Los evangélicos, 40 años esperando una parcela municipal

Cuando hace cuarenta años nació la primera iglesia evangélica de Guadalajara, la situación era muy distinta a la actual. “Llegamos hace 38 años”, recuerda Jesús Esteban, pastor de La Roca, comunidad pionera en el lugar. “En aquellos tiempos era diferente, no había tanta libertad religiosa, la gente estaba más cohibida porque no sabían qué era esto; los comienzos fueron un poco difíciles”. A medida que iba pasando el tiempo, los guadalajareños se fueron acostumbrando a convivir con una religión distinta, tanto es así, que hoy los evangélicos se sienten reconocidos y aceptados. Pero algo le falta a esta comunidad de fe: En varias ocasiones ha solicitado un lugar para construir su templo, sin obtener respuesta. Actualmente hay casi una decena de iglesias evangélicas en la capital, y otras repartidas por localidades de la provincia, lo que supone un importante incremento de cristianos evangélicos en la zona. Esto se debe, sobre todo, a la llegada de inmigrantes. Esteban explica que el protestantismo está mucho más extendida en el continente americano en general, y menciona que “en Estados Unidos es la primera confesión”, asegura, por ello, el flujo migratorio ha hecho crecer a esta comunidad. “Aunque algún español también hay”, bromea el pastor. Una de las cosas que más llamaban la atención de los vecinos es la peculiaridad de las reuniones de culto, la manera de orar y alabar a Dios con música. “Somos un poco escandalosos”, reconoce Esteban. Sin embargo la buena localización de los espacios de culto les permite la máxima libertad de expresión sin molestar a nadie. De hecho, aseguran que nunca han tenido problema con los vecinos de Guadalajara en ninguna zona de la capital. DISCRIMINACIÓN Esta iglesia tiene locales propios, con todos los permisos en regla, ya que aunque no exista una ley de culto, sí es obligatorio respetar las ordenanzas municipales urbanísticas. “El Ayuntamiento nunca nos ha puesto ninguna pega”, asegura Esteban. Eso sí, por mucho que se lo han pedido, no les ha cedido una parcela para construir un templo. En este aspecto, el pastor observa “una cierta discriminación”, en especial “con la iglesia católica”. Recuerdan que ellos nunca han recibido ninguna subvención económica y “para la iglesia católica sí hay dinero”. Después de tantos años, casi han dejado de insistir en cuanto a la cesión de la parcela. “En la legislatura pasada ya fuimos al Ayuntamiento varias veces a solicitarlo, pero el alcalde nunca nos contestó, así que como ahora repite, de momento, no vamos a continuar”, explica el pastor evangélico. En relación a los musulmanes asentados en el lugar, la iglesia evangélica se ha hecho eco de la negativa del barrio de Escritores a la ubicación de una mezquita allí. “La comunidad musulmana firmó en la misma época que nosotros los acuerdos religiosos”, expresa el pastor. Señala también que aunque está reconocida la enseñanza religiosa en los colegios, los evangélicos tienen problemas para poner en práctica este acuerdo. Esteban destaca que la misma situación atraviesa la comunidad musulmana y pide “estar a bien con la ciudadanía” y poder ejercer la libertad religiosa. IGLESIA ORTODOXA La iglesia ortodoxa en Guadalajara celebró hace seis meses la colocación de la primera piedra de su futuro templo en la capital para dar servicio a los casi 4.000 ortodoxos que viven en la provincia. Se trata de una comunidad que viene celebrando sus reuniones en Casa Nazaret, espacio cedido por la iglesia católica. El lugar donde se va a construir el templo es una parcela otorgada por el Ayuntamiento de la capital al otro lado de la A-2, lo que demuestra que el Consistorio sí tiene espacios que puede destinar a confesiones religiosas. Hace cerca de tres años que los ortodoxos vienen reclamando un lugar donde ubicarse ya que su comunidad es cada vez más grande. Su pastor, Emilian Geabana, asegura que en Guadalajara están felices, nunca se han sentido discriminados y jamás entrarán en polémica con otras confesiones.