“Las objeciones se tornan en oportunidades si sabemos dar respuesta”

Entrevistamos a Michael Ots, conocido apologeta cristiano y autor del libro ‘¿Qué tipo de esperanza?’

Joel Forster

  · Traducido por Patricia Bares

Evangelical Focus · BARCELONA · 29 DE DICIEMBRE DE 2015 · 15:00

Michael Ots.,Michael Ots.
Michael Ots.

“Esperanza”. Todo el mundo usa esa palabra, sobre todo en momentos como los que está cruzando Europa estas semanas. ¿Pero qué significa ‘esperanza’ en realidad?

Michael Ots (Inglaterra, 1981) habla a muchos jóvenes europeos cada año, normalmente en jornadas universitarias que organizan estudiantes cristianos. Basándose en su experiencia como orador en contextos seculares, escribió en su segundo libro “What kind of hope?” (“¿Qué tipo de esperanza?”).

Ots estudió teología y ahora vive en Bournemouth. Entrena a jóvenes cristianos en el evangelismo a través de MOET, su organización. Su primer libro “What kind of God?” (“¿Qué tipo de Dios?”) se escribió también para dar respuestas a una generación muy escéptica. 

Ots habló con Evangelical Focus en la entrevista a continuación.

 

Pregunta. Después de los ataques terroristas en París, predomina un sentimiento de miedo entre muchos europeos, pero la palabra “esperanza” aún se usa. ¿Qué piensas sobre lo que a la mayoría de la gente se refiere cuando habla de “esperanza”?

Respuesta. La esperanza es fundamental para la vida. Es muy difícil vivir cuando sentimos que no queda ninguna esperanza. Incluso en los momentos más oscuros intentamos aferrarnos a la esperanza de que las cosas mejorarán.

El problema es que esa esperanza (en la forma en que usamos el término) nunca es segura del todo. “Espero que pase esto” significa “¡No sé si pasará pero quiero que pase!”

 

P. ¿Cuál es la definición de “esperanza” que das en tu libro?

 

¿Qué tipo de esperanza? Michael Ots, Ed. Andamio, 2015.

R. La definición bíblica es bastante diferente a la forma en la que usamos normalmente. Esperanza es en cierto modo no un pensamiento de deseo, sino una expectativa cierta de lo que está por llegar. No es tanto desear que no llueva (¡una esperanza vana para alguien que vive en el Reino Unido!), sino el tipo de esperanza que tiene un niño en Navidad: saben que pasará seguro y lo esperan con muchas ganas y expectación. La esperanza cristiana es segura y cierta, no un pensamiento de deseo. 

 

P. Pasas mucho tiempo hablando de la resurrección de Cristo como el fundamento de la esperanza para la humanidad. ¿Por qué es tan importante la resurrección de Cristo como base de la fe cristiana?

R. El problema con la esperanza es que tiene que ver con el futuro ¡y aún no hemos llegado! ¿Cómo puede ser entonces la esperanza cierta sobre lo que está por llegar? En la Biblia nuestra esperanza futura siempre está relacionada con un hecho pasado: la resurrección. Así que el grado hasta el que podemos llegar de certeza sobre eso es el mismo sobre la certeza del futuro. Pedro dice que nuestra esperanza se basa en la resurrección de Jesús (1ª de Pedro 1:3). Los primeros cristianos estaban bastante satisfechos con hacer de la resurrección la base de todo (1ª de Corintios 15). Si eso no ocurrió, todo el cristianismo se desmorona como un castillo de naipes.

La resurrección es tan importante porque en Jesús tenemos el modelo de lo que pasará a aquellos que confían en él. La resurrección muestra que nuestra esperanza no es solo una cosa espiritual sino algo real y físico. Tal como Jesús resucitó con un cuerpo físico, así lo harán los que estén unidos a él por fe. Por lo tanto, La Nueva Creación debe también ser física ya que viviremos allí con cuerpos reales: ¡es difícil vivir sobre una nube, te caes! Cuanto más entendemos la resurrección de Jesús, más fácil es tener una idea de nuestro propio futuro.

 

P. Tanto en las conferencias que impartes en universidades de toda Europa como en tu libro, hablas en general a gente joven muy escéptica que tienen poco conocimiento de lo que dice la Biblia. ¿En qué momento empiezas a persuadirles acerca de la importancia de leer la Biblia por sí mismos (por primera vez) y sin prejuicios?

 

¿Qué tipo de Dios? Michael Ots, Ed. Andamio, 2014.

R. ¡Depende mucho de con quién esté hablando! Pero el principio más importante es que empecemos donde la gente se encuentra (no donde queremos que estén). Todos los sermones apostólicos en el libro de los Hechos empiezan con un punto común de interés y se usa como puente para el evangelio. A grandes rasgos, hay dos caminos para hacer esa conexión. El primero es usar las grandes objeciones de la gente en contra del cristianismo como una oportunidad para compartir el evangelio. Cuestiones como el sufrimiento, el infierno, la sexualidad, la violencia religiosa, entre otras, brindan una oportunidad para responder. Esto es lo que intento hacer en mi primer libro ‘¿Qué tipo de Dios?’. 

El segundo camino es usar los deseos existenciales de la gente como una vía hacia el evangelio. Todo el mundo desea lo mismo: amor, libertad, sentido, identidad, éxito, perdón y esperanza. 

El problema es que su visión atea y funcional del mundo (o, de hecho, cualquier otra visión del mundo que no sea cristiana) no puede explicar por qué estas cosas son tan importantes. Así que primero tenemos que mostrar la quiebra de otras visiones del mundo para dar cuenta de las cosas que más nos importan en la vida. Entonces podemos enseñar cómo la visión del mundo cristiana aporta una mejor y más satisfactoria explicación.

 

P. Para terminar, ¿cuáles crees que son los mayores obstáculos para que jóvenes que no son cristianos en Europa pongan su confianza y esperanza en Jesucristo? ¿Y cómo deberían responder las iglesias ante tales obstáculos?

R. En la Europa occidental hemos pasado de ser una cultura que solía ser ambivalente y apática con el evangelio, a una situación donde la gente se muestra abiertamente hostil con ello. El cristianismo ya no se ve como una irrelevancia benigna, se ve cómo algo que es malo para la sociedad. Esto presenta desafíos, pero también oportunidades. ¿Podemos estar preparados para entender las objeciones de la gente y darles una respuesta razonable? Las objeciones pueden convertirse en oportunidades si, tal como Pedro manda a todos los cristianos, estamos preparados para dar una respuesta (1ª de Pedro 3:15).  Sin embargo, antes de eso debemos ensalzar el evangelio con nuestras vidas. En el mismo versículo, Pedro da por hecho que la esperanza cristiana será visible y que generará preguntas.

Como iglesias, necesitamos animarnos los unos a los otros a vivir de forma radicalmente atractiva, donde domine nuestra esperanza en Cristo. Necesitamos, pues, preparar a la gente de forma práctica para que puedan responder a las preguntas clave que nos harán nuestros amigos.

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