‘Cápsulas de felicidad’ por las calles de Reus

"Ama", "Sonríe" o "Vale por un abrazo". Son algunos de los mensajes que han ido apareciendo por la ciudad de Reus y que, poco a poco, van llegando a otras ciudades de la mano de un joven artista de la capital del Baix Camp. Él es Aitor Zúñiga –Aitor Plàstic como nombre profesional– y, desde hace unos meses, se ha propuesto "repartir amor y cariño" por las calles y plazas de la ciudad pegando corazones de cartón con palabras amables. La define como una iniciativa divertida con la que pretende que la gente se involucre, recoja los mensajes y los entregue a las personas que ellos decidan para enviar "un mensaje en positivo", sin coste alguno "porque la felicidad y el amor no tienen precio". Aitor explica que la iniciativa surgió el pasado mes de marzo. A partir de ahí y en poco tiempo empezaron a aparecer los primeros corazones de cartón siempre enganchados con pegamento para no manchar o dañar las paredes– con mensajes positivos por la ciudad de Reus, recortables que la gente ha ido recogiendo para quedárselos o entregarlos a otras personas a modo, dice, de "cápsulas de felicidad". La noche es la mejor aliada para Aitor Plàstic para colocar los corazones de cartón que, de hecho, también han aparecido en otras ciudades como Tarragona, Barcelona o Sabadell, a medida que las ha visitado y ha decidido llevar a cabo la acción en este proyecto personal y totalmente desinteresado. Aitor explica que también personaliza mensajes para que sus amigos se los encuentren de camino al trabajo o a casa. "Tal y como está la situación actual la gente valora estas pequeñas cosas, porque se trata de enviar un mensaje en positivo dentro de lo mal que está todo, y de manera gratuita. Hacer feliz a alguien en un momento dado no cuesta nada y es muy agradecido", dice. Una de las próximas acciones ya tiene escenario y será internacional: París. Tendrá lugar este verano, aprovechando las vacaciones. Y, por supuesto, los mensajes se podrán leer en francés por diferentes calles y plazas de la capital francesa, para que los entiendan los autóctonos y los puedan regalar a quien deseen.