Revisan tópicos sobre Calvino y la Reforma en una jornada teológica

"Hay muchos tópicos sobre la Reforma, que está muy mal entendida. Se dice prácticamente de todo: que si es el origen del capitalismo, de la teocracia, de la democracia", explicó Marta García Alonso, durante la jornada teológica celebrada el sábado 16 de enero en Barcelona, con el apoyo de la Federación de Iglesias Protestantes Suizas (SEK-FEPS). García Alonso, profesora de historia de la UNED y autora del libro ´La teología política de Calvino´, se autodefine como atea. Durante su intervención dijo que otro de los tópicos es entender al primer reformador, Martín Lutero, como "el místico, el teólogo y el religioso" y a Calvino como "el eclesial, el canonista, el que está del lado del derecho". APORTACIONES Por su parte, Carles Capó, teólogo catalán formado en Ginebra, pastor de la iglesia de calle Tallers de Barcelona, consideró que buena parte de las aportaciones de Calvino siguen siendo válidas. Entre ellas, ´Soli Deo Gloria´: "Dios por encima de todo, sólo a Dios le debemos la gloria”, que está por encima de cualquier poder temporal. Señaló también que una aportación que hace la Reforma, y que Calvino consolida, es la importancia de la lectura directa de las Escrituras por parte de los fieles. "Con el principio de ´Sola scriptura´, la Reforma descarta cualquier otro sistema de comprensión que no sea el de la Bíblia", dijo. CALVINO En cuanto a los tópicos sobre Juan Calvino, el pastor catalán indicó que uno de los más extendidos es la idea de que "Calvino fundó el capitalismo", a partir de una lectura "simplificada" de la obra del sociólogo alemán Max Weber, ´La ética protestante y el espíritu del capitalismo’. Capó, que se autodefine como calvinista, instó a los protestantes a ser honestos y a no "querer exculpar" a Calvino de la condena a muerte por parte de las autoridades ginebrinas del médico, teólogo y humanista aragonés Miguel Servet, acusándole de herejía, por su negativa a la Trinidad y la defensa del bautismo en la edad adulta. Precisamente, Calvino fue un gran detractor del anabaptismo, palabra que designa los movimientos que se oponían al bautismo entre los niños y optaban por hacerlo en los adultos. Algunos anabaptistas también defendían el rebautizo -bautizar de nuevo a los adultos si se convertían-. Movimientos como los cuáqueros o los menonitas -conocidos como el ´ala izquierda de la Reforma´- fueron duramente perseguidos en la Europa cristiana, y muchos encontraron refugio en Norteamérica, donde pudieron vivir en libertad conforme a sus creencias, según recordó el pastor anabaptista y profesor del Seminario Evangélico Unido de Teología (Seut) Antonio González . TRAYECTORIA Juan Calvino, nacido en Lyon en 1509, entró en contacto con las ideas luteranas durante sus estudios universitarios, y tomó la decisión de convertirse. Después de que los ginebrinos decidiesen en votación popular el año 1536 romper con la Iglesia de Roma y vivir "según el Evangelio y la palabra de Dios", el pastor ginebrino Guillaume Farel invitó a Calvino a vivir en Ginebra. Allí empezó a predicar. Dos años más tarde, Farel y Calvino son expulsados de Ginebra por el Consejo de la Ciudad, aunque después de un exilio en Estrasburgo, en 1541 regresa a aquella ciudad, y permanece allí hasta su muerte acaecida en 1564. Durante este periodo, escribe sus principales tratados de teología, entre ellos ´Institución de la Religión Cristiana´, al mismo tiempo que Ginebra se convertía en una ciudad refugio para los hugonotes, es decir, los franceses reformados.