Verano GBU 2016: Dios nos sorprende

Lidia Marín, estudiante de GBU, escribe sobre su experiencia en el Verano GBU 2016. Este encuentro, que se celebró del 18 al 28 de julio en Codeseda (Galicia), incluye tanto Formación y Misión como el Campamento Nacional.

A CORUÑA · 29 DE AGOSTO DE 2016 · 14:32

Foto del grupo asistente al campamento de Verano GBU 2016.,vearno gbu 2016
Foto del grupo asistente al campamento de Verano GBU 2016.

Dios nos sigue sorprendiendo diariamente, aún cuando creemos que nosotros estamos controlando la situación, de repente llega Él y nos recuerda su soberanía. Y cuando hemos perdido el control, de nuevo llega Él y nos acoge en sus brazos, ofreciéndonos un refugio eterno.

Este Verano GBU ha sido un constante recordatorio de ambos aspectos, de la increíble (y tan incomprensible a veces) soberanía de Dios y de su irresistible amor, que se refleja en el sacrificio de Jesús, pero también en su paz, que sobrepasa todo entendimiento, en su paciencia, en su ternura. Tanto Formación y Misión, en el que Ester Martínez destripó sin miedo y de forma clara y precisa el libro de Rut, como en el Campamento Nacional, en el que Apocalipsis, ese libro que tanto nos trae de cabeza, fue cortado limpiamente por la mitad y expuesto de forma genial por José de Segovia, pudimos aprender más del carácter de nuestro Dios, pero también de esta naturaleza nuestra, de nuestro propio camino errante como seres humanos, y de cómo necesitamos de Dios, Jesús y del Espíritu Santo para enderezarnos.

Pero para quien no haya estado en un Verano GBU, lo recuerdo, que en un día tenemos desayuno, comida, cena, y hasta postre, y que las exposiciones bíblicas eran tan solo el arranque de una alimentación nutritiva y bien variada, que nos cocinaron y presentaron José Daniel Marín, Andy Wickham, Juan Hernández, Dorcas González, y muchos más que ofrecieron su tiempo para llenar un poquito más nuestras mentes y nuestra alma. Es mucha la información y las ideas que se absorben en diez días de pura intensidad, un nuevo conocimiento que debe asentarse para poder aplicarse, que a veces te dejaba extenuada, que a veces cuesta entender… pero que merece la pena oír, y sobre todo, guardar en nuestro corazón.

Otro momento siempre impactante fue la salida evangelística, en la que Dios, una vez más, nos demostró que su lógica, su poder, y su gracia van más allá de lo que nosotros podemos comprender. Ver cómo Él coloca a la gente, mueve los hilos, siendo nosotros movidos a su vez, escuchar el testimonio de muchos que se sorprendieron a sí mismos saltándose sus propias normas, sus propios miedos, sus propios juicios, ver el anhelo de las personas por un poco de amor, por un poco de aquello que nosotros reflejamos por la pura y mera GRACIA de Dios, es fascinante. Tenemos un Dios fascinante, tan increíble que no podemos muchas veces más que asombrarnos de Él.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ciudades - Verano GBU 2016: Dios nos sorprende