Se realizó el encuentro `medios y minorías religiosas´ en El Ateneo de Madrid

Organizada por la Fundación Pluralismo y Convivencia y Religión Digital se celebró el pasado 20 de mayo una Jornada de trabajo sobre Medios de Comunicación y Confesiones Minoritarias en España -en el emblemático Ateneo de Madrid- con una amplia participación de profesionales de la comunicación de varios medios españoles, y de las diferentes “minorías religiosas”.

MADRID · 23 DE MAYO DE 2009 · 22:00

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El objetivo era analizar y debatir sobre el tratamiento del pluralismo religioso en los medios de comunicación de una forma eminentemente participativa, con dos sesiones de trabajo, con un ponente en cada una de ellas, que realizaban una exposición inicial del tema durante menos de media hora, y dos personas que complementaban lo expuesto con diez minutos cada una, para contar después con la participación de todo el aforo. Asistieron a título personal periodistas de diferentes confesiones: judía, católica, evangélica, budista, y mormona. También periodistas de conocidos medios españoles como El País, El Mundo, EFE, Onda Cero, Cuatro TV, así como de medios digitales y profesores universitarios. PRESENTACIÓN La presentación de las jornadas corrió a cargo con los representantes de las entidades organizadoras: José Manuel Vidal (director de Religión Digital) y José Manuel López Rodrigo (director de la Fundación Pluralismo y Convivencia). Su discurso fue un alegato a favor de una libertad religiosa incluyente, y por una mayor presencia de las diferentes confesiones en la sociedad del siglo XXI. En su intervención, José Manuel López subrayó el “cambio sociológico” que se ha producido en nuestro país desde 1980, fecha de la última Ley de Libertad Religiosa, cuyo futuro se está debatiendo ahora. “Podemos tener un debate abierto, y pensar en libertad”, indicó. Para el director de la Fundación Pluralismo y Convivencia, cuando se aprobó dicha ley “la sociedad española se dividía en dos: clericales y anticlericales”. Afortunadamente, “hoy vivimos en una sociedad menos creyente y más plural, lo que requiere un replanteamiento sobre cómo afrontamos las cuestiones”. Todo ello, con un nuevo elemento: “el debate sobre si el hecho religioso es privado o público, un debate que aún está sin resolver”. Sobre la futura Ley, López afirmó que “no nos mueve ideología alguna, sino una cuestión social que hay que abordar. Hoy, para ser español no hace falta ser católico, aunque persiste la percepción de que todo lo que no es católico, o anticatólico, es algo extraño y eso no se corresponde con la realidad”. “La libertad religiosa es una de las esencias de la democracia”, afirmó José Manuel López, quien quiso deslindar el proceso de ciudadanía y de religiosidad del aspecto inmigratorio. “El que hoy es extranjero, mañana no lo será, pero sí quedará un proceso de libertad religiosa que hay que construir”, añadiendo que “la laicidad y la libertad religiosa no se oponen: podemos tener más laicidad y más libertad religiosa, que es lo que la sociedad nos está demandando”. Por su parte, José Manuel Vidal insistió en la necesidad de “poner en el mapa, visibilizar la realidad de las religiones en nuestro país”; uno de los objetivos fundacionales de Religión Digital. “No podemos estar de espaldas”, afirmó Vidal, quien añadió que “España ha dejado de ser monocolor desde el punto de vista religioso”, y reclamó la necesidad de “un mutuo conocimiento entre todos”, especialmente entre medios y confesiones. PRIMERA PONENCIA: LA VISIÓN DE LOS MEDIOS La primera ponencia trató el tema de “Las religiones minoritarias desde la perspectiva de los medios de comunicación”, cuyo ponente fue Juan G. Bedoya (del diario El País), contando con las aportaciones de Alejandro Baer (Universidad Complutense) y Miguel Hernando de Larramendi (Universidad de CLM). En su ponencia, Juan Bedoya ha apuntado algunas claves sobre la libertad religiosa. Un terreno en el que se ha avanzado mucho, pero donde nos queda mucho por hacer. Decía Bedoya que “hemos completado, pese a muchas lagunas, la transición política y social, la militar, la sindical, pero esa etapa no se puede dar por concluida mientras quede pendiente la transición religiosa”. Se ha tocado la ley de libertad religiosa, y tal vez, como afirmaba Bedoya, no se ha hablado tanto de cumplir lo ya firmado cuanto de reformar la ley. Y es que, en opinión de Bedoya, en esta cuestión España camina con la marcha del cangrejo en laicidad; existe una confesionalidad católica encubierta. En definitiva, se exige del Estado lo que el Estado prometió en la Constitución: “ninguna religión tiene carácter estatal”. “Nadie puede ser discriminado por razones de raza o religión”. Está muy bien, pero lo cierto es que estas confesiones, la mayoría, se sienten “muy discriminadas en la práctica y en el Derecho” en relación con la Iglesia católica. En la réplica a Bedoya han participado Álex Bauer y Miguel Hernando de Larramendi, quienes han incidido en la existencia de una suerte de estereotipos, tópicos y prejuicios sobre las minorías religiosas en España, y que tienen mucho que ver con el hecho de trasladar conflictos culturales y políticos a conflictos religiosos. El caso de Oriente Medio es especialmente significativo. Larramendi, además, ha realizado un llamamiento a sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del pluralismo. Es una realidad absolutamente ignorada, y un punto de arranque absolutamente fundamental. Como también lo es advertir cuáles son las fronteras en el debate entre lo privado y lo público. Porque en la religión existe una clara dimensión pública. SEGUNDA PONENCIA: UNA VISIÓN DESDE LAS MINORÍAS RELIGIOSAS La segunda ponencia trató “El tratamiento de las minorías religiosas vista por las propias confesiones”, con Pedro Tarquis (director de Protestante Digital) como ponente. Las aportaciones las realizaron Francisco Paniagua (Onda Cero) y José Martínez de Velasco (agencia EFE). Desde su perspectiva personal, como un evangélico español –que hasta hace muy poco era algo extraño, y que todavía lo es-, y también como un profesional de los medios, Tarquis resaltó la falta de memoria histórica de la sociedad española respecto al protestantismo (y las otras confesiones) tras la labor de la Inquisición española, que “más que genocidio, acabó con todo recuerdo del enorme impacto que los protestantes españoles tuvieron en la sociedad de su tiempo”, destacando que esta falta de memoria (“un Alzheimer histórico”) ha llevado a ver a todo lo no católico como extraño, extranjero y alejado de lo español. Esta situación, explicó Tarquis, se repitió en la transición política en la España democrática, que no fue acompañada de una transición religiosa. Todavía ser español está vinculado con el catolicismo, bien sea a favor o en contra, o incluso en cuanto a la indiferencia, se es indiferente a la Iglesia católica. Como ejemplo de esta situación, expuso el uso de “la” Iglesia como término que excluye y niega una existencia o identidad propia a cualquier confesión o Iglesia fuera de la católico-romana. Resultado de esto son clichés como tratar como “sectas evangélicas” a las iglesias de Latinoamérica o África durante las visitas papales. O llamar cultura a saltar una verja y llevar una estatua de la Virgen tras una noche en vela, mientras que a las iglesias evangélicas pentecostales se las llama exaltadas o “en trance” por dar palmas, y su música y cultos llenos de sentimiento, y aunque una de estas iglesias presente luego a un pastor como el gitano “Juan José Cortés” que ha sido ejemplo para toda España. Tarquis trató sobre el “Libro de Estilo Protestante” recién publicado, y apuntó la necesidad de otros que abarcasen a todas las religiones. En sus conclusiones, Pedro Tarquis considera la necesidad de una información más allá de los tópicos, y expuso una serie de puntos como evitar los conceptos, prejuicios y términos desafortunados que se usan habitualmente sobre las minorías religiosas; incorporar a los reportajes, crónicas, coloquios, series de televisión, a personajes de las minorías religiosas alejados de los tópicos; potenciar en los medios la figura del Defensor del espectador, lector u oyentes, con una formación específica en el tema de las minorías religiosas. También que los futuros licenciados en Ciencias de la Información recibiesen una formación específica sobre la realidad de las minorías religiosas. E, incluso, de cara al cambio en instituciones lingüísticas, como la RAE o el Instituto Cervantes; así como que se normalice la presencia y visión que de las confesiones no católicas tiene de la sociedad incluyendo en los medios columnistas, blogs, etc... En la réplica, José Martínez de Velasco y Francisco Paniagua ofrecieron la percepción que tienen los medios acerca de las realidades de las confesiones religiosas, y sus tentaciones para confinar el fenómeno religioso hacia la esfera más íntima. Y, por su parte, las confesiones, por ejercer un trato crítico hacia el uso de los medios de comunicación. Y todos, ejercer la profesionalidad y la autocrítica. También, por qué no, de la crítica hacia nuestros jefes, los medios. EL FUTURO En cuanto al futuro, Se consideró conveniente, incluso necesario, que se crease un pequeño grupo de trabajo para elaborar propuestas, que puedan ir desde la creación de un “manual de buenas prácticas” acerca del hecho religioso, desde la óptica de las minorías religiosas, pero también desde la de los medios de comunicación, hasta la convocatoria de un congreso, más abierto que este primer comienzo. MÁS INFORMACIÓN Puede leer aquí la ponencia completa de Juan G. Bedoya “Las religiones minoritarias desde la perspectiva de los medios de comunicación” Sobre la ponencia de P. Tarquis “El tratamiento de las minorías religiosas vista por las propias confesiones”, pueden bien leerla completa aquí, o bien verla en video, con las respuestas de J. Mnez. De Velasco y F. Paniagua (video, 90 Mb).

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