La libertad del Evangelio llega en moto a la prisión de Estremera

No sólo motos: bautismos, gospel, Evangelio y 50 personas que entregaron su vida a Jesús.

MADRID · 20 DE SEPTIEMBRE DE 2011 · 22:00

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El pasado sábado 17 los internos del Centro Penitenciario Madrid VII, Estremera, recibieron la visita de los "Covered Backs by Him", el club de moteros que preside el pastor evangélico Carlos Laborda.Las Honda, BMV, Kawasaki, y Harley-Davidson atravesaron los muros del centro penitenciario hastael patio interior haciendo un concierto de motores y claxon.El desfile concluyó en el salón Polideportivo, donde la dirección del Centro organizó una exposición con las motos que fue visitada por turnos por los internos e internas de distintos módulos de la prisión y charlando con los moteros.
El director del Centro, Jaime González Novo, acompañó a los moteros y voluntarios y les hizo entrega de un obsequio, durante la comida que compartieron los visitantes con los funcionarios, a la vez que les dirigió unas palabras de bienvenida, destacando la importancia del apoyo que suponía esa visita para los internos y para quienes desarrollan la labor penitenciaria.
BAUTISMO Y GOSPEL EN LA PRISIÓN
Ya por la tarde, la jornada continuó en la piscina del centro, donde se celebró un acto especialmente emotivo, en el que unos 20 internos -hombres y mujeres-, dieron testimonio de su fe en Jesús mediante el bautismo. El acto fue oficiado por los ministros de culto acreditados por Ferede, que prestan el servicio unificado de asistencia religiosa evangélica en dicho centro, los pastores (y esposos) Pablo J. Sanz y Ana María Troya, con la ayuda de otros colaboradores habituales.
A los bautismos siguió la celebración de un culto especial de alabanza, en el salón de actos de la prisión, durante el cual se oró por cada uno de los bautizados y se les hizo entrega de los correspondientes certificados de bautismo, acompañados por más de 300 internos e internas que abarrotaban la sala.
En ese clima de celebración y emoción, el pastor y presidente de los “Covered Backs”, Carlos Laborda, tuvo a su cargo una reflexión bíblica que concluyó con un llamado a “recibir a Cristo como salvador”, al que respondieron positivamente más de 50 personas.
UN TRABAJO RECONOCIDO
El trabajo de asistencia religiosa en Estremera sigue dando fruto y acumulando reconocimientos por parte de las autoridades y funcionarios de la prisión. Además de la satisfacción, tantas veces expresada por el propio Director de dicho Centro, en esta ocasión los pastores y colaboradores recibieron palabras de reconocimiento y gratitud por parte del Jefe de Servicio (una autoridad muy importante dentro de la dinámica interna de la prisión), que por primera vez presenciaba un culto evangélico . “Gracias por mostraros tan cercanos a los presos”, dijo, y añadió: “Me tenéis a vuestra disposición siempre que me necesitéis”.
Evidentemente, tan buen testimonio no se consigue haciendo las cosas sin una gran dosis de entrega y sacrificio. “Los pastores Pablo y Ana Mari viven en la cárcel de Martes a Domingo”, afirman algunos de sus colaboradores más próximos, que dan cuenta así el grado de compromiso con el que se realiza este trabajo, de forma ad honorem. Un compromiso que ha sabido complementarse con un respeto estricto por las normas de seguridad del Centro Penitenciario, lo que les ha merecido un grado de confianza máximo por parte de las autoridades.
Por su parte, la pastora Ana María Troya, que es también la Coordinadora de dicho servicio de asistencia religiosa unificado en Estremera, reparte los méritos del buen trabajo que se está realizando en esa prisión con “un equipo de colaboradores que comparten un mismo sentir”, y recuerda con solemnidad que “la obra es de Dios”.

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