Encuentro anual de predicadores de Iglesias de Cristo en Torrevieja

Decenas de predicadores de las Iglesias de Cristo se reunieron en Torrevieja (Alicante) durante los días 12 al 14 en una convocatoria bajo el lema “Juntos en armonía”. En este retiro estuvo también el periodista, escritor y fundador de las Iglesias de Cristo, Juan Antonio Monroy, el cual expresaba muy bien el sentido de ese retiro: “La armonía nada busca fuera de sí misma. Expresa el bien, el orden, la ley, la verdad, el acercamiento al otro. Una vez concluida la reunión alguien, me dijo: ‘Sólo por estos días de compañerismo y de convivencia fraterna ha merecido la pena el Encuentro, aunque no hubiéramos tratado tema alguno’” –decía. La alegría, el compañerismo y las buenas maneras fueron el distintivo de la reunión. Pero, naturalmente, todo no quedó en relaciones personales. Jesús Manzano y Manuel García expusieron dos temas a la vez edificantes y desafiantes. Antonio Cruz presentó una magistral conferencia sobre Carlos Darwin con motivo del doscientos aniversario de su nacimiento. Juan Hernández dirigió todo el encuentro con tacto y sabiduría. Ramón Pérez de Prado presentó su proyecto de cursos bíblicos por correspondencia. Un avance de importancia en esta reunión fue la última lectura, breves correcciones y aprobación definitiva de los Estatutos en los que Jesús Manzano llevaba un par de años trabajando. Se sientan los principios de lo que es la Asociación de Iglesias de Cristo en España. Parte destacada del articulado está consagrada a la base doctrinal, en el ‘quiénes somos’ y ‘en qué creemos’. La obra social que llevan a cabo las Iglesias de Cristo fue motivo de amplia consideración. Partiendo del trabajo que en este campo realizan las iglesias de Madrid y de Parla, líderes de otras iglesias dieron a conocer lo que cada una hace a favor de los necesitados, que últimamente están aumentando en todas partes. Se abogó por una presencia más amplia y realista de las iglesias de Cristo en organismos denominacionales y en departamentos de la Administración del Estado. Un punto delicado, pero que se mantuvo dentro de la armonía referida, fue el de las aportaciones económicas al fondo nacional. Hay iglesias que contribuyen según sus fuerzas y más allá de sus fuerzas. Pero hay otras que no colaboran todo lo que podrían. Esto provoca que resten recursos para cubrir necesidades y proyectos que podría desarrollar el fondo nacional. Finalmente, se decidió llevar a cabo las Conferencias Nacionales el próximo verano. Félix Benlliure y Juan Hernández buscarán el lugar más adecuado y en función del mismo se designará la fecha. Al igual que otros años, Juan Antonio fue encargado de confeccionar el programa. “En resumen, esta otra reunión de predicadores nos permitió vivir horas de profundo compañerismo, de reflexiones celestiales y al propio tiempo afianzar los pies en la tierra” –concluye Juan Antonio Monroy.