El concierto Gospel del Baptist Church Choir conmueve Albacete

El pasado 27 de Junio en el Teatro Circo de Albacete se celebró un concierto Gospel por el Coro de la iglesia Bautista Central de New York con la participación del Coro Gospel de Castilla la Mancha. La prensa local se hizo eco de este evento los días previos, creando una gran expectación en la sociedad albaceteña. Se realizaron entrevistas a los directores de ambas formaciones musicales, y el concierto grabado íntegramente por la cadena de televisión Albacete TeVe, fue retransmitido al día siguiente y el lunes 2 de julio a las 22.00 h. Pudo verse en Castilla la Mancha y en el sur de Madrid. El acto estaba organizado por el Cultural de Albacete y promovido por el coro Gospel de Castilla la Mancha. El lleno del Teatro fue total, las entradas se agotaron enseguida, por lo que la repercusión ha sido enorme, dando testimonio de fe a través de las canciones. Ante el éxito del concierto, el Cultural de Albacete se propone repetirlo el año próximo. Estas son algunas de las valoraciones: “Cuando a uno se le eriza el vello o se le pone el pelo de punta, como vulgarmente se dice, quiere decir que lo que ocurre en el escenario es excelente. Eso me ocurrió la otra noche escuchando a la Central Baptist Church Gospel Choir de Nueva York y al Coro de Gospel de Castilla-La Mancha. Fue un auténtico éxtasis espiritual para cerrar una potente temporada de Cultural Albacete. Por cierto, hay que resaltar el grandísimo detalle que tuvieron todos los componentes del Coro de Nueva York con el público, cuando salieron al hall del Teatro Circo para despedirle, besarle, estrecharle la mano y decirle: «Alabado sea el Señor»”. “El Teatro Circo se convirtió el miércoles en una iglesia del barrio de Harlem, llena de los mensajes de amor y religiosos con el gospel más auténtico que puso en escena el Coro de Nueva York. El pastor Bobby Lewis, descalzo en la primera parte y con un pañuelo en la mano derecha, vivía tanto la música que saltaba como un jugador de la NBA. Estuvo exaltado, lo vivió como nadie, y dirigió señalando con el dedo a un grupo de 33 voces que abarcaba todas las tesituras. Lo más grande del gospel, de esa música que empezó como expresión de la fe cristiana de los esclavos negros, es que los individualismos se diluyen como un azucarillo. El gospel choir es un estilo que mezcla con energía la tradición con otros estilos como el funk y el blues. Los instrumentos como batería, saxofón, órgano, guitarra y bajo eléctrico le dieron empaque al directo y le acercaron en diferentes compases a esos estilos tan característicos de la música negra”. CÁTEDRA EN ESPECTÁCULO Los cantantes disfrutaron, se movieron dando palmas y moviendo el cuello como si fueran palomas. Todo el show, en el que demostraron que los estadounidenses siempre sientan cátedra, se convirtió en un cóctel explosivo que contagió a los asistentes del coliseo albaceteño, que respondieron a la perfección. Desde mi punto de vista la primera parte fue más contundente y emocionante. La canción Night light, de Matthew Ward, se convirtió en un disparo al corazón cantado a capella por unas voces redondas que pusieron el punto álgido a la velada. Después vino el archiconocido tema de The Staple Singers, Oh happy day, que levantó a los asistentes y les permitió cantar porque se proyectaban todas las canciones, y por último una delicada Worthy, de Darius Brooks, sirvió para cerrar una primera parte muy intensa. Sin embargo, la segunda parte se volvió más fría en los primeros temas, y es normal porque la gente llevaba una hora y media escuchando gospel, una música a la que no todo el mundo tiene el oído educado, y es imposible mantener la misma atención durante las más de dos horas y media que duró el concierto. Otro momento fue el momento cuando Bobby Lewis dijo, con tradición simultánea, y mirando al respetable que: «Dios nos envió aquí para recordaros que no estáis solos». Estas sentidas palabras abrieron la puerta a tres grandísimas canciones, que volvieron a subir de intensidad de esta noche antológica como fueron Hallelujah to your name de Tye Tribbet, Holy, Lord God Almighty de Richard Smallwood y la canción Oh When the saints go marching in, que más de uno habrá cantando en los campamentos de verano. Al final, Nueva York y Castila-La Mancha unieron las más de 100 voces que se dieron cita en el escenario para tocar el cielo con Eres fiel, una composición de Israel Houghton, que juntó a los dos coros para poner el broche de oro a una gran noche, donde Castilla-La Mancha demostró con sus 72 voces que tiene mucho futuro en esto del gospel. Olvidado está, pero no por ello lo vamos a obviar, el problema que hubo con un micro desenchufado que echó por tierra media canción de Gloria, de Juan Luis Guerra, interpretada por una solista de voz angelical y hermosa del coro de Castilla-La Mancha.