Asesinan a un pastor gitano evangélico y su padre en Sant Boi

Decenas de personas acudieron este pasado sábado 28 de noviembre a Sant Boi para acompañar a la familia del padre e hijo asesinados a tiros la noche del pasado viernes en Sant Boi de Llobregat, Barcelona. Ambos eran de fe evangélica, siendo además el hijo pastor de la Iglesia de Filadelfia.

BARCELONA · 27 DE NOVIEMBRE DE 2009 · 23:00

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Las dos víctimas, españoles de etnia gitana, eran padre e hijo y de fe evangélica. Residían en Sant Boi y tenían 58 y 38 años. Murieron tras el tiroteo por heridas de arma de fuego (video de la noticia). El presunto asesino fue detenido por los Mossos d´Esquadra, inmediatamente tras el tiroteo producido en Sant Boi de Llobregat (Baix Llobregat) donde murieron un padre y su hijo. Se trataba de Manuel H.S., español de etnia gitana de 39 años y vecino también de Sant Boi, al que le encontraron con un arma de fuego y herido de gravedad. Tras ser ingresado en un hospital falleció la tarde del mismo sábado, a causa de las heridas de arma blanca recibidas en la pelea que siguió a los disparos. Los familiares y amigos de las víctimas se mostraron muy afectados por lo sucedido y declinaron hablar con los medios de comunicación. Una vecina, Manuela, manifestó que los dos muertos "eran evangélicos, unos gitanos muy buenos, los mejores del barrio". EL ASESINATO Los disparos se produjeron en torno en la calle Federico García Lorca del barrio Camps Blancs, y según las primeras investigaciones, la causa de los disparos sería la desavenencia entre la familia de los fallecidos y la del presunto asesino. Según refieren los vecinos de las víctimas y La Vanguardia y el Periódico, eran de fe evangélica, siendo además el hijo pastor de la Iglesia de Filadelfia (la iglesia evangélica gitana). La hipótesis que ha cobrado más fuerza apunta en una dirección: una de las familias (posiblemente la de fe evangélica) desechó la petición de la mano de una menor del otro clan, de unos 12 años. La negativa desencadenó la disputa, que acabó en tragedia. Según fuentes de la investigación, las familias mantenían ya una relación difícil y el rechazo a la oferta de boda de la menor no hizo más que agravar la situación. La noche del asesinato el enfrentamiento empezó como una discusión, pero acabó de manera violenta cuando, al parecer, Manuel H.S. sacó una pistola con la que disparó contra los otros dos, que fallecieron en el acto. A continuación (siempre según declaraciones de los testigos) se originó una reyerta en la que se produjeron varios heridos de arma blanca, de los que el más grave de ellos fue el autor de los disparos, que pese a sus lesiones pudo abandonar la escena del crimen y huir hasta que fue localizado por la policía. MANIFESTACIÓN POR EL PADRE Y EL HIJO MUERTOS Un centenar de personas se concentraron el mediodía del pasado sábado en los alrededores del domicilio de las dos víctimas del tiroteo de Sant Boi de Llobregat, entre ellos familiares y amigos que acudieron para acompañar en el luto a la familia de los fallecidos, muy conocidos y queridos en el barrio de Camps Blancs, donde ocurrió el suceso. El domicilio de las víctimas, ubicado entre la Gran Via Camps Blancs y la calle de Narcís Monturiol fue durante toda la mañana un ir y venir continuo de amigos y familiares que permanecieron durante horas en la plaza frente al edificio donde vivían los fallecidos. A unos 50 metros de allí se produjo el tiroteo, en el cruce entre las calles de Federico García Lorca y de la Legalitat. GUERRA DE FAMILIAS Dos viviendas fueron incendiadas la pasada noche del sábado 29 de noviembre en Sant Boi de Llobregat en lo que parece ser un acto en respuesta a las tres muertes registradas el pasado sábado en esta localidad barcelonesa en un enfrentamiento entre familias de etnia gitana, informaron a Europa Press fuentes de los Mossos d´Esquadra. Ambos incendios se produjeron entorno a las 23.50 del pasado sábado en la plaza de Paulo Freire, en el barrio de Camp Blancs, que se encuentra a menos de cincuenta metros de la calle de Federico García Lorca, lugar donde se produjo el tiroteo. Al menos una de las dos viviendas, situada en un bajo del número 62 de la plaza Paulo Freire, quedó completamente calcinada, aseguraron fuentes de los Mossos. En la otra, un primer piso del número 65 de la misma plaza, también se apreciaban los signos del fuego desde el exterior del edificio. En ambos casos existen indicios de que el fuego fue provocado. MULTIMEDIA Pueden ver aquí un video de la noticia sobre el asesinato a tiros de dos evangélicos gitanos en Sant Boi

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