Oleiros: templo evangélico de un polígono industrial, cerrado «por ruido de guitarras»

El Ayuntamiento de Oleiros (La Coruña) ha ordenado que se precinte el centro ´Vida Nueva´, sede de la iglesia evangélica, y sus oficinas porque –según dicen- "al cantar y tocar la guitarra se hace ruido y se molesta". Sin embargo, a muchos de los vecinos les cogió por sorpresa esta decisión ya que nunca se sintieron molestos por sus cultos o celebraciones.

A CORUÑA · 07 DE OCTUBRE DE 2007 · 22:00

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La concejala del Ayuntamiento de Oleiros, Maria José Varela, ha explicado a Protestante Digital que la iglesia no tenía un permiso de apertura y se les había prohibido usar música en vivo y el uso de instrumentos amplificados. “Se les decretó el cese de la actividad en dos ocasiones, pero no hicieron caso” –afirma Varela. Según la concejala la policía local ha comprobado que el local no está insonorizado y en el expediente que obra en su poder ya constan varias quejas y denuncias por parte del vecindario. VECINOS DESMIENTEN AL AYUNTAMIENTO Pero los vecinos del polígono de Icaria, donde se encuentra la iglesia evangélica, afirman que los actos religiosos no les molestaban y han manifestado su sorpresa ante las razones esgrimidas por el gobierno local. En su opinión, la congregación religiosa no causaba ningún tipo de molestia en la zona. Esa es al menos la opinión que han manifestado a diferentes medios locales de comunicación. Así, desmienten las acusaciones realizadas por el gobierno local en relación al exceso de ruido, y apuntan que los miembros de esta congregación religiosa no causaban ningún tipo de molestia en el vecindario: "Yo vivo en la parte de arriba y no tengo ninguna queja, todo lo contrario", aseguró una vecina en unas declaraciones realizadas a una radio privada. Según explican otros supuestos perjudicados por los ruidos, la congregación tan sólo celebraba reuniones los domingos, y con sus cantos animaban el vecindario más que molestarlo. LOS MIEMBROS DE LA IGLESIA Por su parte, los más de 150 miembros de esta congregación consideran que es "un atentado claro contra la libertad de culto", ya que, según afirma el pastor Roberto Reed, desde su llegada les pusieron "numerosas y desmesuradas objeciones" para darles las licencia y finalmente la que les otorgaron fue "condicionada a no colocar amplificadores". "Tenemos hasta 42 peticiones del Ayuntamiento en la que nos solicitan que coloquemos todo tipo de cosas que nosotros hemos ido cumpliendo aunque considerásemos que era desmesurado", aseguró en declaraciones a Europa Press. Reed además explicó que se encuentran situados en una nave en el polígono industrial de la localidad y que sus asesores legales les han informado de que "no es necesario solicitar licencia para desarrollar una actividad religiosa". Ante esto, Reed ya ha recurrido la decisión del consistorio y además asegura haber llamado por teléfono al alcalde, el independiente Angel García Seoane, para solicitarle una entrevista en la que le explique los motivos del cierre, aunque "no ha habido respuesta". De momento esta prevista una reunión entre Reed y una concejala del Consistorio local para el próximo jueves, lo que provoca que, al menos hasta ese día no pueda tener lugar ninguna celebración. Por su parte, el Consistorio evitó hacer declaraciones al respecto. Por otra parte, la iglesia celebró el domingo pasado una reunión de culto al aire libre delante del local precintado en señal de protesta por el cierre. PREFIEREN LAS DISCOTECAS Es cierto que en ocasiones las Iglesias evangélicas hacen ruido. Siempre menos que las procesiones católicas de madrugada en Semana Santa, las noches de discotecas, botellones, y bares al aire libre. Sin embargo, de todos los nombrados, sólo las iglesias evangélicas tienen que enfrentarse al rigor de la Ley, incluso cuando la mayoría de los vecinos, como es el caso de Oleiros, no tienen ningún problema grave de ruido según gran parte de los vecinos. A esta situación de trato discriminatorio se une el hecho de la falta de ofrecer soluciones. Si hay problemas, se puede siempre negociar una solución, máxime cuando los evangélicos –como demuestra la iglesia evangélica de Oleiros con su intento de cumplir con las 42 peticiones del Ayuntamiento- intenta siempre cumplir con lo razonable. Y a veces con lo irracional, porque cuando una mayoría de vecinos no tiene problema alguno y la iglesia está situada en un polígono industrial parece difícil entender al Ayuntamiento y a quien haya podido quejarse del ruido de las guitarras.

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