Zaragoza: vecinos de Rosales de Canal se oponen a la cesión de parcelas a Remar

El ayuntamiento de Rosales del Canal concedió la cesión de una parcela para la ONG evangélica Remar, donde ésta se comprometió a construir un centro sociocultural. Sin embargo, los vecinos del barrio siguen reivindicando que los terrenos se utilicen para otros servicios que consideran más prioritarios.

ZARAGOZA · 13 DE SEPTIEMBRE DE 2010 · 22:00

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Según los vecinos, no es cuestión de insolidaridad, sino de que el barrio tenga los servicios que le corresponden. Los habitantes de este nuevo barrio, surgido en el sur de Zaragoza, que tiene el índice de natalidad más alto de la Comunidad Autónoma, se quejan de la falta de servicios públicos tanto en el barrio como en los alrededores. «Queremos las parcelas libres y que nos hagan los servicios. No tenemos guarderías, ni bibliotecas públicas, ni centro cívico social», ha explicado a Aragón Press una portavoz de la Asociación de Vecinos Entrelagos, Beatriz Urriés. «Es injusto que se nos tache de insolidarios», ha sentenciado Urriés. «Si hubiera 20 parcelas libres y nos estuviéramos oponiendo, lo entiendo, pero éste no es el caso», ha aseverado. Asimismo, la portavoz de los vecinos ha querido dejar claro que no hay nada en contra de las dos ONG. «Si hubiera sido cualquier otra, nos hubiéramos opuesto de igual manera. De hecho, una asociación de enfermería pidió la parcela y también estuvimos en contra», ha explicado Beatriz Urriés. «¿Qué tenemos que hacer? –se ha preguntado Urriés- ¿coger un autobús 45 minutos para ir a una ludoteca o a una biblioteca porque aquí van a dar unos servicios que no necesitamos?» Asimismo, los usuarios de los servicios de las ONG, tendrán que hacer ese recorrido de 45 minutos para venir al barrio. Una situación que para la representante de los vecinos «no tiene ningún sentido». «Estamos aislados, sin comunicaciones y sin servicios, y tenemos que luchar por las dos únicas parcelas en las que podemos tener esos servicios en el futuro», ha aseverado la portavoz vecinal. Además, según se apunta desde la Asociación de Vecinos, otro de los motivos de oposición al edificio de Remar es la pertenencia de esta organización a la Iglesia Evangélica Pentecostal del Cuerpo de Cristo. «En el barrio hay vecinos con distintas religiones y otros que no tienen ninguna y no quieren asistir a un centro cívico religioso», han indicado. OPOSICIÓN FIRME Asimismo, los vecinos critican los preceptos que -según ellos entienden- la Iglesia Evangélica defiende en ciertos ámbitos como la relación entre hombre y mujer en el matrimonio o con los jóvenes y que se reflejan en su página web. «Hemos visto los contenidos y nos parece increíble que el Ayuntamiento diga que esto va a ser beneficioso para el barrio», han aseverado desde la asociación. Hasta ahora, las acciones llevadas a cabo por los vecinos han consistido en una recogida de firmas, y en algunas movilizaciones de protesta en el propio barrio. Además, el pasado mes de mayo impusieron un recurso contencioso administrativo que está admitido a trámite y permanecen a la espera de la decisión del juez. De cara al futuro, los vecinos esperan mantener una reunión con los responsables del área de Urbanismo. REMAR RESPONDE Por su parte, desde Remar, una de las asociaciones que ha recibido una parcela en el barrio, han explicado que el proyecto consiste en «hacer la sede de Remar Aragón en ese espacio y hacer talleres de radio, televisión o teatro». Desde la asociación no han descartado además ofrecer al barrio algunos de los servicios que puedan necesitar, «siempre coordinados por Remar», indica el responsable de Remar en Aragón, José Luis Alvaredo. Asimismo, Alvaredo ha calificado de «mentiras y engaños» las opiniones vertidas por algunos de los vecinos del barrio. «Primero dijeron que si iba a ser un centro de rehabilitación de drogadictos, después que si pertenecemos a la Iglesia Evangélica y que decimos que hay que pegar a las mujeres…». «Decir esto es crear una inestabilidad impropia», ha sentenciado Alvaredo. Sin embargo, Alvaredo trata de mostrarse, hasta cierto punto, comprensivo con la postura de los vecinos: «Si yo me compro un piso y me dicen que al lado hay un espacio que van a ceder a rehabilitación de drogadictos, también me pondría en pie de guerra», ha apuntado. «Entiendo las necesidades de Rosales del Canal, pero eso no tiene nada que ver con la actividad que vamos a desarrollar ni con la cesión del terreno». Además, el responsable de Remar considera que esta polémica «no tiene sentido». «¿En qué cabeza cabe que el Ayuntamiento conceda una licencia de actividad para un centro de rehabilitación o de marginación que pudiera perjudicar al barrio?», se interroga José Luis Alvarado, que recuerda que el Consistorio de Zaragoza adoptó la decisión de la cesión de la parcela por unanimidad. Desde la ONG, al margen de la polémica, se muestran «determinados a seguir con el proyecto «Nosotros para nada queremos perjudicar al barrio. Todo lo contrario». «De hecho, en todos los barrios, los que conocen nuestra labor están con nosotros». La decisión del Ayuntamiento de ceder esos espacios a organizaciones privadas fue adoptada por la comisión de planificación urbanística hace algunos meses. Se llevó a cabo por el procedimiento de Derecho de Superficie, tal y como han explicado fuentes municipales a ARAGÓN PRESS. Por medio de este procedimiento se ceden parcelas municipales a entidades privadas que desarrollan proyectos que, desde el Consistorio se consideran beneficiosas o acordes para el desarrollo de la zona en la que se ubican. Pasado un tiempo establecido de mutuo acuerdo (en este caso son 75 años) tanto la parcela como lo edificado sobre ella volverá a ser propiedad municipal.

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