‘Crowdfunding’: ideas impulsadas por gente corriente

Tres artistas explican cómo impulsan sus proyectos artísticos involucrando a decenas de personas.

BARCELONA · 06 DE JUNIO DE 2013 · 22:00

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	Equipo de personas alrededor de Azimut Zero. /Fb de Azimut Zero</p>
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Equipo de personas alrededor de Azimut Zero. /Fb de Azimut Zero

‘Crowdfunding’ es uno de los términos de moda en internet y se podría traducir por ‘financiación de la gente’ o ‘financión masiva’. El concepto está explotando en las redes, y funciona cuando muchas personas hacen micro-donaciones para reunir el dinero suficiente que lanzará un proyecto en el que creen. Son los artistas que mejor cuidan la relación con sus donantes y hacen partícipes de su proyecto a una amplia red de personas los que consiguen hacer realidad su obra. Hemos preguntado a un cantautor, a una banda de rock y a un pintor sobre esta forma de impulsar sus ideas. “¿Por qué decidí lanzarme al ‘crowdfunding’? Pues por dos motivos fundamentales: tenía una idea, pero no tenía la posibilidad económica de llevarla a cabo, y en segundo lugar, me encontré apoyado por un entorno que me animó a hacerlo”, explica Antonio Soto, pintor. El año pasado ya consiguió la primera fase de su proyecto: comprar lienzos, pinturas y materiales para completar la obra que estaba preparando: “Los Nadies”. El segundo objetivo, ahora, es reunir todos sus retratos de gran tamaño en un libro, que explicará la historia de las personas excluidas socialmente que protagonizan sus cuadros. Ya están listos los poemas de Marcelo Gatica, los textos del pintor y la maquetación de la diseñadora Elena Blasco. ¿Qué falta? La financiación. REVERTIR LO CONSEGUIDO EN UN BIEN SOCIAL Para conseguir el dinero de la publicación, el artista busca cofinanciadores a través de un perfil en la plataforma online Goteo. En el momento de escribir este reportaje, ya ha conseguido reunir el 31% del presupuesto, y le queda un mes para reunir lo que falta. Le convence de la plataforma con la que trabaja que los proyectos que ahí se presentan deben “revertir sus beneficios en la sociedad, entendidos no en un plano economicista, sino más plural”, explica. En otras palabras, “el hecho de contar con una financiación colectiva, hace que este proyecto adquiera una dimensión de comunidad, que sea algo que nos pertenece a todos, por eso este proyecto del Libro de ‘Los Nadies’ nace con un ADN abierto, con una licencia ‘Creative Commons’ (bienes comunes creativos)”. Para Soto el arte debe ir ligado a las personas. Espera que sus cuadros sean “un trabajo generador de solidaridad”, algo que lleve a la acción, con iniciativas como las que muestra en supágina de Facebook. PEQUEÑOS MECENAS QUE SUMAN SU ILUSIÓN Por ahora, la exposición del pintor lleva meses recorriendo universidades, salas de exposición, iglesias y centros culturales de toda España. Que la obra se viaje es clave. “Es muy difícil que un proyecto salga adelante, aunque sea bueno, si no hay un entorno que lo impulse”, explica en este sentido. “A mí me beneficia el número de personas que me conoce a través de mi trabajo con GBU, de mis exposiciones y, en este momento, de haberme implicado con la Red Guadalinfo”. Lo que el ‘crowdfunding’ aporta es que esas mismas personas que han visitado la exposición puedan cofinanciar el proyecto sin necesidad de ser algún tipo de grandes mecenas. Basta con “una aportación que equivale a una entrada de cine o un concierto”. Se trata de sumar esfuerzos de gente ilusionada. SOTO: “NO ME FIJO EN LAS EXPECTATIVAS QUE HAYA PODIDO CREAR” Pero, ¿no acaba creando este apoyo masivo algún tipo de presión sobre el trabajo del artista? “Pone bastante más presión el contar con un proyecto abandonado en un cajón”, responde el artista, que cree que contar con mucha gente observando no es ningún problema. “Este tipo de presión me ilusiona, me hace sentir acompañado, no me fijo tanto en las posibles expectativas que haya podido generar, sino en tratar de hacer bien el trabajo. Sentirme respaldado me ayuda, trato que no me condicione”. Los proyectos artísticos impulsados por muchos son estratégicos para el cambio social, concluye: “Si queremos influir en la cultura, debemos respaldar proyectos alternativos a la línea oficial. Definitivamente, creo que se está haciendo camino y viendo algunos ejemplos creo que soy optimista”. AZIMUT ZERO: BUSCAR “GENTE REAL QUE TE APOYA” “Lo más importante es que involucra a la gente que puede tener una inquietud por lo que haces y te permite tener una perspectiva real de la gente que te apoya o se interesa”, explica sobre su propia experiencia con el ‘crowdfunding’ Samuel Palacios, cantante la banda de rock barcelonesa Azimut Zero (AZ). El grupo está formado por cristianos pero tiene la visión de llegar a otros entornos con sus mensaje. Con este enfoque, AZ participó, por ejemplo, en el “Surface Festival”, donde se llevaron el premio especial del Jurado. El próximo reto es editar un primer álbum completo,
un LP con sus canciones acompañado de un DVD grabado en directo con 9 cámaras. Calcularon que necesitaban 2.800 Euros para conseguirlo y decidieron pedirlo a todos aquellos que se identifican con la música. Subase de operaciones la situaron en Verkami.com y desde allí pidieron apoyo económico, ofreciendo contrapartidas como la descarga ‘online’ avanzada del nuevo disco, entradas a conciertos, camisetas o la posibilidad de salir en la sección de agradecimientos del disco. Cuando sólo llevaban 20 días (esperaban conseguirlo en 40 días) ya habían llegado al 100% del objetivo. “Si tú consigues los fondos por anticipado, puedes conseguir que un buen proyecto no se quede en el tintero por falta de presupuesto”, explica Palacios. Y al éxito en internet se añade otro aspecto interesante: la atención de “empresas que pueden ayudar a desarrollar tu proyecto a gran escala”, tras ver “la repercusión de tu producto, incluso antes de que se realice… y por lo tanto puedes generar un interés en ellas”.
‘CROWDFUNDING’ COMO TERMÓMETRO REAL DEL APOYO DE LA GENTE Palacios reconoce que las expectativas de los muchos pequeños donantes que esperan impacientes el final del proyecto puede generar algo de presión. “Sí, pero eso es sano”, dice. El apoyo de la gente, “al ser muy real, muy medible, no te permite funcionar por suposiciones ni retardar tus objetivos”. “Es muy bueno tener una perspectiva real de las expectativas que la gente tiene de ti, siempre y cuando sean coherentes con tus objetivos, y no te definan ellas a ti”, añade. ¿Es más fácil encontrar apoyos al ‘crowdfunding’ en un entorno cristiano? De la experiencia de AZ se pueden sacar “ventajas y desventajas”. Palacios cree que es “es posible que en un contexto cristiano las personas tengan una red de contactos más extensa, o con más posibilidades de difusión. Pero también existen muchos mitos y una gran diferencia de criterios sobre los ‘proyectos cristianos’”. “Creo que lo que realmente importa es cuánto trabajo y calidad hay en tu proyecto, y qué capacidad tiene de representar e identificarse con las personas. Si consigues que la gente se identifique con él, muchos querrán participar”. JOSH BRISTER: HACER PROYECTOS COLECTIVOS También en el ámbito de la música, pero como cantautor, se mueve Josh Brister, estadounidense que vive en España. “Mi proyecto es que quiero grabar un disco que se llamará ‘Songs of Deliverance’, con estilos de música diferentes, con muchos escritores, pero que a la vez lleven un mensaje que yo haya vivido. No importa que hayas en tu pasado o dónde hayas estado, la paz y la redención de Dios es para ti. Cuando me rendí en este sentido, mi vida cambió y nunca seré igual”, explica. Brister ya había experimentado con el ‘crowdfunding’ anteriormente, y en este caso ha elegido la plataforma KickStarter para buscar apoyos. Consiguió su objetivo hace poco: reunir 8.000 dólares para todo el proceso de grabación del disco. TENER LA IDEA PERO NO LOS RECURSOS “Como misionero en España, no tenía los recursos necesarios para poder lanzar el proyecto que Dios había puesto en mi corazón. Por eso, la idea de ‘crowdfunding’ me pareció perfecta para llevar a cabo este sueño”, explica. “Tiene muchos aspectos positivos, de verdad. Uno de los más importantes para mí es ver cómo la gente se ha sentido parte del proyecto. Después de alcanzar el objetivo y haber estado involucrados en conseguirlo, sienten que verdaderamente hemos hecho algo especial juntos”. Un total de 87 donantes han decidido apoyarle, con cantidades muy diferentes. Forman parte de esta red “amigos, mi familia y aún de personas que no conozco para nada”. Es “una confirmación enorme de que es de Dios, y con su apoyo, no hay nadie que me pueda detener”.
“CROWDFUNDING ES MÁS SENCILLO ENTRE CRISTIANOS” Visto lo visto, Brister sí cree que el apoyo colectivo es más fácil entre donantes cristianos. “No puedo hablar por todos los cristianos en general, pero en mi experiencia entre Mississippi o el sur de Estados Unidos y España, la respuesta es que sí, es más fácil. Y la razón es que los cristianos creen, como yo, que la música realmente impacta el mundo. No es sólo la música lo que puede hacer a alguien sonreír. La música es muy potente y creemos que nuestras comunidades necesitan escuchar el mensaje de la redención y la paz de Dios”. ¿Las expectativas crean algo de presión? “¡Claro que sí!”, reconoce, “pero mola”.
“Es una presión muy positiva y sana. Saber que hay muchas expectativas y que la gente me ha apoyado no sólo de su bolsillo sino en oración, me anima a trabajar más… Su apoyo me ha bendecido tanto, que quiero ser una bendición a través del don que Dios me ha dado”.

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