Casi tres mil evangélicos siguen los pasos de Juan de Valdés

Tanta es su presencia y crecimiento que el Diario de Alcalá (Emilio Sánchez) les ha dedicado un amplio reportaje en el que refiere que la apertura religiosa tras el franquismo y la llegada de inmigrantes ha originado estas veintisiete comunidades, cada una con alrededor de un centenar de fieles, según el pastor del Hogar Cristiano Internacional, Carlos Martí. En total unos dos mil setecientos alcalaínos asisten a estas iglesias que pertenecen a las diferentes denominaciones: pentecostales, bautistas, y asambleas de hermanos, entre otras ramas de un árbol cada vez más frondoso en Alcalá, en el que también hay que tener en cuenta que entre estas congregaciones las hay étnicas de africanos, gitanos y rumanos. La mayor parte de estas iglesias se encuentran en barrios periféricos, e incluso en polígonos industriales. Las pocas congregaciones emplazadas en puntos céntricos se comprimen en locales que poco tienen que ver con la concepción social de un ‘templo'. “Por razones propias e históricas no somos visibles ni tenemos presencia en las ciudades, aunque somos muchos. Unas veces porque hemos sido perseguidos y otras porque nos hemos escondido, nuestra forma de vivir ha sido algo endogámica, lo que es incoherente con nuestra intención de ayudar a la gente", reflexiona Martí. “Las diferencias entre los evangélicos son de organización y culto, pero no de fe. Todos creemos que la Biblia es la norma de conducta y la máxima autoridad en cuanto al comportamiento de todo creyente". Martí explica las distintas aristas del crisol evangélico en Alcalá, que aspira a unificarse sin perder sus ingredientes diferenciales. “Estamos constituyendo una asociación para agruparnos, pero algunos grupos étnicos particulares se mantienen al margen", apostilla el ideólogo del proyecto, que, como la mayoría de los evangélicos de España, “no vive de la religión". LA DESCONFIANZA A LO “NO CATÓLICO” “Vuestro trabajo es realizado de forma callada, nunca reconocida y a veces cuestionada". El alcalde de Alcalá, Bartolomé González, definió así la labor de los evangélicos el año pasado. Las palabras del primer edil encierran uno de los prejuicios que desgasta a los evangélicos. “No somos sectas", remarca Amós Obasohan, pastor de una de las congregaciones africanas más importantes de la ciudad. “Simplemente, los católicos tradicionales, como cualquier persona, tienen miedo a lo desconocido". Si lo conocido es la vereda de Roma, los evangélicos toman un camino diferente “en el que no creemos en la infalibilidad del Papa, en la adoración a los santos o en el celibato obligatorio de los sacerdotes", apostilla Ángel Abadía, pastor de la congregación gitana más antigua de la ciudad. “Nadie se avergüenza de ser católico, pero a nuestras iglesias se las mira con reticencia por acoger a tantos inmigrantes", añade Martí sobre un movimiento cuyo cuerpo integran españoles, norteamericanos y sudamericanos. COMUNIDADES ÉTNICAS Y PROYECCIÓN SOCIAL La proyección social es la seña de identidad común, pero especialmente de las iglesias ‘étnicas' como las de rumanos, africanos y gitanos. “Desde 1978, la comunidad gitana ha progresado mucho, en gran parte gracias a nuestra labor", considera Abadía, cuya congregación, Vergel de Vida, asentada en Puerta de Madrid, es la semilla que dio origen a otras tres, repartidas entre el Distrito II y Espartales, los barrios con un mayor volumen de población gitana. La cultura flamenca impregna el culto de la conocida como iglesia Filadelfia, “que ha reformado a muchas personas que estaban metidas en el mundo de la droga y la delincuencia; por ello, no queremos abandonar nuestros barrios". La comunidad africana, compuesta por cuatro congregaciones en Alcalá, también pone en valor su labor, “que impresiona a los católicos españoles", considera el pastor y cantante góspel Obasohan. “Somos ruidosos durante nuestros cultos, y quizá molestos, pero Dios nos creó para que nos comportemos como somos, y nosotros somos así", añade Obasohan, que lleva las riendas de la Iglesia de los Elegidos de Dios. Nigerianos, cameruneses y ghaneses son las nacionalidades más prodigadas durante los cultos que Obasohan imparte en inglés, a los que también se incorporan estudiantes estadounidenses, en busca de iglesias protestantes durante su estancia en España. JUAN DE VALDÉS, ALCALAÍNO ILUSTRE DE FE EVANGÉLICA La persona de Juan de Valdés es una figura a reivindicar, es el Lutero de Alcalá. Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares en el siglo XVI, dejando un legado escrito de gran importancia para el movimiento de reforma protestante en Europa. Pueden leer aquí una amplia reseña de la vida y obra de Juan de Valdés.