Evangélicos menonitas tendrán nueva sede en Burgos en 2011

La idea comenzó a gestarse hace años. Poco después arrancaron las conversaciones con el Ayuntamiento, capitaneado entonces por el socialista Ángel Olivares. Concretados los términos de la cesión del terreno y superados los obstáculos, que los hubo, hace seis meses se iniciaba la construcción. Al día de hoy, apenas resta otro medio año para que la iglesia evangélica menonita disfrute de su nueva sede social y espacio de culto. “Supondrá salir de las catacumbas”, bromea Agustín Melguizo, el pastor de los menonitas burgaleses, satisfecho con el ritmo actual de un proyecto que ha supuesto una inversión próxima a los 600.000 euros, financiada al completo por los miembros de la comunidad. Cada celebración dominical reúne actualmente a unos 150 feligreses. “A diferencia de otras confesiones, crecemos en número y predomina la gente joven, por definición muy activa”, dice Melguizo. Justifica así la necesidad imperiosa de un espacio adecuado a sus necesidades que, además, estará emplazado en una zona de la ciudad en la que vive un gran número de familias evangélicas. Además del culto semanal, en torno a esta comunidad “hay otras muchas iniciativas”, precisa el pastor, tales como las que llevan a cabo varias agrupaciones sociales, entre ellas La Casa Grande, y juveniles. Y el edificio en ciernes sería también la sede de todas ellas. RELACIÓN CON LA COMUNIDAD Una de las inquietudes del colectivo evangélico menonita es ganarse la confianza del vecindario pues hubo voces contrarias a la cesión de la parcela en la que ahora se levanta su sede. “Alegaban que ese espacio estaba destinado a uso educativo pero el Ayuntamiento consultó a la Junta si tenía algún proyecto en esta ubicación y ésta aseguró que no. A partir de ahí creemos que los recelos parten de un temor infundado alimentado por el desconocimiento de nuestra actividad. Hemos buzoneado todo el barrio informando de quiénes somos y lo que hacemos y tenemos pensado inaugurar el edificio con propuestas dirigidas a darnos a conocer”, explica Melguizo. Actualmente se están ultimando los detalles burocráticos de la fusión entre la iglesia evangélica menonita y la iglesia cristiana evangélica más antigua de la ciudad, que pasarán a denominarse Comunidades Unidas Anabaptistas una vez que la asamblea apruebe los nuevos estatutos. De hecho, en la práctica ya funcionan unidas desde finales del año pasado, constituyendo una más de las aproximadamente 15 iglesias evangélicas que hay en Burgos.