Los evangélicos, dolidos con el Ayuntamiento de Bilbao

El gobierno local pretende aprobar su Plan Urbanístico el próximo 15 de enero, a pesar de la sentencia contraria del Tribunal de Justicia y la oposición manifiesta de las minorías religiosas.

Daniel Hofkamp

BILBAO · 18 DE DICIEMBRE DE 2014 · 13:09

Perspectiva de la ciudad de Bilbao.,bilbao
Perspectiva de la ciudad de Bilbao.

El Consejo Evangélico del País Vasco no acudirá esta tarde a una reunión informativa convocada por el Ayuntamiento de Bilbao sobre el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que pretende restringir la apertura de lugares de culto en el centro de la ciudad.

Manuel Domínguez, experto en materia laboral y jurídica y portavoz del Consejo Evangélico del País Vasco, ha explicado a Protestante Digital las razones por las que no acuden a esta convocatoria. “Es un paripé que no tiene ningún sentido”, explica Domínguez. “El Ayuntamiento nos convoca para explicarnos un proyecto que ya conocemos, al que nos hemos opuesto y por el que han recibido una sentencia contraria del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco”, recuerda Domínguez.

La sentencia del TSJPV tumbaba el proyecto porque se había hecho sin la adecuada participación ciudadana. El Ayuntamiento quiere paliar este defecto de forma a través de esta reunión informativa. Para el Consejo Evangélico del País Vasco debería “hacerse un programa de participación ciudadana”, y no una simple “reunión informativa”.

 

POR LA VÍA RÁPIDA

Desde el Consejo Evangélico, junto a otras religiones minoritarias que se ven afectadas por el Plan Urbanístico según el cual no pueden abrirse centros de culto en edificios de viviendas, están preparando un proyecto alternativo. Han pedido al Ayuntamiento un mes de plazo, pero el gobierno local quiere votar su PGOU nuevamente el 15 de enero.

Domínguez ha seguido el caso desde el principio y reconoce que está “preocupado” por la deriva del Ayuntamiento, gobernado por el Partido Nacionalista Vasco. “Es mi ciudad, en la que vivo desde hace más de 50 años. Lo que estamos viviendo me recuerda a los pasos dados por el nazismo en Alemania al llegar al poder”, añade.

“Nos están relegando a la periferia de la ciudad sin tener en cuenta nuestras necesidades. Soy ciudadano bilbaíno y me están diciendo que para orar me tengo que ir a los suburbios o a las zonas industriales. ¿Por qué?”, se pregunta Manuel Domínguez.

Desde el Consejo Evangélico, junto con la Federación Evangélica Ferede - a la que agradeció todo el trabajo jurídico que está realizando - “seguimos de buena fe, intentando hablar con el Ayuntamiento y presentarle propuestas. De hecho estamos de acuerdo en que se regulen los lugares de culto, que nos pongan unas condiciones de aforo, de insonorización, elementos técnicos... Pero que no nos digan que nos podemos poner sólo en el diez por ciento de la ciudad”.

 

PREOCUPACIÓN EN LAS IGLESIAS

En las iglesias evangélicas de Bilbao hay preocupación, porque desde hace tres años enfrentan dificultades para abrir centros de culto. “Una iglesia grande ha tenido que instalarse en las afueras, rodeada de pabellones industriales. Porque la realidad es que hay muy pocos locales que cumplan las características que nos da el Ayuntamiento. Esto ha hecho que en el mismo barrio se hayan instalado tres iglesias”, explica Domínguez.

La situación ha sido estudiada por el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto, que comprobó cuántos edificios podrían albergar un lugar de culto de acuerdo al PGOU. “Tras analizar uno por uno los edificios que proponía el Ayuntamiento, llegaron a la conclusión de que sólo había seis locales disponibles en todo el centro de Bilbao, a precios totalmente prohibitivos”, añade el portavoz del Consejo Evangélico.

“Así que estamos preocupados porque o te vas a un barrio fuera de Bilbao o no tienes donde ponerte”.

 

PRÓXIMOS MESES, CLAVE

El asunto del PGOU se ha extendido hasta el límite de la legislatura. Según Manuel Domínguez, es probable que no se llegue a aprobar. “Dudamos que el Tribunal Supremo admita el recurso del Ayuntamiento”, dice.

“Por nuestra parte – explican desde el Consejo Evangélico- hemos pedido un mes de plazo para presentar una alternativa. Algo lógico ante un asunto tan importante, esperamos que nos dejen transmitir lo que necesitamos. Ya han tenido una condena por no negociar. La falta de participación ciudadana es por no negociar. Así que si no lo respetan, les va a pasar lo mismo”.

Manuel Domínguez aprecia además que el partido socialista se ha solidarizado con sus demandas. “Sabemos que este es un tema que no va a dar votos. Sin embargo hay partidos que sí están presentando esta causa, y se lo agradecemos”.

En caso de que el Ayuntamiento siguiera adelante, desde el Consejo Evangélico están dispuestos a volver a ir a los tribunales, aún hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. “Pero nos gustaría llegar a una solución, negociando. Sólo pedimos que se nos escuche”, insiste Domínguez.

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