15 de noviembre, Día sin alcohol

Este veneno alcanza tanto a hombres como a mujeres, adultos y adolescentes, sean cuales sean sus estudios, su posición social, desde los más pobres hasta los más ricos. 

15 DE NOVIEMBRE DE 2019 · 08:30

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Es necesario recordar con el fin de concienciar que cada 15 de Noviembre se celebra, instaurado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), el Día Sin Alcohol, una droga que podríamos llamar legal. Esta adicción, lejos de ser atajada, va en aumento y las edades de consumo son cada vez más tempranas. 

Cuando pensamos en alguien afectado por el alcohol, se nos viene a la mente la imagen de un varón de mediana edad que se siente fracasado, que bebe para aliviar la ansiedad, la depresión o su baja autoestima. Pero no siempre es así. Este veneno alcanza tanto a hombres como a mujeres, adultos y adolescentes, sean cuales sean sus estudios, su posición social, desde los más pobres hasta los más ricos. 

Para los jóvenes no hay fin de semana sin su acompañamiento, no hay diversión si el alcohol no está presente como la batuta que les anima. Y los adultos, no sólo consumen los fines de semana sino fuera y dentro de la jornada laboral, ya sea por propio deseo o por el estrés que les causa el trabajo, las pésimas relaciones laborales o para huir de cualquier otra incomodidad que les perturbe.

Aproximadamente el diez por ciento de las muertes por accidentes que se registran cada año son causadas por el alcohol. Está presente, además, en la mitad de los accidentes de tráfico. En España se aproximan a los dos millones las personas que reconocen su adicción abiertamente.  Este problema, no sólo lleva a sufrir graves percances sino también a suicidios, perdidas de contratos laborales, aislamiento social, complicaciones matrimoniales, malos tratos a la pareja que suelen terminar en divorcios, además del mal ejemplo para los hijos que se ven afectados en su maduración y rendimiento escolar.

Es posible que al leer estas líneas nuestra mente viaje hacia personas que conocemos, familiares, vecinos, amigos y, quizá, no nos demos cuenta de que en nuestras iglesias también existe esta adicción en hermanos y hermanas que necesitan ayuda. Nadie está exento de caer en adicciones, en cualquier tipo de adicciones que arrastran a las personas a vivir de modo diferente a como deben.

El alcoholismo se considera una enfermedad crónica, incluso mortal. Sin embargo, "...muchos alcohólicos se mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad" (Wikipedia). Salir de esto es un problema solucionable. Si bien un alcohólico lo es para toda la vida, van en aumento las personas que consiguen, con ayuda profesional y buena voluntad, recuperarse (para recibir la ayuda necesaria es imprescindible aceptar la dependencia). Gracias a las asociaciones, sin duda eficaces, llegan a controlarse. Emociona ver a quienes logran integrarse de nuevo, llevar una vida saludable. Gracias a eso, la familia, si sigue unida, se restaura. Los hijos, al ver el cambio que se ha producido en su padre o madre, vuelven a ser respetuosos con ellos y su vida vuelve a centrarse ya sea en los estudios, en sus propios ámbitos privados y en sus ilusiones para hacer planes de futuro. 

Una vida nueva, bajo la protección y el cuidado amoroso de sus seres queridos, es posible. ¡Ánimo y adelante!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - 15 de noviembre, Día sin alcohol