Madrid y su red de academias privadas para salvar el aprobado

Estudiar una carrera técnica o una arquitectura supone un reto. Cualquier alumno que quiera sacar adelante sus estudios necesitará invertir tiempo, dedicación, y también recursos económicos. Sin embargo, un grupo de alumnos ha querido incidir en el “estado crítico” del modelo docente, detallando las sinergias entre la Universidad Pública y las múltiples academias privadas que desde hace años la asisten. Como ejemplo de esta situación, el proyecto 'Banone' puso en marcha una encuesta entre 181 estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid, para conocer la dependencia del alumnado de recibir clases en academias privadas, para así poder superar cada curso. El informe, hecho público recientemente desde su página web, da a conocer en detalle la inversión media que cada alumno realiza, dependiendo de la carrera que curse, en academias privadas que “completen” su formación. El gasto medio de un alumno de la UPM en academias es de más de 600 euros a lo largo de la carrera. Algunas de las Ingenierías disparan la media: Montes y Comunicaciones superan los mil euros; Arquitectura Técnica llega a los 1.550 euros, y Caminos, canales y puertos se destaca como la más “rentable” para las academias privadas: el alumno se gasta unos 2.920 euros en recibir clases extra. Rodrigo Quezada Reed es uno de los responsables del informe. Actual alumno de la UPM, explica los resultados. “Al coste de estudio de una carrera en la UPM – cuya primera matrícula supera de media los 800 euros - se suman en muchas ocasiones cantidades considerables de dinero en clases de apoyo en academias privadas”. Esta situación puede llegar a casos extremos. “Un estudiante de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos que entrevistamos nos contó que en lo que lleva de carrera se ha gastado más de 5.000 euros en academias, no porque sea difícil aprobar, sino porque la universidad sencillamente no provee por norma materiales realmente útiles para el aprendizaje”. MISERIAS DE LA EDUCACIÓN Para Rodrigo Quezada, esta “baja formación” que el alumno recibe en la Facultad es clave. “No se trata de una situación anecdótica, sino algo que ilustra muchas de las miserias y problemáticas en que se encuentra desde hace años la enseñanza universitaria española”, explican desde Banone. El informe aporta, además del dato económico, la situación geográfica de las academias, en relación con las Facultades, dibujando un “mapa” de esta red de empresas que desde hace décadas sirve de apoyo a la universidad pública. “Estas empresas se ocupan de atender un buen porcentaje de las labores de formación que, en este caso, la Universidad Politécnica de Madrid no cubre”, dice el informe. Desde Banone se señala a la responsabilidad de la universidad en esta situación. “Hay dejación de funciones por parte de muchos docentes universitarios, y las academias cubren ese hueco”, explica Rodrigo Quezada. “Es importante remarcar que aún muchos de los estudiantes brillantes de la UPM que nunca contratan con una academia clases de apoyo, utilizan no obstante con frecuencia los cuadernillos y materiales producidos por éstas (series de exámenes resueltos, etc.). Es un mercado negro absoluto”, remarca este alumno, recordando que “muchas de las publicaciones de las academias rozan la ilegalidad, pues violan derechos de propiedad intelectual de muchos profesores de la UPM, cuyos exámenes hacen circular resueltos”. En el informe, Rodrigo Quezada se expresa de forma muy crítica. “A la manera que Cambridge expide títulos de idioma a quienes son capaces de alcanzar ciertos niveles de manejo fuera del aula, la UPM expide títulos de arquitectura e ingeniería a quienes durante una serie de años son capaces de alcanzar ciertas destrezas en buena medida a pesar, y no gracias, a la docencia universitaria. Más bien gracias a una segunda universidad, que no consta en los presupuestos del Estado para educación, que funciona en la sombra y que consigue hacer circular y proporcionar, con mayor o menor acierto, materiales útiles para el aprendizaje de las asignaturas universitarias: breves explicaciones teóricas y muchos enunciados de ejercicios con sus respectivas soluciones”. APORTAR SOLUCIONES Estos alumnos involucrados en el informe, asimismo, echan de menos una autocrítica dentro de la universidad que sirva para mejorar la formación. Aunque dentro del rectorado hay un departamento que se ocupa de este aspecto, los proyectos “de innovación educativa no cubren en absoluto las deficiencias y necesidades reales de la docencia en la universidad. El interés en mejorar la formación por parte de la universidad es en ese sentido muy poco profesional, y los fondos que existen se malgastan en ocurrencias, en vez de en mejorar lo que de verdad importa: la producción normalizada y sistemática de materiales de valor pedagógico”. Una función que la universidad parece haber dejado en manos de unas 20 academias privadas que cubren este espacio. Banone son las siglas de “Banco Online de Ejercicios Solucionados”, y surge a raíz de este estudio. La idea, desarrollada por estudiantes y para estudiantes, quiere plantear una alternativa que además de viable resulte desde un inicio de utilidad para su comunidad. Para ello han colgado de forma gratuita apuntes y ejercicios solucionados de varias materias. “Se trata – nos cuenta Rodrigo Quezada, impulsor de la plataforma – de hacer una crítica constructiva (y predicando con el ejemplo) del modelo docente de la UPM”. De momento la plataforma cuenta con ejercicios y apuntes de tres asignaturas, pero tiene la intención de ir creciendo con la colaboración de alumnos de carreras técnicas que se sientan identificados con el proyecto. Por ello se plantea como una plataforma abierta y con disposición a prestar ayuda en los estudios a quien lo necesite. Banone cuenta con página web propia con todos los datos del estudio. PDF: Mapa Informe