Y en el diseño creó Dios a Marina Acuña, Sarai Lagos y Keila Olmo

Tres diseñadoras hablan de creatividad, música, la intencionalidad de su trabajo y su visión de Jesús.

Joel Forster

11 DE JULIO DE 2012 · 22:00

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El arte no necesita justificación. Cada vez más jóvenes creativos se identifican con la premisa del catedrático holandés H.R. Rookmaaker. La etiqueta “arte cristiano” se queda pequeña porque parece limitar el mensaje a un público concreto y encorseta la creatividad bajo una áurea de religiosidad.
Empezamos una serie de conversaciones con creativos españoles menores de 30 años. Explican cómo ven la vida, por qué crean y qué papel juega Jesús en su día a día. Marina Acuña, Sarai Lagos y Keila Olmo abren la conversación.
“Sé que se utiliza mucho la palabra, pero me encanta: Creatividad. Crear para dar a los demás algo diferente, nuevo, algo especial porque sale de tus manos y tu pensamiento, y lo creas con un propósito: decorar, entretener, hacer reír, vender un producto”. Keila Olmo (23 años) explica así su motivación. Se licenció en Publicidad y Relaciones Públicas y vive en un pueblo cerca de Barcelona. El violín, la voz y las ilustraciones han sido sus herramientas de expresión desde que era niña.
Algunas de sus historias están ahora en su blog No le pidas peras a la Olmo. Ilustraciones que expresan su propio día a día, plagado de objetos comunes como cafeteras, teteras, ropa a cuadros, peinados de mujer. Keila se da cuenta que cada vez hay más personas a su alrededor que tiene inquietudes similares a las suyas. “Creo que especialmente entre la gente joven, el arte cada vez se valora más, y se convierte en un estilo de vida, y se crean comunidades de ilustradores, diseñadores, músicos, actores, bailarines…”.
Sin embargo, en el ámbito del diseño queda camino por hacer. “Muchas personas ven [el arte] como un simple hobby, no cómo algo a lo que te puedas dedicar para ganarte el pan”. Pocos valoran las nuevas tendencias en su justa medida. “Especialmente con el diseño o la ilustración te encuentras con gente que piensa que un póster se hace con dos clicks, y gratis”. Eso sí, “me hace feliz ver esos primeros trabajos con los que me he ganado mis primeros eurillos. Es bonito ver un trabajo recompensado, te hace sentir valorado, y más si el cliente queda contento con lo que haces”.
LA MÚSICA COMO IMPULSO Keila, de hecho, es más conocida por otra faceta artística. Es la voz principal del grupo de folk-pop Papel Maché. Sus dos discos han tenido bastante impacto y se les oye también al otro lado del Atlántico. Es ella quien escribe la mayoría de las letras. El grupo acaba de anunciar que se toman un “parón” en lo que a conciertos se refiere, pero la música no dejará de sonar en su habitación.
“Me gusta descubrir música nueva cada día. Busco artistas, pregunto a gente y me voy haciendo una lista de reproducción interminable en mi Youtube, cosa que está bien porque a veces, si llega la inspiración, puedo estar horas metida en mi cuarto con tazas de café frío”. Entre los que escucha en estos momentos, están Mumford&Sons, Avalanche City, Rend Collective, Priscilla Ahn, Angus and Julia Stone, Marlango, Grouplove… “Y de vez en cuando me pongo bandas sonoras”.
“LE EXPRESAMOS CUANDO SOMOS CREATIVOS” La música y lo espiritual van de la mano. “Como ya digo en alguna de mis canciones, veo a Dios en su misma creatividad. Es imposible no pensar en él si te vas a pasear por la montaña. Su creación es la obra más grande que ningún otro artista haya visto o hecho jamás. Y me gusta pensar que si somos hechos a su imagen y semejanza, también le reflejamos o lo expresamos al ser creativos, porque él nos ha dado la capacidad de crear”.
¿Y qué hay de Jesús? “Me encanta porque en su época fue un revolucionario”, opina Keila, “y sin aires de grandeza explicaba con creatividad la palabra a través de las parábolas, creaba comunidades, se relacionaba con la gente, hasta con la gente con la que nadie se quería relacionar”.
Su fe la quiere experimentar de forma práctica, concluye. “Cuando leo los evangelios me imagino cómo sería Jesús si viviera hoy en día. Si estuviera por las calles de Barcelona. Me atrae porque me ayuda a entender más la complejidad y el amor de Dios, volviéndolo más personal y más cercano”.
DISEÑAR CON UN PROPÓSITO Marina Acunha (24 años) también es cristiana y también diseña. Traza sobre papel y digitalmente, pero en su caso, se trata de objetos. “Como diseñadora de producto una de las cosas que me gustaría es que lo que ofrezco sea útil para los demás. Cuando lo que diseñas hace la vida de los demás un poco más fácil, has conseguido crear algo eficiente y eficaz”.
Vive en Pontevedra y su formación es la de diseñadora industrial. Observa con otros ojos los objetos domésticos, por ejemplo. “Para mí el arte se puede encontrar en los museos, obviamente, pero también en un montón de objetos cotidianos, si veo una cafetera Moka Express en Carrefour o cosas como el exprimidor de Philippe Starck en un escaparate, si puedo les saco fotos”.
En su blog,Pensando con los Pies, explica su fascinación por todo lo que consiga combinar estética con funcionalidad. “Tengo un ejemplo reciente: Los mapas de Herb Lester Associates, una persona que no veía la necesidad de que los mapas turísticos fuesen tan feos en su diseño y comenzó haciendo mapas de su ciudad con un toque diferente”.
Ensu Portafolio, Marina muestra algunas de las cosas que ha ideado. Desde una colección de zapatos para mujer hasta un prototipo de coche de bajo coste desarrollado con la empresa Seat.
“Ahora estoy trabajando por mi cuenta en una web en la que además de tener el blog también pueda ofrecer algunos productos: Blocs de notas, láminas decorativas con versículos en español, etc. La idea surge porque estamos decorando nuestra futura casa [se casa muy pronto] y todo lo que encuentro está en inglés, así que empecé haciéndolos para mí y me parece que a más gente podrían interesarle”.  

LO ESPIRITUAL EN LO MATERIAL La decoración con pasajes de la Biblia es una de las formas en las que Marina integra su fe en el día a día. “Desde el punto de vista de mi profesión veo a Dios como el más importante de los diseñadores”, explica. “Viendo la creación de Dios no puedo más que darle gracias y aprender de Él. Para mí sería perfecto poder diseñar cosas que fuesen de edificación, útiles para la obra del Señor. Poder vivir de mi profesión y a su vez servir a Dios con lo que mejor se hacer es un sueño”.
La situación no es fácil para los jóvenes profesionales, en medio del contexto de crisis. Marina reconoce que “ahora mismo en mi vida hay muchas incógnitas. Intento vivir despacito sin precipitarme y buscando la voluntad de Dios para mi vida. Cada día veo como Dios está guiando las cosas, la provisión que nos está dando. Sé que cuando sea el momento se abrirán las puestas necesarias y encontrare ese trabajo tan buscado en este país o en cualquier otro”.

AÚN NO SE RECONOCE SUFICIENTEMENTE A LOS DISEÑADORES Está de acuerdo con Keila Olmo en que “en España aún queda un largo camino por recorrer para que la gente reconozca el valor de las buenas ideas y el trabajo que supone desarrollarlas hasta llegar a un buen producto final”.
Por su parte, seguirá adelante, observando “las necesidades de las personas” con el objetivo de “diseñar un producto eficiente y eficaz, que supla necesidades”. La música también es un inspiración para Marina. En su Spotify suenan Arcade Fire, Gungor, Feist, Florence & The Machine, Marina and the Diamonds, M83, Wilco, Lana del Rey, Mumford & Sons, My Dear flotsam, The Kills y Mercy Me (“su último disco es un recopilatorio que está muy bien”). Y recomienda a otro joven artista español, Nagai Rosales.
JESÚS COMO MODELO En este momento de su vida, lo que más le atrae de Jesús es su “paciencia”. “Él sabía cuál era su destino, tuvo que esperar 30 años para actuar, en contraste con el ejemplo de Moisés, que actuó precipitadamente y las cosas no salieron como él esperaba”.
Así que se trata de esperar. “Cuesta mucho no caer en la desesperación pero creo que Dios me pide paciencia, estoy esperando a que Él muestre la mejor dirección y sé que en algún momento todo llegará”.
“DISEÑOS PARA CADA OCASIÓN” Un Mac, el papel de colores brillantes y los muffins son algunos de los elementos que aparecen constantemente en las creaciones de Sarai Lagos (25 años). Parte de su trabajo lo muestra en su blog, Noticias desde la Ciudad Condal. Es un espacio bastante personal, pero a la vez un escaparate de lo que crea. Su estilo incluye muchos temas de la vida social y el tiempo libre: desde invitaciones a una boda, hasta la decoración de una fiesta o cajitas de regalo.
“Creo que la idea fundamental que define lo que hago es imaginar diseños para cada ocasión, aprovechando cada pequeña situación para sorprender a los que me rodean. Me gusta descubrir nuevas formas, ver cómo piensan los demás, adaptar lo que veo a lo que estoy pensando, sacar las cosas de su contexto”, explica.
También para ella, el diseño aún recibe poco reconocimiento. “Creo que la gente sigue admirando las grandes obras de arte, las de los museos clásicos; a la gente le gusta decir que ha visto tal o cual cuadro. Ante el arte contemporáneo, hay opiniones para todos los gustos; y lo que sí que está claro es que cada vez hay más cosas que se podrían considerar arte para muchos.”.
Sarai, al igual que Marina, también proviene de Galicia. Ambas coinciden además en el deseo de crear cosas que encajen con la realidad alrededor. “Es muy cierto que muchas veces las mejores ideas, las que más me convencen, vienen cuando estoy en el metro, cuando voy por la calle, hablando con alguien, cuando voy a una tienda, o en una cafetería”. LA PALABRA ESCRITA, REFLEJO DE DIOS “Hace muchos años me llamó la atención darme cuenta de que Dios, mi Dios, era el ser más creativo que existía, el que usa mejor la paleta de colores, el que utiliza todo tipo de formas”, reflexiona. “Y la creación, de la que había leído tantas veces, me dejó con la boca abierta. Por otra parte, creo que una forma que me estimula mucho a expresarme con Dios es la música y la palabra; ¿por qué no contarle las cosas con palabras escritas?”.
De la vida de Jesús se queda con su identificación con las personas. “Dedicaba tiempo a conocer a los que le rodeaban, y sólo así podía saber lo que podía atraerles. Escuchaba a los demás, y sólo así podía conocer a la perfección lo que necesitaban”. Obsevar, ver necesidades, crear con un propósito, explicar historias relacionadas con la vida cotidiana... En este proceso, estas tres diseñadoras seguirán mezclando un ingrediente fundamental: su fe en un Dios creativo.

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