Una treintena de miembros de la iglesia Filadelfia denuncian agresiones de la Policía

Este lunes la comunidad gitana, representada por la asociación de vecinos Gao Lacho Drom, se reunirá con el alcalde de la ciudad, Javier Maroto, para pedir “explicaciones y responsabilidades” por una trifulca entre miembros de la iglesia evangélica y la Policía, ocurrida el pasado martes, que terminó con más de veinte heridos y dos detenidos. El portavoz del colectivo, Pascual Borja, explicó su intención de“hacer llegar al primer edil nuestro malestar por el trato recibido tanto por la Ertzaintza como por la Policía Local”, aunque se desconoce si la comunidad gitana va a hacer los propio con el Departamento de Interior del Gobierno vasco. Veinte evangélicos de etnia gitana interpusieron el miércoles otras tantas denuncias contra ambos cuerpos policiales por “haber sido víctimas de una paliza” en la que hubo “más de 30 heridos”. “NUESTROS NIÑOS NO CONCILIAN EL SUEÑO” El periódico local Noticias de Álava tuvo acceso a los partes de lesiones de las personas atendidas en el hospital, entre las que no faltaban las fracturas, los hematomas, las contusiones, los esguinces o una trombosis. “Todos los golpes que nos hemos llevado han sido para quitárselos a nuestros hijos y ancianos”, advirtió ayer Ezequiel Gabarri, uno de los heridos. El parte del niño que lanzó el objeto y por el que se generó la intervención recoge, incluso, una lesión en el cuello con puntos de equimosis, generada según su testimonio porque uno de los agentes le agarró con fuerza de la cabeza. “Nuestros niños no concilian el sueño desde entonces. Están traumatizados”, añadió Gabarri. Las fuentes oficiales difieren de la versión de los presuntos agredidos y mantienen que “un chaval que había lanzado una piedra a una patrulla se tropezó y sus familiares trataron de agredir a los agentes”. Desde la iglesia sostienen que la pelea comenzó cuando un niño de ocho años lanzó un cubito de hielo a un coche, tras la que los agentes actuaron “ de forma desproporcionada”. El presidente de Gao Lacho Drom, Bartolomé Jiménez, recordó que los evangélicos “llevan 25 años teniendo reuniones en ese local de Barrenkale y nunca han tenido ningún problema, porque son gente de Dios”. APOYO VECINAL Las asociaciones de vecinos de la zona, Gasteiz Txiki y Egin Ayllu, así como el Gaztetxe, quisieron mostrar “su apoyo” a las supuestas víctimas de “la agresión policial”. En su opinión, “eran vecinos del barrio con los que hemos convivido toda la vida y no exageran en su versión. Se quedan cortos”. Por su parte, la Ertzaintza aseguró que los agentes “trataron de detener al menor, pero éste tropezó con un bolardo y cayó al suelo”. A partir de ahí, “familiares del niño arremetieron contra los agentes y dos de ellos resultaron heridos”. La comunidad gitana, entretanto, asegura que una treintena de sus integrantes, entre los que se encontraban en el lugar de los hechos más niños e incluso una mujer que ronda los 70 años, recibieron una “paliza” sin mediar “provocación alguna” por parte de estos agentes y los refuerzos que solicitaron, más de una veintena según testigos. Los denunciantes aseguran que la respuesta policial fue “excesiva” y acusan a Maroto de “generar confusión” y “meter a todo el pueblo gitano en el mismo saco tras la polémica con los 'Bartolos'”, el clan gitano al que el alcalde ha amenazado con “mano dura” después de las últimas denuncias por robos en comercios y amenazas a vecinos que ha recibido la Policía Local. Los representantes de las asociaciones Gasteiz Txiki, Egin Ayllu y del Gaztetxe se acercaron al templo para mostrar su solidaridad con el colectivo.