FONDEVAN: 62 años apoyando la evangelización

El ministerio de FONDEVAN cumplirá 62 años el próximo mes de octubre. Este servicio, cuyo nombre es un acrónimo de “Fondo de evangelización”, nació para suplir la necesidad de ayudar a coordinar el mantenimiento de los obreros españoles de las Asambleas de Hermanos. Roberto González, actual consejero administrador explica, en la entrevista realizada por Beatriz Garrido en Protestante Digital, que entonces (año 1949) surgió la inquietud entre las iglesias de mantener a los obreros que hasta entonces no tenían un sustento constante. Edmundo Woodford y Santiago Miñambres enviaron una circular en la que instaban a las iglesias a participar del “privilegio y la responsabilidad que tenían en cuanto al sostenimiento de los obreros”. Las iglesias de España respondieron progresivamente a este llamado, fundándose así este ministerio de apoyo a los obreros a pleno tiempo de la iglesia local y, sobre todo, a la obra pionera en España desde las Asambleas de Hermanos, favoreciendo que se puedan establecer nuevos puntos de testimonio. En el año 49, las primeras ofrendas que se repartieron “entre cinco obreros fueron poco más de 1.200 pesetas”, recuerda Roberto González. Ahora, este ministerio reparte las ofrendas entre 38 obreros a lo largo de toda la geografía española. Este trabajo lo realiza un equipo de administradores entre los que se encuentra Roberto González. “Además de intervenir en las decisiones que el Fondo tiene que tomar, mi labor –explica- es contabilizar las ofrendas que se reciben, y en los últimos días de cada mes repartirlas entre los 38 obreros”. Para ser beneficiario de FONDEVAN es necesario que la iglesia local notifique a este ministerio que se trata de “un hermano o hermana o una familia completa que quiere salir a la obra”. “Tiene que ser encomendado por la iglesia local, con la cual pueden asociarse otras iglesias de la zona que se identifican con la decisión que han tomado estos hermanos”, explica González. Así, la iglesia local comunica al Fondo que desea que estos obreros estén en la lista de beneficiarios de las ofrendas. “FONDEVAN no manda ni encomienda, sino que cumple lo que las iglesias locales le piden”, añade el consejero administrador. En estos momentos las ofrendas se reparten mensualmente entre 38 obreros, un reparto que se realiza de acuerdo a un baremo de puntos en el que se tiene en cuenta situaciones concretas que impliquen recibir una cuantía mayor o menor. Por ejemplo, “tener hijos menores de 25 años viviendo en el hogar, si la vivienda es de alquiler o propia, o si hay algún hijo minusválido… Todas estas cosas se tienen en cuenta”, explica González, que remite a su página web para conocer más a fondo estos criterios. SITUACIÓN ACTUAL @MULT#IZQ#42753@En la actualidad son casi 120 iglesias locales, además de unos 30 particulares a título personal, los que aportan mensualmente para el sostenimiento de los obreros de las Asambleas de Hermanos. González admite que “la crisis económica” se ha notado los últimos años, de manera que tanto a principios del año 2009 como en el 2010 se realizó un llamado a las iglesias a no descuidar esta labor. La respuesta fue satisfactoria, ya que “tanto en el 2010 como en el 2009 se superó lo ofrendado en el 2008”. FONDEVAN está comprometida a ayudar a los obreros encomendados de por vida. Por otra parte, González explica que hay situaciones que pueden llevar a que un obrero deje de ser sostenido. “Un caso es si hay pecado y disciplina al punto de que la iglesia retire la encomendación” explica González, considerando que se trata “de casos muy tristes” que se han dado, aunque “muy pocos”. Otro caso es el de “un cambio de denominación”, que “entra en la libertad de todo hermano o toda hermana”. Al entrar un obrero antes sustentado “en una denominación con un sistema distinto de sostenimiento, que no es igual que FONDEVAN, no nos consideramos como el cauce para dar esta ayuda, porque tiene que ser ayudado por la denominación en la que está”. Han sido dos años de mucha actividad para este ministerio, que ha tenido que realizar varias consultas a las iglesias locales.Este intercambio ha servido para considerar diversas sugerencias en cuanto al estado de este ministerio. “Siempre hemos terminado diciendo que estamos abiertos a recibir y considerar cualquier sugerencia que contribuya al mejoramiento de FONDEVAN. Los que estamos convencidos de que no es perfecto somos nosotros”, añade González. Una de las sugerencias que se ha seguido es la de compartir información económica con más regularidad. Así, en la página web ahora pueden consultarse las cuantías de las aportaciones y el número de iglesias que lo realizan de forma trimestral, semestral y anual, comparándolo con las aportaciones anteriores. Además se publica un boletín impreso en el que se informa de la situación de los obreros y la obra en los lugares donde cumplen su ministerio. González explica que “desde 2008” han pasado por situaciones que “no nos han hecho bien, además nos han tenido ocupados en una gran cantidad de trabajo, con mucha correspondencia cruzada”. La situación que queda es que FONDEVAN “nunca ha impuesto sus criterios, sino que estos vienen de las iglesias que encomiendan a sus hermanos y son las que envían el dinero junto a los particulares que se distribuye”. El Fondo “lo recibe todo de los hermanos, sea a título particular o de las iglesias. Cuando necesitamos consejo para algunas cosas se lo pedimos a los ancianos de las iglesias”. El consejero administrador quiso recalcar que se trata “de un servicio a las iglesias, a los hermanos, a los obreros. No es otra cosa. Si FONDEVAN no fuese una obra del Señor, no aguantaría tantos años (…) Ningún consejero de FONDEVAN ni el administrador tiene ni sueldo ni dietas de viaje, así que es un servicio de amor”. González quiso recordar el lema del ministerio, que cita los versículos de Corintios: “La ministración de este servicio no sólo suple lo que a los santos falta, sino que abunda en muchas acciones de gracias a Dios. Otro texto que me acompaña, está en Gálatas y dice: servíos por amor los unos a los otros”.