Noemí Aldabó, Premio Solidaridad 2012 en Cerdanyola

Este pasado martes 20 de marzo “ha sido un día histórico y gozoso para esta congregación” refiere Daniel Banyuls, pastor de la iglesia bautista de Cerdanyola. El motivo es que después de décadas de trabajo social entre los más necesitados de la ciudad de Cerdanyola, la responsable de esta labor en la iglesia durante quince años, Noemí Aldabó i Santacana, ha sido condecorada con el Premio a la Solidaridad 2012 que concede la Asociación de Amigos de Mossèn Rosell de la localidad. Esta Asociación cuenta con un jurado formado por destacadas personalidades de la cultura y la política. La entrega se realizó en la sala de actos del Museo de Arte de Cerdanyola, llena a rebosar, que recibió con fuertes aplausos la lectura del veredicto de la cuarta edición del premio solidario. Jaume Costa , secretario del jurado, destacaba el consenso alcanzado en el reconocimiento a la figura de Noemí Aldabó por su "labor continuada y desinteresada" en pro de los más desfavorecidos de la ciudad desde el año 1973. Se trata de un “reconocimiento personal a toda una vida de entrega a los demás y también un reflejo del peso que la labor social de esta Iglesia tiene en la ciudad” expresa Banyuls.A lo largo de los años, Noemí Aldabó ha impulsado iniciativas de apoyo a personas inmigradas, distribución de alimentos o atención a familias en riesgo de exclusión social, entre otros. Noemí Aldabó destacó al recoger el Premio el trabajo en equipo como clave del éxito del voluntariado. La galardonada indicó que el interés por ayudar a los más necesitados es un hecho que aprendió en su casa. Luego durante 16 años fue la responsable del equipo de voluntariado de la iglesia evangélica de Cerdanyola y ahora sigue colaborando de forma voluntaria porque este ha sido siempre un sentido de su vida. Aldabó explicó que a lo largo de los años las necesidades han cambiado mucho y que ahora mismo están "desbordados", pero también destaca que la sensibilidad de la ciudadanía ha aumentado con el objetivo de "ayudar a quien no tiene nada". Sobrio y elegante al igual que el trofeo especialmente diseñado por el artista Salvador Mañosa, el acto concluyó con un parlamento de la Alcaldesa de Cerdanyola Carmen Carmona, buena conocedora de la labor social de la iglesia, que dirigió una sentida y agradecida descripción del trabajo de Noemí Aldabó y de la Iglesia Bautista de Cerdanyola en general. Carmona, se congratuló de la calidad de los 10 proyectos solidarios que han sido finalistas en esta edición del premio. La alcaldesa asegura que trayectorias como las de Noemí Aldabó son un "ejemplo en una población especialmente solidaria" como Cerdanyola.