Las inundaciones del Zambezi respetan una escuela de la ONG evangélica española Dignidad

Ricardo del Árbol, responsable de la organización(WWW.DIGNIDAD.ES), ha advertido que el drama humano que se está viviendo en este país africano es enorme, con pérdidas humanas y materiales muy elevadas, y ha lamentado que en occidente “se hable de nimiedades” y no de tragedias de este tipo. El hecho de que esta escuela haya sobrevivido representa una gran ventaja para la organización, dedicada prácticamente en exclusiva al ámbito educativo, para que pueda desarrollar su programa de atención de emergencias juntamente con las comunidades locales y con el apoyo de fondos de cooperación públicos del gobierno de las Baleares y diferentes ayuntamientos de la comunidad autónoma. Así, Dignidad ya ha aportado simientes y otros artículos de primera necesidad para atender a las comunidades más afectadas por esta situación en el delta del Zambezi, a la espera de poder poner en marcha el programa de ayuda de mayor envergadura. El trabajo de Dignidad, además de reconocido por la comunidad autónoma de las Baleares, ha permitido que sea valorada como asociación de utilidad pública por parte del Ministerio del Interior español, hecho que ha sido muy valorado por los responsables de la entidad porque “dentro del mundo amplísimo de las ongs, el hecho de que valoren tu trabajo y transparencia, siempre es una garantía”. EDUCAR EN UN PAÍS CON 17 AÑOS DE EDAD MEDIA El compromiso de Dignidad con este país viene de lejos y, de hecho, su dilatada experiencia en educación desde tiempos de la posguerra, en 1994, les ha permitido ganarse la credibilidad, confianza y colaboración del gobierno de Mozambique, que ve en las tres escuelas y en los programas de reciclaje para profesores de la ONG una forma más de luchar a favor de la escolarización de todos los niños y jóvenes del país. La escuela que ha sobrevivido a orillas del Zambezi atiende unos 400 niños con el currículum educativo oficial del país, pero también con algunas materias propias tales como ética cristiana, resolución de conflictos o actividades de dignificación de la mujer. En este sentido, Árbol ha apuntado que ellos entienden que “el alma no es algo descarnado”, sino que se ha de entender el hombre en sentido completo, es decir, físico y espiritual, y, así, atender las necesidades educativas de los jóvenes “es una manera de mostrar el amor de Dios al prójimo”. Con los recursos limitados de los que dispone Dignidad, otro de los ámbitos de actuación es la formación y reciclaje de docentes. Según ha comentado el responsable de ONG, en estos momentos están llevando a cabo un programa de este tipo en el cual participan cerca de quinientos profesores, y que tiene como uno de los principales objetivos que “entiendan la importancia de su trabajo” en un país dónde un 45 por ciento de la población se encuentra por debajo de los quince años de edad, y el ciudadano medio seria en España menor de edad. En un futuro, cuando se cuente con los recursos necesarios, uno de los proyectos más ambiciosos de Dignidad es la creación de un centro estable para formación de profesores que permita trabajar con ellos de una manera más continuada y, además, abarcar muchos más maestros de todo el país. Por todo ello, la ayuda internacional es prácticamente imprescindible porque “el reto educativo que tiene delante un país empobrecido como éste es inabarcable”, según comenta Del Árbol. MULTIMEDIA Pueden escuchar aquí una entrevista de Esperanza Suárez a Ricardo del Árbol acerca de la ONG Dignidad y su trabajo en Mozambique (audio, 6 Mb).