“En mi barrio no se venden personas”

“En mi barrio no se venden personas”, es el nombre que dio título a la jornada de concienciación contra la trata de personas que tuvo lugar el pasado 10 de febrero en Valencia.

Tres actividades principales dieron forma a la jornada, organizado por el Coro Gospel Gloria, la iglesia evangélica de la calle Agustina de Aragón y Red Contra la Trata Valencia, con la colaboración de La Caixa.

España es el primer país de la Unión Europea y tercero del mundo en recepción de víctimas de trata. Más de 14.000 víctimas de trata con fines de explotación sexual son identificadas al año en nuestro país. Según datos de la ONU, el 90% de las mujeres que se prostituyen en España son o han sido víctimas de trata.

Con estas escalofriantes cifras en mente, la jornada comenzó con un taller llamado “Detrás de un click: pornografía, erotización de la violencia y cultura de la violación”. Geraldine Baque y James Austin analizaron cómo afecta la pornografía a la concepción de las mujeres como objetos y a la normalización de la violencia sexual hacia ellas.

Por la tarde, la conversación se trasladó a una mesa redonda sobre explotación sexual, formada por expertos.

Carlos Barrado, inspector de la Policía Nacional de la brigada de la UCRIF, habló acerca de cómo las mafias engañan a las mujeres en su lugar de origen para traerlas hasta España y prostituirlas. Por su parte, Mónica Gutiérrez, abogada de Cáritas Valencia, explicó la diferencia entre trata y tráfico y algunos aspectos importantes a nivel jurídico.

También asistió al evento la Concejala de Igualdad y Políticas Inclusivas del Ayuntamiento de Valencia, Isabel Lozano, quien explicó las diferentes iniciativas que se llevan a cabo desde la administración valenciana para acabar con esta lacra.

Participaron en la mesa también Rut Fernández y Sara Pérez, ambas cristianas y voluntarias de diversas asociaciones que luchan contra la trata de personas. Sara hizo una reflexión acerca de la prostitución y del llamado “mito de la libre elección” por el cual se justifica la vulneración de derechos humanos bajo el simple argumento de que “hay chicas que están en la prostitución porque quieren”. Rut habló acerca del trabajo de calle que hacen en la asociación Silla Vacía y de los diferentes recursos que existen para las mujeres que consiguen salir, como la Casa Refugio de la asociación Amar Dragosté, en Madrid.

La jornada concluyó con la música del Coro Gospel Gloria. A lo largo de su trayectoria de 25 años, un compromiso del coro ha sido el de dar voz a aquellos que no la tienen, concienciando acerca de la esclavitud de nuestro siglo en todos sus conciertos.

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