Vientos de unidad entre evangélicos en Fuerteventura

El pasado 12 de octubre se celebró en Fuerteventura un encuentro interdenominacional con el lema “Somos uno en Cristo”, en el que se animó a los presentes superar las diferencias y trabajar juntos para la extensión del evangelio.

Participaron de este primer encuentro siete iglesias evangélicas de la isla, la Comunidad Cristiana Elienai, la Iglesia Evangélica Hermandad (Morro Jable - Puerto Rosario - Gran Tarajal), la Iglesia Evangélica Pentecostal El Remanente de Dios, la Iglesia de Dios Pentecostal Hogares de Esperanza y la Iglesia Cristiana Fuerteventura.

Buscado la unidad y comunión cristiana entre pastores de distintas denominaciones, y a su vez permitiendo que el Espíritu Santo obre en cada uno de forma que podamos caminar en una común fe en Cristo y en los invariables fundamentos apostólicos que encontramos en las Escrituras. Siendo conscientes, y venciendo los miedos y prejuicios, el pasado viernes 12 de octubre llevamos a cabo en la capital “majorera” un acontecimiento que marcará un antes y un después en la isla de Fuerteventura. Bajo el lema “Somos uno en Cristo”, hermanos de diferentes denominaciones se reunieron en un mismo lugar para alabar y exaltar el nombre de Cristo. 

Esta iniciativa precedida de meses de oración, trabajo y de diferentes reuniones que desde el mes de marzo del presente año se han ido sucediendo en diferentes congregaciones de la isla. Dios ha puesto tanto el querer como el hacer y peso en el corazón de estos pastores que han visto y sentido de parte de Dios la necesidad de obedecer y pasar de las palabras a los hechos. “Ser uno en Cristo”. 

Un movimiento de unidad que ha hecho cambiar la situación de distanciamiento entre pastores e iglesias. Una situación en la que nuestra isla ha estado por años sumergida, pero, por la gracia de Dios está comenzando a resurgir un despertar, trayendo sanidad espiritual y comunión entre los hermanos.

Dios ha hecho que haya un buen ambiente de colaboración y esperamos que esto cree un impacto en las personas y hermanos que nos rodean. Que al vernos caminando en unidad y amor sean contagiados. Que como en la Iglesia primitiva, seamos reconocidos por el amor que nos tenemos los unos a los otros.