Se celebró en Toledo un Encuentro de responsables de las Asambleas de Hermanos de España

El conferenciante invitado fue François-Jean Martin, doctor en Biogeografía y consejero del rector de l’Academie de Strasbourg, responsable de Misiones de la Coordinadora de Asambleas de Hermanos de Francia, de cuya Comisión de Servicio y Referencia forma parte.

TOLEDO · 25 DE ABRIL DE 2010 · 22:00

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Entre el 16 y 18 de abril tuvo lugar el Encuentro Nacional de Responsables de las Asambleas de Hermanos de España (Más información: www.asambleasdehermanos.org.es), en Los Yébenes (Toledo). François-Jean Martin abordó la experiencia francesa en materia de funcionamiento de su Coordinadora. La historia de las asambleas francesas no es la misma a nivel nacional que la de las asambleas españolas. La lucha por la libertad de culto y de pensamiento es más antigua; también el episodio fascista y de oposición a la fe por el Estado ha sido menos prolongado. A final de los setenta las iglesias tendieron a desaparecer. Incapaces para hacer frente a una sociedad en evolución imparable, frente a la modernidad y luego a la posmodernidad. Un panorama desolador, donde reinaba la pobreza teológica. Reaccionaron y crearon la Comisión de Servicio y de Referencia Nacional y una asociación cultual, así como instrumentos de comunicación: revista nacional, cartas nacionales a iglesias y ancianos. Apostaron por la formación y por pastorales regionales. El trabajo misionero se desarrolló y extendió. Esta experiencia de 35 años puede considerarse como un modelo a tener muy en cuenta. UNA LLAMADA A LA SOLIDARIDAD Y en esta tónica retó a los participantes del encuentro a reflexionar sobre el tema según las necesidades de sus iglesias y según las particularidades de cada una. Fue al Antiguo Testamento para recordar las exigencias de Dios en materia de solidaridad, donde los inmigrantes y desfavorecidos tenían un tratamiento especial en Israel. Amarás al prójimo como a ti mismo. Destacó que Jesucristo es el solidario por excelencia, pues nos dejó un modelo digno de seguir. Se despojó de sus prerrogativas divinas para tomar la condición de un humilde pueblerino. Su solidaridad con la humanidad es nuestra fuente de salvación. En este sentido, François-Jean Martin, preguntándose sobre cómo debe ser la solidaridad en la iglesia, dijo lo siguiente: “El cuerpo es indivisible. Sería estúpido pensar que todos los miembros son polivalentes e intercambiables. Cada miembro es indispensable y es solidario con los demás. Es necesaria la coherencia entre los miembros: sus ligazones deben ser sólidas y los movimientos bien coordinados, armoniosos, desarrollados lógicamente. Si hay división, esto es fuente de sufrimiento para el cuerpo”. “Y ahora, hermanos, ¿qué debemos hacer?”, preguntó el conferenciante. El remate del segundo día de conferencias fue bastante contundente. François-Jean Martin estima que es necesaria una mirada al pasado para recordar nuestros fundamentos, nuestra confesión de fe, nuestras elecciones eclesiológicas. Por ello, concluyó: “Es hora de tomar una firme decisión de arrepentimiento y de perdón. Es el momento de la liberación, de cerrar las llagas. Más que palabras y textos necesitamos hechos y verdad. Juntos representamos un potencial único si vivimos auténticamente el sentido del jubileo. El Señor bendecirá este testimonio y se logrará una de las metas de nuestras iglesias. Queda todavía mucho trabajo que hacer en España y otras partes; miles de seres humanos se pierden sin Cristo. Quedan multitud de lugares para plantar otras iglesias. La mies ya está blanca”.

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