“La mente es un regalo de Dios a nuestra especie, debemos cultivarla”

El filósofo y escritor indio Vishal Mangalwadi explica en su primera conferencia en España cómo el valor y la necesidad de buscar el saber, que destacaron algunos sectores monásticos y la Reforma protestante, transformaron Europa de erial condenado a tierra de esperanza.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 28 DE NOVIEMBRE DE 2016 · 08:56

Vishal Mangalwadi, durante su conferencia en la iglesia situada en la calle Verdi (Barcelona). Foto: J.S.,Vishal Mangalwadi
Vishal Mangalwadi, durante su conferencia en la iglesia situada en la calle Verdi (Barcelona). Foto: J.S.

Europa. Ese pequeño continente que ha servido de laboratorio de incesantes experimentos humanos, tanto a nivel político, como a nivel bélico y, por supuesto, a nivel social. Así lo demuestra la historia, pero también el presente, que parece perseguirla, a remolque. Sobre esta zona de la Tierra ha enfocado sus reflexiones el filósofo y escritor indio, Vishal Mangalwadi, en la apertura de su gira por España, que ha iniciado en Barcelona este domingo 27 de noviembre. A su auditorio presente en la Església Evangèlica Baptista de Gràcia, en la ciudad condal, Mangalwadi ha planteado la siguiente pregunta: ¿Qué hizo que Occidente fuera mejor?

El filósofo ha comenzado su intervención desde la pregunta que se plante en el salmo 8:3: “¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él?”. A partir de aquí, Mangalwadi ha comenzado a desengranar diferentes episodios clave que, para él, han marcado el transcurso del desarrollo de la historia continental.

 

ALEJANDRO MAGNO Y BUDA SE CONOCEN

Según explica Mangalwadi, trescientos años antes de Cristo, la élite filosófica griega pierde su esperanza en la razón humana. Alejandro Magno se encuentra en su campaña de conquistas hacia el este, llegando hasta India, acompañado de algunos filósofos como Pirrón, Anaxarco y Onesícrito. Mangalwadi asegura que del contacto entre esta expedición macedonia, incluido el mismo Alejandro Magno, con algunos monjes y aprendices de Buda, llega a Europa la idea de que el intelecto proviene de la ignorancia. “Buda no creía que la mente humana pudiese llegar a conocer la verdad porque rechazaba la existencia de un dios. Decía que en el principio había silencio y no logos, es decir, palabra, verbo”, defiende el filósofo indio.

Mangalwadi sostiene que la idea de la ausencia de un conocimiento previo se mantiene siglos después, a través del pensamiento de personajes europeos bien reconocidos como Sigmund Freud o Friedrich Nietzsche, el hombre que mató a Dios.

 

EUROPA CONTRA SU PROPIA IGNORANCIA: DE SAN AGUSTÍN A LA REFORMA

“Buda cree que como no hay conocimiento previo no hace falta estudiar para conocer la verdad, sino que es mejor sentarse a meditar”, afirma el filósofo indio. Mangalwadi concentra su ponencia la introducción de la necesidad del conocimiento en Europa. Una necesidad que, según considera, se encargan de despertar en el continente perfiles como el de San Agustín. Confundido por el decadentismo que había adquirido la escuela filosófica griega, respecto la razón humana, Agustín encuentra que la Biblia anuncia la existencia de un Verbo en el principio. Un Verbo por el que estudiar y leer. Un Verbo al que esforzarse en conocer. Rápidamente, el monje enfila una parte importante de su actividad a resaltar el valor del conocimiento. “San Agustín dice que la mente hay que cultivarla porque somos imagen y semejanza de Dios”, ratifica Mangalwadi. “De ahí que de los principales monasterios agustinianos, como Oxford, Cambridge y Wittenberg, dónde estudió el mismo Martín Lutero, surjan las posteriores universidades”.

 

Mnagalwadi, en uno de los momentos de su ponencia. Foto: J.S.

Y de San Agustín a Lutero. Mangalwadi crea un enlace que resulta sencillo de oír pero que supone, sin duda, una reflexión sesuda y muy incisiva. Según el filósofo indio, Lutero escribe tres cartas. Una, en 1520, dirigida a los comerciantes y los nobles alemanes explicándoles que todo niño debe recibir una educación porque Dios ha planeado una salvación y un descubrimiento de la verdad universales. La segunda, en 1525, está dirigida a la clase gubernamental de todas las ciudades que lo rodean. En ella les invita a facilitar esta educación y a asumir sus responsabilidades hacia la futura generación, a través de la construcción de escuelas. Tal y cómo sucede hoy en día entre las reivindicaciones más populares de la sociedad europea. Y la última, escrita en 1530, es para los padres, con el objetivo de que entiendan que deben dejar de imponer cargas domésticas a sus hijos y permitirles ir a la escuela. “Lutero les dice que se preocupan de las necesidades básicas pero que deberían preocuparse por buscar el Reino (Mateo 6:33), y así todo lo demás les sería añadido”.

 

UN CONOCIMIENTO PARA TODOS

Si la mente es el regalo que Dios hace a nuestra especie, debemos cultivarla y desarrollarla”, defiende Mangalwadi, que también hace énfasis en el trabajo. “La Biblia presenta a un Dios que trabaja por seis día, y no está sentado, meditando”, ironiza. La esclavitud. Esa terrible forma del pecado que durante tantos siglos ha azotado los diferentes continentes, incluido Europa, y que sigue azotando a muchos territorios del planeta. Especialmente a las mujeres y los niños. Mangalwadi manifiesta que “necesitamos un movimiento de liberación de la mujer” al respecto. Y extrae esta idea de lo dicho anteriormente; somos criaturas a imagen y semejanza de Dios, en busca de una verdad. Una verdad universal, por lo que el acceso al conocimiento también debe ser universal. “Lutero interpreta que somos todos miembros de un mismo cuerpo, así que cuando comienza la Reforma en Alemania todo el mundo está leyendo la Biblia y puede desarrollar la idea de la dignidad humana”.

Para Mangalwadi, “el descubrimiento de la verdad bíblica abre la puerta a todos, y esto es lo que hace que Occidente se desarrolle de una manera especial”. Obviamente, el filósofo indio no excluye ni olvida esas malas prácticas del conocimiento que han dejado experiencias, tanto en el continente como en el mundo, imposibles de olvidar. El nazismo, el colonialismo (que su propio país sufrió), ideas retorcidas como el sufragio masculino o el acaparamiento del saber para esclavizar a otras personas y fomentar el sistema jerárquico (o las castas, en su caso), no son sino consecuencias de los usos y las interpretaciones pecaminosas del conocimiento. Mangalwadi culmina su tiempo en esta primera jornada en España asegurando que “la sangre de Jesús define el valor del ser humano. La ciencia y la tecnología no deben usarse para destruirlo. Ni las dictaduras pueden acabar con la persona. El Estado debe estar para defender y garantizar los derechos del humano”.

 

*Vishal Mangalwadi continuará su gira por España en Galicia, a partir del 29 de noviembre, Madrid, el 1 de diciembre, y Valencia, a partir del día 2 de diciembre. Más información aquí.

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