Expulsan al fundador de Orden católica en Galicia por inmoralidad

Miguel Rosendo, fundador de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel, establecida en Oia (Pontevedra), ha sido destituido por la Diócesis de Tui-Vigo por su “conducta moral” inapropiada.

La Orden tenía hasta ahora la cobertura de la Iglesia Católica, considerada como una “asociación pública de fieles”. Funcionaba, en realidad, bajo un férreo sistema piramidal que giraba en torno a su fundador y líder, Miguel Rosendo, que levantó su pequeño imperio en un complejo que contaba con una vivienda, un torreón, una capilla, piscina climatizada con un gran tobogán y varias edificaciones anexas para los miembros.

El líder tenía un lugar apartado para su descanso, con acceso a las habitaciones donde vivían las mujeres consagradas a la orden. Allí era donde realizaba “trabajos de purificación espiritual”, lo que en realidad eran tocamientos y actos sexuales, según la investigación. El líder solía decir que el arcángel Miguel se introducía en su cuerpo para transmitir sus enseñanzas y recitaba en una lengua que decía que era arameo.

Las instalaciones están deshabitadas actualmente, dado que Miguel Rosendo abandonó Galicia con algunos seguidores y continúa desarrollando su actividad en diferentes localidades de la sierra madrileña bajo una asociación que lleva el nombre de Serviam.

CANTARON ANTE BENEDICTO XVI

Rosendo, laico, casado y con hijos, aficionado a la música y a la herboristería, fue reuniendo su alrededor un grupo de personas (gran parte de ellas procedentes del ámbito de la droga) a las que rescataba de una dependencia e instauraba en otra: la dependencia religiosa encarnada por su propia persona.

La Orden tenía una presencia notoria en actividades religiosas en la zona, aunque en declive en los últimos dos años. En los pueblos de Pontevedra se les reconocía por su caridad hacia los pobres, pero también por su extraño atuendo y simbología. Han grabado varios discos, y su coro cantó para el Papa Benedicto en la JMJ de Madrid 2011.

Poco a poco, Miguel Rosendo fue formando una organización piramidal, con rangos y grados, que van desde los “primicios” (los que están en la primera etapa de formación), pasando por los niños más pequeños o “huellitas de ángel”, los adolescentes “camino a la huella”, Hasta los adultos o “huella” y los consagrados “hermanos o hermanas miguelianos/as”.

INVESTIGACIÓN POLICIAL EN MARCHA

Según informa hoy el diario La Voz de Galicia, investigaciones llevadas a cabo por un detective privado apuntan a que el líder de la organización mantuvo relaciones sexuales con mujeres que vivían consagradas en la casa madre, ubicada en la parroquia de Mougás, un pequeño pueblo costero en la zona sur de las Rías Baixas, muy cerca de la frontera con Portugal.

La Guardia Civil ha iniciado una investigación a raíz de dos denuncias presentadas. Quieren esclarecer si se cometieron, además, delitos económicos de extorsión dentro del complejo en el que vivían recluidos algunos de los miembros de la asociación.

“En pleno invierno vocacional -reflexiona José Manuel Vidal en su crónica de los hechos en Religión Digital - los obispos buscan sacerdotes y religiosas hasta debajo de las piedras y, cuando alguien se los ofrece, apenas ponen reparo ni examinan qué tipo de consagrados y consagradas les están ofreciendo. Y es que, en la Iglesia, tampoco es oro todo lo que reluce. Ni siquiera bajo la advocación del arcángel que aplastó la cabeza del dragón infernal”.