La ONG evangélica El Buen Samaritano lucha para no cerrar

Con la ayuda recibida estos últimos días han podido prolongar el servicio del comedor, aunque la deuda amenaza su futuro inmediato.

CARTAGENA (MURCIA) · 30 DE AGOSTO DE 2011 · 22:00

,
La pasada semana el pastor José Juan Sánchez anunciaba el cierre inmediato del servicio de comedor del Hogar el Buen Samaritano en Cartagena (Murcia), ante la imposibilidad de hacer frente a varias deudas. Unas 300 personas iban a quedarse sin recibir el alimento diario que les proporcionaban en este centro. Desde el Buen Samaritano explicaron a esta redacción que con la ayuda que ha entrado estos últimos días, tras la llamada de auxilio, han podido seguir dando el servicio de comedor. “Entró algo de ayuda estos días, una ayuda que nos ha servido para poder seguir adelante esta semana. Sin embargo, aún no es suficiente y por lo tanto seguimos en el alambre, esperando que pueda llegar más ayuda para afrontar la deuda”. La deuda de la ONG llega a una cantidad de 70.000 euros, que el director de la asociación, el pastor José Juan Sánchez, no puede afrontar. La pasada semana expresaba su dolor al anunciar que, de no remediarse el asunto económico, “en los próximos días tendremos que cerrar por las deudas y por la falta de solidaridad”. SUPLIENDO NECESIDADES Las historias de aquellos que acuden a diario al comedor hablan de un servicio que para unas 300 personas se había vuelto indispensable. Por ejemplo, Francisca Gómez, una ama de casa, de unos 50 años, que vive con su hija y sus nietas, va al Buen Samaritano a por sustento desde hace meses, porque con el sueldo de su hija solo le da para pagar el alquiler de la casa y los recibos de agua y luz. Otro caso es el de Cristóbal Fernández, un joven desempleado que depende del comedor social, porque desde que perdió su empleo, hace dos años, no tiene casi ni para comer. En la misma situación está Manuel Kukuato, un ganés que desde hace dos años se acerca todos los día a la ONG a comer. La historia de estos tres necesitados en la misma que la del resto de personas que acuden a diario al salón del Buen Samaritano. La mayoría de ellos depende exclusivamente de lo que los voluntarios de esta ONG les dan, todo de forma gratuita: tanto el alimento como la ropa y el calzado. La Comunidad Autónoma, según Juan José Sánchez, les debe aún una subvención que les aprobó en 2010 de 20.000 euros. El Ayuntamiento ha sido quien, de momento, más les ha ayudado. “Fuimos a comunicar al concejal de Atención Social, Antonio Calderón, que teníamos que cerrar y nos dijo que el Consistorio no tenía dinero, pero que a pesar de ello nos daría 5.000 euros. Algo es algo”, dijo el presidente de la obra social. @MULT#IZQ#45249@Según sus cálculos, necesitarían mil abonados que destinaran como mínimo al mes unos 10 euros. Solo con esa cantidad y lo que reciben de las administraciones y entes públicos - cada vez menos-, podrían continuar su labor solidaria. Para mantener el comedor, el hogar de acogida y todos sus proyectos se gastan al año cerca de 160.000 euros, un dinero que procede de diferentes fuentes. Ahora intentan hacer un esfuerzo por conseguir más socios que se puedan aportar una cuota mensual. Para ello, cualquiera que desee solidarizarse con esta obra puede dar su aportación en alguna de estas cuentas: CAM: 20900054740200038788; CajaMurcia: 20430003192000524801; La Caixa: 21004031112200031123; Bancaja: 20771069401100418850. Más información en la web de El Buen Samaritano. UNA HISTORIA DE SACRIFICIO El Buen Samaritano nació como un sueño en el corazón de Juan José Sánchez, fundador de la ONG y actual director de la misma. Todo comenzó en un pequeño local “que yo mismo arreglé”, cuenta en una entrevista en La Verdad de Murcia. Al principio colaboraban su mujer y algunos voluntarios sensibles ante la necesidad de muchas personas que rebuscaban su comida entre la basura. Tras varios años de trabajo y más de un traslado, el comedor y la residencia se han ampliado hasta tener el notable alcance actual. La ONG depende de las ayudas de las administraciones, de empresas, de instituciones privadas, de donativos y del trabajo de los voluntarios. “Yo aún no me creo que vaya a cerrar. Estoy convencido de que Dios mandará a alguna empresa o institución caritativa que nos ayude. No quiero pensar en el cierre”, afirma Sánchez.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ciudades - La ONG evangélica El Buen Samaritano lucha para no cerrar