Evangelismo en las calles de Badalona para celebrar Pentecostés

A poco de empezar la conversación con Moisés Segura, se entra de lleno en hablar sobre la necesidad de contextualizar el Evangelio. Resalta que los cristianos tienen dos grandes tesoros: la Palabra de Dios y el Espíritu Santo, y que no hay nada mejor para bendecir las vidas de las personas. Está convencido de que, fuera, en la calle, hay que transmitir principios y valores cristianos sin dejar a Jesús de lado. Al contrario, hay que tenerle en el centro de esta transmisión. Se trata de llamar la atención de la gente con estrategias y métodos que lleguen a la sociedad del momento, sin que por ello se deba perder la esencia del Evangelio.

Un año más, iglesias evangélicas de Asambleas de Dios en Catalunya han celebrado Pentecostés. En esta ocasión, la ciudad que en el pasado sábado día 3 ha recibido el mensaje del Evangelio ha sido Badalona, conocida en época de la civilización romana como Baetulo. Mucho ha llovido desde entonces, y hoy conviven los ricos y bellos vestigios de aquellos lejanos tiempos, así como algunas recuperadas zonas de hermosos parques; con una buena cantidad de enormes, impersonales y altos bloques de viviendas que acompañados de los espacios en blanco que hay entre ellos claman por una dignificación que, sin duda, no es fácil de conseguir. Ahí, en medio de circunstancias muy adversas, provocadas en buena medida por las sucesivas y no planificadas olas de emigración que han ocupado casi todo el término municipal, iglesias evangélicas que se sienten alternativa comparten con los habitantes de la zona el mensaje de esperanza y salvación en Jesucristo. Están imbuídos por la necesidad de dar a conocer a los habitantes de la tercera ciudad más poblada de Catalunya que no se trata de alguien que estorba, sinó de quien quiere bendecirles.

Algo más de una docena de iglesias empezaron a concentrarse a partir de las 10 de la mañana en la amplia plaza del Gorg, para repartirse por otras que hay en la ciudad a fin de transmitir el Evangelio a través de cortas y sencillas interpretaciones musicales, teatrales y de danza. Micrófono en mano se proclamaba la salvación en Cristo, acompañada de testimonios personales en vivo y directo, a la par que algunos otros se acercaban a quienes transitaban por la zona o descansaban en los bancos para ofrecerles vivir en el Evangelio. Algunos semáforos -seis en concreto- también recibieron la presencia del testimonio cristiano por más de dos horas. Cada vez que el semáforo se ponía rojo, pancartas en ristre anunciaban a los que esperaban su turno para reanudar la marcha lo que Cristo ha hecho en favor del ser humano. Testimonios mudos, pero no por ello menos vivos, del mensaje cristiano. Mientras, otros repartían folletos evangelísticos a los ocupantes de los automóviles. 

Un buen tiempo de descanso durante la comida, dio paso, antes del acto final, a una serie de actividades simultáneas: gincana para los pequeños, presencia de artistas pintores con sus correspondientes exposiciones y confección de caricaturas a módico precio, interesantísimos  seminarios, que no por cortos menos necesarios. Uno de ellos, impartido por Ismael y Miriam, versó sobre la necesidad de estar educados para una sana y correcta utilización de las redes sociales, para usarlas bajo los criterios bíblicos, a fin de que no nos absorvan, sinó que seamos nosotros los que las controlemos. El otro, impartido por la psicóloga Dolors Agulló, trató sobre la inteligencia emocional, destacando la necesidad de conocernos personalmente y saber qué nos pasa y porqué. Y más importante aún: como gestionar situaciones concretas a fin de encontrar la solución adecuada a las mismas. Por supuesto que se trató el acoso -en este caso escolar-, desgraciadamente tan presente en nuestra sociedad. 

Un festival musical y exposición del Evangelio cerraron el día. Fue también muy interesante y lucido. La actuación del grupo sardanista del Ateneo Cultural de Llefià dio inicio a esta parte. Le siguieron las actuaciones musicales de un grupo de alabanza eclesial, una escenificación teatral, y las intervenciones del rumbero Sicus Carbonell del grupo Sabor de Gracia, así como la de Jonathan Ogalla. Moisés Segura, pastor en Badalona, tuvo a su cargo la exposición del Evangelio, que fue sencilla pero esclarecedora. Trató sobre las tres preguntas que viene haciéndose el ser humano desde siempre: ¿quien soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? para presentar a Jesucristo como el único que puede dar respuesta satisfactoria a las mismas. Al finalizar, una invitación posterior fue respondida por algunas personas que mostraron su interés por el mensaje. Finalizó el encuentro con una oración en catalán por parte de la pastora Elisabet en la que pedía a Dios la bendición para Badalona, y una festiva alabanza interpretada por Ogalla cerró la jornada.