Ante la poca vocación sacerdotal, la Alianza Evangélica culpa en parte al celibato obligatorio «antibíblico»

El portavoz de la Alianza Evangélica Española considera que el celibato obligatorio frena las vocaciones a sacerdote que puedan tener los jóvenes. «Una persona que tiene vocación de formar una familia es obligada a estar célibe y creo que esto es una carga muy grande y muy difícil de llevar y sin duda un hándicap para las vocaciones», sentenció Tarquis. El portavoz de la AEE concluyó que si la jerarquía católica permitiera el celibato voluntario, y más ahora que incluirá en su seno a sacerdotes anglicanos casados, al margen de que pudiese reducir esta crisis de vocaciones “sobre todo sería una postura acorde con la Biblia”. CRISIS SIN FRENO En España hay 23.059 parroquias, de las que 10.615 ya no tienen sacerdote titular. Lo peor de esta «realidad preocupante» es que lleva camino de empeorar. Según los datos subrayados por el cardenal Rouco, cada sacerdote debe atender, como término medio, a 3.445 personas y su edad media se sitúa en los 63,3 años. La preocupación se agrava, según el purpurado, por las circunstancias que obligan a los sacerdotes rurales a hacer largos desplazamientos para atender a una infinidad de pequeñas comunidades, «que no reúnen muchas veces más de 10 personas de edad avanzada». En las áreas urbanas, por contra, la preocupación se centra en que «uno o dos sacerdotes se ven obligados a servir a dos o tres decenas de miles de personas de muy distintas edades y condiciones culturales y religiosas». El Vaticano tampoco es ajeno a este problema. El debate se ha abierto gracias a la iniciativa romana de «adoptar» a los sacerdotes anglicanos, respetando sus matrimonios. Sólo falta que los sacerdotes católicos vuelvan a preguntarse el sentido del celibato, un debate enterrado durante años que ahora vuelve a estar en primera plana.