Se pone en marcha en Madrid la capellanía evangélica para crisis y emergencias

El Consejo Evangélico de Madrid ha puesto en marcha un nuevo servicio de capellanía, enfocado en la atención en situaciones de catástrofes, crisis y emergencias.

Este servicio procurará dar preparación a evangélicos en la atención a estas situaciones críticas, en las que la presencia evangélica puede ser requerida. 

La capellanía de emergencias se enmarca dentro de las distintas áreas que desde el Consejo Evangélico se están cubriendo. Ya presente en hospitales, aeropuertos y ejército, se está trabajando también para poder dar asistencia en centros de menores, de mayores y de internamiento de extranjeros.

La necesidad de atención en catástrofes se ha puesto de manifiesto en diversas ocasiones, explicó a Protestante Digital Carmelo Troya, uno de los responsables de este servicio en el Consejo Evangélico de Madrid, porque la idea es “que donde esté una necesidad humana, haya un grupo de creyentes para poder ayudar”.

CONSUELO EN EL DOLOR

Carmelo Troya explica que el servicio comenzó respondiendo a una necesidad a raíz de los atentados del 11-M.

“Hubo algunos creyentes que se presentaron en los pabellones del Ifema para dar consuelo y apoyo. Sin embargo, tras esta circunstancia, surge la necesidad de organizarse. Durante estos años no hemos tenido la oportunidad de organizarnos hasta este pasado año, cuando a raíz de los atentados de Barcelona en agosto se reactiva la necesidad de forma que podamos ofrecer esta capellanía lo antes posible”, afirma el capellán de Madrid.

FORMANDO EL EQUIPO

Actualmente hay seis personas que forman parte de este primer equipo de capellanes para emergencias y catástrofes, sin embargo la intención del CEM es que más personas puedan sumarse.

Para ello se han trazado algunos requisitos. “El servicio de capellanía está abierta a todos aquellos creyentes cuyas iglesias están registradas en el Consejo Evangélico de Madrid. Necesitamos hombres y mujeres, con madurez, experiencia en la vida pero también con una integración en la iglesia notable, y con capacidad para llevar una palabra de consuelo”, explica Carmelo Troya.

Desde el CEM se está trabajando para dar formación a los capellanes de forma regular. El próximo mes de febrero habrá un nuevo taller formativo. En estos talleres se prepara a los capellanes tanto para que puedan dar consuelo a partir de textos bíblicos como para que puedan prestar “primeros auxilios psicológicos”.

“Queremos dar un servicio completo, tanto a personas de fe como cualquiera que requiera apoyo emocional”, expresa Carmelo Troya.

La motivación para llevar adelante este servicio surge de la convicción de seguir el ejemplo de Jesús. “Tiene que haber un creyente allí donde esté alguien que sufre. Jesús no era impasible a las necesidades personales, sociales, humanas de las personas, además de la necesidad espiritual”, comenta Carmelo Troya. “Jesús nos ha dejado en este mundo para traer consuelo y bendición a las personas que nos rodean, forma parte de nuestra misión. Si Jesús atendía las necesidades de las personas, incluso las más básicas, ahí tenemos un ejemplo a seguir”.

Para este capellán, esta labor tiene un impacto importante en la vida de las personas. “Algunos nunca abrirán una Biblia para buscar al Señor, pero sí habrá personas que se acercarán a que le den un abrazo en el nombre del Señor. Cuando la gente sufre, que alguien esté a tu lado para consolarte, o incluso para escucharte, es algo que forma parte de la misión que tenemos como creyentes, teniendo misericordia de las personas que están a nuestro alrededor”.

A partir del mes de febrero se realizará un nuevo curso de capellanes. Aquellos que deseen asistir pueden obtener más información contactando con el CEM a través de los datos de contacto de su página web o escribiendo directamente al correo [email protected].