Candidato socialista a alcalde: ‘La religión, hecho público en Madrid’

El candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, ha asegurado hoy en un encuentro interreligiosos que si los ciudadanos le conceden el próximo gobierno socialista de la capital garantizará la aconfesionalidad de la ciudad, la neutralidad del Ayuntamiento en esta materia y la defensa de la plena libertad religiosa de los ciudadanos.

Con representantes de las principales confesiones religiosas (judíos, ortodoxos, católicos y evangélicos), el acto se celebró en la “sala de los apóstoles” de la Catedral protestante de Madrid (la catedral anglicana de la calle Beneficencia).

El acto contó con la presencia de Juan Carlos González Sanz, Coordinador de Cristianos Socialistas (entidad que organizaba el evento), y con el obispo anglicano Carlos López como anfitrión.

Con el título del encuentro en un cartel (La religión, hecho público en Madrid), expresó el propio Carmona que en la actualidad se constata de manera fehaciente que existe una gran diversidad de confesiones religiosas en Madrid, reflejadas en un considerable número de lugares de culto: 37 centros musulmanes, 460 lugares de culto evangélicos o protestantes, 24 de Testigos de Jehová, 8 iglesias ortodoxas, 4 de la comunidad judía, 4 budistas, 4 mormonas y 2 hinduistas.

Durante el encuentro Carmona ha expuesto  que el Ejecutivo municipal del PP ha dado un trato preferente a los colectivos más ultraconservadores del catolicismo, promoviendo políticas segregadoras y generando confrontaciones con el resto de la sociedad.

Los presentes le han trasladado inquietudes relativas a los lugares de culto, la libertad religiosa, la relación con las instituciones políticas de forma estable y fluida, las subvenciones a programas sociales y los criterios de concesión de las mismas.

“Dialogaremos permanentemente con todos los credos. Fomentaremos la libertad religiosa y la igualdad de trato en la normativa municipal, posibilitando la manifestación del hecho religioso”, ha respondido Antonio Miguel Carmona.

EL HECHO RELIGIOSO EN LA VIDA PÚBLICA

Inició su discurso Antonio M. Carmona hablando de su experiencia como profesor en EEUU y participante activo en las elecciones norteamericanas, “tengo presente que todo político debe tener presente el hecho religioso”.

Se declara discípulo de Xavier Zubiri y de Ignacio Ellacuría, y se sitúa “en un postura actual de centro izquierda” que incluye una “laicidad incluyente”.

Defendió “la igualdad cualitativa de quienes son creyentes al margen de lo cuantitativo de fieles de una confesión, de forma que se consiga una pluralidad en la que todos se sientan respetados”.

Influido por Erasmo de Rotterdam en su pensamiento, descubrió en él la tolerancia religiosa en pleno siglo XVI, entendiendo que es aún una meta en España a pesar de lo que marca la Constitución española En su artículo 16 (ninguna confesión tendrá carácter estatal) pero no basta “ya que en la práctica no se cumple”. Por ello, defiende fomentar un uso correcto de los espacios públicos por parte de los credos religiosos de forma equitativa, en un trato por igual.

También revisará los protocolos del uso de lugares de uso público como cementerios, comedores escolares, de forma que exista neutralidad religiosa en cuanto a aceptar plenamente el hecho religioso pero sin dar preeminencia a una confesión determinada: “con el principio de ni interferencia ni indiferencia mutua entre las confesiones y el ayuntamiento”.

Así mismo de forma cercana manifestó que “el hecho religioso no me es ajeno en lo personal, ni en mis amigos”, pero los gobiernos no deben gobernar en base a las creencias personales de quienes tienen la responsabilidad política.

Por ello propone normalidad, relación y pluralidad, que fomente el diálogo a través de un Observatorio Municipal para Asuntos Religiosos (que luego matizó que sería un grupo de trabajo en el que participarán representantes de las diferentes confesiones y de forma transversal con otros colectivos sociales.).

En este foro se escuchará, se responderá en lo posible a las necesidades, algo que además “pacífica a la ciudad ya que el hecho religioso es una columna vertebral de la sociedad”.

En el diálogo posterior, Carmona expresó que en su lucha por la creencia personal en Dios desde la duda, "el hecho religioso es vertebral para mí, para la paz personal y social".