto. ¿Cuál ha sido la motivación para desarrollar este vídeo? 

Respuesta. Sin duda alguna, el amor. Y no sólo el mío por Lluna, sino el de todo el equipo que formamos parte de este proyecto, incluida su familia. Queríamos que fuera un homenaje, y que a la vez sirviera para dar esperanza a todos aquellos que están pasando por un momento difícil. Recuerdo que días después del accidente, yo leía y releía nuestras conversaciones de WhatsApp, y me topé con un mensaje de octubre de 2016. Le contaba que el padre de un amigo en común había fallecido tras una larga batalla contra el cáncer. Y uno de sus mensajes ese día fue: “En momentos como estos es cuando podemos demostrar al mundo nuestra esperanza y confianza en Dios.” 

No tengo duda de que aquel mensaje de Lluna fue clave para comenzar el proyecto. Aún rotos, compartimos nuestra fe porque miles están muriendo sin ninguna esperanza. 

P. ¿Cómo se afronta, o cómo ha sido en tu experiencia, el dolor ante la pérdida repentina de alguien querido?

R. Sea cual sea tu manera de entender el mundo, la muerte es la muerte, y nadie está preparado para afrontar el dolor y el sufrimiento que produce la pérdida repentina de un ser querido. Tu vida cambia completamente, es un dolor que permanece siempre y tienes que aprender a vivir con ello; pero es un proceso, no ocurre de la noche a la mañana. En mi caso, fue mi novia, pero para David y Elena ha sido una hija. ¿Cómo superas eso? Es imposible, somos humanos; sencillamente aprendes a convivir con ese dolor. 

Yo creo que no te das cuenta de lo duro que es el duelo, hasta que lo vives en tus propias carnes. En mi caso y sobre todo al principio, intentaba evadirme del dolor refugiándome en el trabajo, distrayéndome con amigos y familia, o simplemente intentaba no pensar en lo que había ocurrido. Pero la realidad me golpeaba cada vez que quería hablar con ella y no podía, cuando todavía a día de hoy paseo por los lugares a los que habíamos ido juntos, y ella ya no está conmigo, o en las noches en el que las preguntas me torturaban. 

Cada persona maneja el duelo de una manera diferente. Pero creo que no importan los años que lleves siendo creyente o todas las experiencias que hayas tenido con Dios, porque cuando algo así ocurre, sacude tu fe por completo. Hace que te hagas miles de preguntas a las que no encuentras respuestas, pero de nuevo, aprendes a vivir con ello. 

A veces me he encontrado con personas que me dicen que hacerse preguntas o hacerle preguntas a Dios es algo incorrecto, y suelen concluir con un “pasó porque Dios lo quiso así”. Pero realmente Dios no lo quiso. Originalmente Dios diseñó un mundo en el que la muerte y el sufrimiento no existían. Por eso creo que hacerle preguntas a Dios no es malo, es humano. Como dice Débora Villalba en el vídeo, en la Biblia encontramos a un montón de personas que fueron extremadamente sinceras con Dios sobre todo lo que estaban pasando. 

Algo que me da mucha paz y esperanza, es pensar en Jesús. Cuando su amigo Lázaro murió, Jesús llegó a la tumba y allí María -la hermana de Lázaro- le dice, “si hubieses estado aquí, no habría muerto”. Jesús al verla llorar junto con las personas que la estaban acompañando, se conmovió tanto que rompió a llorar. Instantes más tarde, Jesús resucitó a Lázaro. Él ya sabía que lo iba a resucitar, pero lloró por el amor y la compasión que sentía por sus amigos.
Eso me muestra a un Dios que se identifica con mi dolor, un Dios que no mira para otro lado o que actúa como si nada hubiese ocurrido. Sino a un Dios que siente compasión por quienes lloramos por la pérdida de un ser querido, y que promete un futuro de esperanza en el que no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor. 

P. Hablar sobre la muerte parece un poco tabú, sin embargo en este corto es central y bastante luminoso. ¿Cómo pensaste enfocar este tema?

R. Así es. ¿Quién quiere hablar de la muerte? ¿quién quiere hablar del sufrimiento? Sin embargo, todos vamos a pasar por ello en algún momento de nuestra vida. La muerte de un ser querido es algo realmente triste, marca la vida de una persona; y más aún si ha sido una muerte traumática. 

Pensamos que es necesario hablar de la muerte sin tapujos. A veces hemos entendido equivocadamente que necesitamos esconder el duelo o maquillarlo bajo la premisa de que algún día volveremos a ver a esa persona. La separación, aunque sabemos que es temporal, puede llevarte a una fuerte depresión. Y cuando eso ocurre, además del cuidado pastoral, el amor y consuelo de amigos, familiares y los hermanos de la iglesia, se debe pedir ayuda profesional. Nos puede ocurrir a cualquiera, y creo que la iglesia debe estar preparada para afrontar esos desafíos. 

En el vídeo hablamos de la muerte y del duelo, pero sobre todo de la esperanza que Jesús ofrece a todos, y hemos intentado hacerlo de una manera natural y con sinceridad. Hablamos desde la experiencia de una historia real. 

4. ¿Qué te gustaría que los espectadores percibieran al ver el corto? 

R. Paz, consuelo, y esperanza. En el vídeo damos muy pocos detalles sobre la vida de Lluna; pero ella era una persona que amaba a los demás, transmitía paz y alegría allá donde iba, y compartía su fe con pasión. Y ese ha sido nuestro objetivo a través de ‘Spoiler God Wins’: aún en medio del dolor, compartir con pasión las buenas noticias.