Tensa jornada en el Parlament por la votación de la Ley del referéndum

El Parlamento de Cataluña debate durante una extensa jornada este miércoles la convocatoria del referéndum de independencia para el próximo 1 de octubre. Los votos de Junts pel Sí y la CUP serán suficientes para impulsar una ley que se ha presentado por la vía de urgencia, alterando los plazos habituales de presentación y debate de las leyes, lo que ha provocado un tenso debate en el que la oposición, en bloque, ha manifestado su disconformidad.

Más que las discrepancias de fondo ya conocidas con respecto a la convocatoria del referéndum, la polémica ha dominado el debate durante varias horas por la forma en la que la ley se ha tramitado.

La crispación en el Parlament es un reflejo de la escalada de tensión que se está produciendo en los últimos días, a medida que se acerca la fecha del Referéndum y se van dando pasos hacia esta convocatoria que ha sido calificada como "ilegal" por parte del Gobierno de España.

EL GOBIERNO ACTIVA LA VÍA LEGAL

La Vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, ha censurado la situación de Cataluña. "El Gobierno no va a permitir que se incumpla la Ley en España", ha dicho Sáenz de Santamaría, que ha definido con dureza la labor de Forcadell al frente del Parlament ("durante su mandato ha muerto la democracia") y ha recordado que está imputada por favorecer la causa independentista en la Cámara.

El presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, ha firmado además un escrito pidiendo a la Abogacía de Estado que interponga un incidente de ejecución de sentencia ante el Tribunal Constitucional para responder a la admisión a trámite de la Ley de referéndum.

También se ha anunciado que mañana jueves se reunirá con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para tratar el desafío secesionista.

AEE: “NO PERMITAMOS QUE LA DECISIONES POLÍTICAS MARQUEN NUESTRAS RELACIONES”

Ya en 2014, la Alianza Evangélica Española expresó su preocupación por el ambiente de crispación en la clase política y en la sociedad en torno a los asuntos territoriales.

La AEE reivindicaba en un comunicado el papel constructivo de la iglesia “en medio de las situaciones cambiantes en las que viven los pueblos”, donde “su función es traer esperanza y un mensaje de salvación y restauración en medio de las peores crisis”.

Asimismo expresaba que para la iglesia “los objetivos y los métodos no es el calendario de la sociedad a su alrededor, sino los objetivos del Reino de Dios. la Iglesia debe sintonizar con estos objetivos del Reino”.

Por ello “nuestra ciudadanía y nuestras lealtades, por encima de nuestros legítimos sentimientos culturales y políticos, pertenecen al Reino de Dios”.

La crispación social puede contagiarse a personas de las iglesias. “Vemos con preocupación la forma en la que algunos cristianos se manifiestan en materia política”, expresa el comunicado. “No debemos permitir que la sociedad, las decisiones políticas o los cambios geopolíticos nos marquen el tipo de relaciones que vamos a mantener como cristianos. Somos el pueblo de Dios y esta hermandad es un vínculo que está por encima de cualquier diferencia y compartimos con creyentes del mundo entero”.

Desde la AEE se defiende además el derecho a que “los miembros individuales de la Iglesia pueden legítimamente tener preferencias, convicciones y sentimientos diversos en este tema”.