‘Barro de las primicias’, espiritualidad en manos humanas

La Asociación Cultural Evangélica Jorge Borrow y el Centro de Estudios Brasileños de la Universidad de Salamanca acaban de inaugurar la exposición “Barro de las primicias”, de la maestra ceramista Ana Jiménez Díaz. “Barro de las primicias”, que estará abierta hasta el 12 de noviembre, es una exposición de reproducciones arqueológicas en cerámica con el hilo conductor de los orígenes y evolución de la iconografía cristiana. Cada una de las 60 piezas que integran la colección han sido seleccionadas con esmero, elaboradas al detalle y expuestas cronológicamente de manera que el visitante pueda tener una comprensión didáctica del significado de los símbolos que conforman nuestra llamada cultura occidental. La exposición en sí se puede visitar desde varios puntos de vista: histórico, artístico, lingüístico, semiológico, filosófico, antropológico, espiritual… Este evento cultural forma parte del conjunto de actos que se realizan este año en torno a la celebración del 80 aniversario de la fundación de la iglesia evangélica local de Asamblea de Hermanos, actualmente ubicada en el Paseo de la Estación en Salamanca. “Barro de las primicias” es, en su conjunto, y como su autora expresa, un paseo por el mundo de las sensaciones, es el lenguaje de lo transcendental que lleva a nuestra alma a lo Eterno, a lo Divino. Durante la inauguración, la artista estuvo acompañada por visitantes y hermanos de la iglesia de Salamanca. También asistió Pilar Fernández Labrador, a quien pronto se le concederá el premio que otorga P+D, “Unamuno, amigo de los protestantes”. Todos coincidieron en la afirmación sobre la atractiva e interesante exposición. La prensa local también se hizo eco de este relevante eventoque no pasará desapercibido al público salmantino y a los turistas que por esta época visitan la ciudad. LA AUTORA Y EL ESPÍRITU DE SU OBRA Ana Jiménez Díaz, oriunda de Salamanca, inició estudios de Filología en esta ciudad universitaria, y posteriormente decidió cambiar de rumbo para recalar en el pueblo de sus abuelos paternos, Cespedosa del Tormes (Salamanca), para aprender a tornear bajo la dirección de uno de los alfareros. “Barro de las primicias” es más que una exposición. Ana Jiménez, su autora, quiere expresarnos toda su experiencia en cuanto a sensaciones que le llevaron a realizar este trabajo y a mostrarlo al público. Así lo expresa: “Todo comenzó hace seis años cuando tuve el privilegio de colaborar con un equipo de arqueólogos en el yacimiento íbero de Castellones de Céal (Jaén). Las huellas que encontré en las vasijas originales de aquella excelente necrópolis me hicieron sentirme unida en la lejanía de los siglos al alfarero íbero que hipotéticamente elaboró aquellas impresionantes urnas de incineración, los fascinantes kilys de imitación ática, o los pequeños platillos de libación. Los símbolos que en las piezas aparecían les dotaban de un lenguaje superior, no eran vasijas toscamente elaboradas y sin decoración destinadas a uso doméstico, sino pensadas y elaboradas para trascender al tiempo, de hecho, estuvieron más de veinticinco siglos bajo tierra y al salir nuevamente a la luz tenían la exquisitez y el valor de obra de arte que su autor pretendió. A partir de aquí dediqué tres años a investigar y elaborar las piezas de esta muestra, Barro de las primicias, siguiendo las huellas de símbolos que conforman nuestra cultura actual, pero que se gestaron en los albores de nuestra historia y fueron plasmados en materiales tan sencillos como barro, piedra o hierro. ICONOGRAFÍA PALEOCRISTIANA Muchos de los símbolos que aparecen en las piezas expuestas resultan familiares a los cristianos, como el ancla, la paloma, el pez…La paloma tomada como símbolo aparece de diversas formas en la iconografía paleocristiana. Si se muestra con una ramita en el pico simboliza el comienzo de una nueva vida. Siguiendo el conocido episodio bíblico del Diluvio Universal cuando Noé envió una paloma para comprobar si las aguas habían descendido, la paloma regresó con una rama de olivo en el pico corroborando el final del diluvio. La paloma se convierte así en símbolo de doble vertiente: reconciliación de Dios con el mundo en general que ha sido purificado por el agua; y de forma particular se relaciona con la conversión del creyente que nace de nuevo (1ª Ped.1:3) mediante “el agua y el Espíritu” Jn. 3:5, y tiene la paz en su corazón “habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. ALGO DE HISTORIA DE LA IGLESIA LOCAL Los orígenes de la Asamblea de Hermanos de Pº de la Estación en Salamanca. se remontan al año 1932 cuando en la casa de Benigno González empezaron a reunirse cinco hermanos, quienes parten el pan cada domingo. Esto ocurre en plena época franquista, en la que se asesina, en 1936, al pastor de la iglesia Reformada Atilano Coco. Por este motivo los fieles de la misma se dispersan. En 1936 se consigue la autorización para inaugurar la primera iglesia de hermanos en Salamanca, con sede en la planta baja de la casa de Antonio Romero, yerno de Benigno González. El número de miembros va creciendo y pronto se inaugura un segundo local en Paseo de la Estación 32. Más tarde, en 1993, se abre otro punto de testimonio en la calle Volta 23. En esta congregación conviven personas de múltiples nacionalidades, unas 20, y cada año recibe estudiantes de diversos países que llegan para realizar estudios en la Universidad de Salamanca y para estudiar el español. Diversos ministerios como el de la Hospitalidad y Bienvenida se desarrollan para acoger a este contingente. También la labor en radio Berea, Mesas de libros, células en localidades cercanas, desayunos evangelísticos, y otros relacionados con la Acción Social se desarrollan para dar testimonio en la capital y localidades cercanas. Para destacar la presencia evangélica en la ciudad, en 2007 se creó la Asociación Cultural Evangélica “Jorge Borrow”. RETIRO DE IGLESIA Además de la exposición, la iglesia de Pº de la Estación organizó un retiro para los miembros de la congregación, en el que se incluyeron tres estudios bajo el título “SELAH: Párate y medita”, expuestos por Antonio González Nieto, pastor de la iglesia Evangélica de Guadix y miembro de la junta directiva de SEPAL-España. González explicó el porqué del tema elegido: “Como muy bien sabemos, cuando nos convertimos, seguimos en este mundo con todas sus adversidades, conflictos, pecados… en definitiva, con todas nuestras luchas, las cuales sólo pueden tener su victoria en nuestro gran Dios. Sin embargo, en muchas ocasiones, vivimos como derrotados, sentimos a Dios como si estuviera callado y no obrase en nuestra vida, y es que hay tantas voces, tanto ruido, tanto activismo en el creyente que nos olvidamos de dónde proviene nuestra victoria. Necesitamos frenar nuestra vida, Selah, párate y medita, tener un encuentro personal con Dios (tantas veces decimos que no estamos en una religión, sino que tenemos una relación…). Es así que podemos descubrir que El Selah nos lleva a la obediencia, a la meditación y al clamor; y el Señor producirá en nosotros victoria, revelación y liberación”. El retiro se celebró en el Centro de Conferencias y Campamentos Eduardo Turrall, en Toral de los Guzmanes, León.