¿Nos importa la corrupción?

No es suficiente condenar los grandes escándalos de soborno o las personas que buscan el poder. También tenemos que examinarnos a nosotros mismos.

06 DE JUNIO DE 2019 · 08:30

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A menudo, usamos expresiones o términos sin tener una clara comprensión de su significado o implicaciones. Años atrás, pregunté a 50 personas el significado de la palabra «esperanza». Recibí 50 explicaciones diferentes.

En los últimos días he pedido a más de una docena de personas que definan la palabra «corrupción». Nuevamente, recibí una gran variedad de respuestas. El diccionario Webster usa expresiones como «sobornar», «echar a perder», «moralmente defectuoso», «pervertido», «malvado», «malo». Son términos perturbadores. Sin embargo, nos hemos vuelto inmunes a ellos porque escuchamos casi a diario en los medios de comunicación acerca de escándalos y estafas financieras que involucran a funcionarios del gobierno, empresas y personas. Nuestra tendencia es decir: “¿Y qué?”.

 

La corrupción en organizaciones cristianas

Cuando oímos hablar de corrupción y escándalos dentro de denominaciones cristianas, organizaciones paraeclesiásticas o incluso iglesias locales, rápidamente miramos más allá de los titulares en busca de nombres conocidos. Aun entonces el efecto en nosotros tiende a ser mínimo. Martin Allaby, una figura destacada en la iniciativa Desafío Miqueas, escribe: «Se estima que el dinero hurtado de lo que los cristianos dan a iglesias, organizaciones paraeclesiásticas y organizaciones seculares de todo el mundo sería de 50.000 millones de dólares al año».[1] Si bien todavía percibimos que esta terrible situación es mala, consideramos que está fuera de nuestro control. No hacemos nada, y la aceptamos.

 

Respuestas ejemplares

Sin embargo, hay algunos que han invertido tiempo, energía y dinero para hacer algo al respecto:[2]

- En India, algunos empresarios se enfrentaron a líderes de iglesias involucradas en grandes corrupciones, desafiándolos a cambiar. Los líderes de las principales denominaciones fueron invitados a una conferencia sobre «Verdad y honestidad». Quedaron consternados cuando escucharon decir al orador: “Estimados presidentes, obispos, arzobispos, patriarcas, ¡el mal está en ustedes! ¡Ustedes están involucrados en corrupción, soborno, enriquecimiento personal, maldad!”. El Espíritu Santo tocó a varios de los presentes y hubo confesiones públicas y correcciones radicales. Arpit Waghmare dirige Operation Nehemiah, el movimiento que surgió de esta conferencia.[3],[4]

- En Alemania, un equipo formado por padre e hijo investigó la corrupción en el gobierno, empresas, iglesias y personas implicadas. Quedaron consternados por lo que descubrieron. Thomas Schirrmacher, un destacado teólogo, y su hijo David, un joven empresario, publicaron sus hallazgos en un libro.[5]

- En Tanzania, un estudiante de teología escogió para su disertación el tema La corrupción se burla de la justicia. Alfred Sebahene investigó a la Iglesia Anglicana en su propio país.[6] Gershon Mwiti también trata la corrupción en África y cómo la dignidad con integridad puede reemplazar a la corrupción.[7]

- El Desafío Miqueas,[8] iniciado hace unos años por un grupo de personas, trata la corrupción y cómo introducir transparencia y honestidad.[9] Otras organizaciones similares, como Transparency International,[10] Faith and Public Integrity Network[11] y Fides, equipan a líderes e iglesias cristianos en la lucha contra la corrupción.[12]

- El obispo Hwa Yung (Malasia), durante muchos años miembro del Comité de Lausana, publicó un libro, Bribery and Corruption: Biblical Reflections and Case Studies for the Marketplace in Asia, e invitó a otros líderes asiáticos a escribir una respuesta y presentar casos de estudio de sus propios países.[13]

- El profesorado del Seminario Teológico de Dallas desarrolló una guía de estudio de taller sobre integridad, Examining How I Live. Este libro puede ser utilizado por cualquier grupo de académicos, pastores, estudiantes o laicos que deseen examinar sus propias vidas.[14]

Los líderes del Tercer Congreso de Lausana para la Evangelización Mundial, celebrado en Ciudad del Cabo en 2010, reconocieron la necesidad de prestar especial atención al tema de la corrupción y la integridad. Con este fin, Chris Wright habló sobre llamar a la iglesia de Cristo a volver a la humildad, integridad y sencillez («Calling the Church of Christ Back to Humility, Integrity, and Simplicity»),[15] y el Capítulo IIE de El Compromiso de Ciudad del Cabotrata el tema.[16] También se ha creado una red mundial sobre «Integridad y anticorrupción». Este es un esfuerzo conjunto de la Alianza Evangélica Mundial (AEM) y Lausana, dirigido por Efraim Tendero (Filipinas) y Manfred Kohl (Canadá). La membresía está abierta a cualquier persona interesada en este importante tema.

 

Portada del libro de Sebahene.

Examinarnos a nosotros mismos

Nosotros, como seguidores de Cristo, no debemos simplemente aceptar la realidad de la corrupción en el mundo. Debemos involucrarnos. Hemos sido llamados a ser la luz del mundo (Mateo 5:14), y hay muchas maneras en que podemos combatir la corrupción. Pero hay otro aspecto de esta cuestión: la necesidad de examinarnos a nosotros mismos. La corrupción es un mero reflejo de la falta de integridad.[17]

“Integridad” es otra palabra que usamos a menudo, pero sin darnos cuenta de sus implicaciones. Se la define con términos como: «honesto», «rectitud», «idoneidad», «integridad», «totalidad», «incorruptible». El evangelista Billy Graham, cofundador del Movimiento de Lausana en 1974, dijo: «Cuando hablamos de la integridad como un valor moral, significa que una persona es la misma en el exterior que en su interior. No hay ninguna discrepancia entre lo que dice y lo que hace, entre sus palabras y sus acciones».[18] Chris Wright, en su presentación en Ciudad del Cabo, dijo:

El testimonio abrumador de la Biblia es que el mayor problema para Dios en su misión redentora para el mundo es su propio pueblo. Lo que más le duele, al parecer, no es solo el pecado del mundo, sino las faltas, la desobediencia y la rebelión de aquellos que Dios ha redimido y llamado a ser su pueblo, su pueblo santo y distintivo. . . Tenemos que tratar:

los ídolos del poder y el orgullo,

los ídolos de la popularidad y el éxito,

los ídolos de la riqueza y la codicia.[19]

Jesús mismo fue tentado en cada una de las tres áreas, y resistió la tentación (Mateo 4: 1-11). Con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo, podemos distanciarnos de todos estos ídolos que nos tientan, a menudo diariamente.

En 2017 celebramos el 500 aniversario del inicio de la Reforma.[20] Los líderes de Lausana se reunieron en Wittenberg, Alemania, para celebrar. El término «Reforma» se refiere no solo al comienzo del protestantismo; debemos darnos cuenta de que también significa «re-formación», eliminar lo falso, los defectos, los abusos; rechazar sobornos; acabar con la corrupción y el mal. Esta es una batalla que no tiene fin. Hoy queremos ser personas de una continua re-formación.

Para Jerald Daffee, la integridad es el elemento integrador que unifica el carácter, la conducta y el estilo de vida combinado de una persona. Para él una sencilla definición práctica es:

La integridad es respetar las reglas.

La integridad es respetar las reglas cuando nadie más lo hace.

La integridad es respetar las reglas cuando uno juega solo.

Los mejores ejemplos son Job (Job 6:29; 27:5), José (Gn 39) y David (Sal 25:21; 41:12).[21]

 

Ejemplos negativos

Todos pueden indicar numerosos ejemplos de falta de integridad en personas. Considere estos, que he encontrado personalmente:

- Después de un servicio de adoración, un buen amigo me contó que acababa de conseguir el trabajo de sus sueños, gracias a los esfuerzos de un familiar rico e influyente, aunque había muchos otros postulantes con mejores calificaciones.

- Un hombre de negocios rechazó un lucrativo contrato con el gobierno porque no estaba dispuesto a pagar un gran soborno. Otro hombre de negocios, miembro y anciano de una iglesia, recibió el contrato porque para él pagar un soborno es parte de hacer negocios.

- Un grupo de mujeres de la iglesia se pronunció con vehemencia contra el aborto. Sin embargo, ninguna de las mujeres distribuye información sobre las realidades del aborto ni expone a políticos u organizaciones que apoyan el aborto.

- Más de una vez, he descubierto que la excelencia se confunde con el éxito a cualquier precio. Hacer trampa, decir medias verdades e incluso robar son aceptados como normales siempre y cuando la persona tenga éxito.

- Cuando uno viaja al exterior, encuentra constantemente la «cultura» citada como una excusa para la práctica de la corrupción, incluso de cristianos comprometidos. Para un cristiano, la Palabra de Dios debe estar por encima de la cultura.[22]

- Mi sobrino es policía. ¡Estoy tentado a decirle que debe pasar por alto mis infracciones de tráfico!

- Para ser muy honestos, escuchamos lo que queremos escuchar, vemos lo que queremos ver y hacemos lo que queremos hacer, incluso si es contrario a las Escrituras o si escuchamos la voz de Dios en nuestra conciencia. Necesitamos ayuda.

 

Martin Allaby estima en 50.000 millones de dólares al año el dinero robado de los donativos de personas cristianas.

Reto personal

Para abordar la corrupción y la integridad, uno debe comenzar con la condición de su propia vida. ¿Me esfuerzo por practicar la integridad, por estar abierto a la re-formación de Dios, por ser más santo? No es suficiente condenar los grandes escándalos de soborno o las personas que buscan el poder. También tenemos que examinarnos a nosotros mismos.

Robert Osburn, Jr. concluye su libro más reciente, Taming the Beast, con una paráfrasis de las Bienaventuranzas (Mateo 5: 2-11):

- “Si sufres pobreza, la riqueza corrupta es absolutamente inferior a vivir bajo el gobierno y reinado eternos de Dios (v. 3: Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos).

- Si tienes que sufrir una pérdida en tu búsqueda de una vida honesta, tus dolores siempre serán atendidos por la amistad reconfortante y alentadora de aquellos a quienes trataste de manera amable y honesta (v. 4: Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación).

- Aunque puedas manipular a las personas con tu dinero, es mucho mayor el uso restringido de tu poder («manso») para el bien de los demás; el resultado será que las personas pedirán que te conviertas en su líder («heredarán la tierra») (v. 5: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad).

- Mientras que la codicia y la corrupción nunca se satisfacen, el profundo y apasionado deseo de justicia y santidad siempre satisface, día tras día (v. 6: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados).

- En lugar de exigir sobornos, mostrar misericordia y amabilidad a las personas hace que quieran colmarte de la misma misericordia y amabilidad (v. 7: Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia).

- Los que no son corruptos no tienen nada que ocultar, y no solo nunca temerán a los demás, sino que nunca temerán el rostro de Dios (v. 8: Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios).

- Los que ayudan a otros a reconciliarse entre sí serán ricos más allá de lo imaginable, porque como hijos de Dios heredarán la riqueza de su reino (v. 9: Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios).

- Si, en tu búsqueda de la piedad, los corruptos hacen que tu vida sea miserable, recuerda lo que la persona pobre sabe muy bien: nada puede compararse con las glorias de vivir bajo el dominio y el reinado de Dios (v. 10: Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

- Si te atacan sin piedad por vivir una vida de honestidad y pureza, alégrate por dos hechos: 1) Los profetas del Antiguo Testamento sufrieron de manera similar, y eso significa que estás en buena compañía; y 2) Tendrás una recompensa más grande que lo que el líder corrupto más rico jamás podría imaginar (vv. 11-12: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros)”.[23]

 

Posdata

La Red de Integridad y Anticorrupción de Lausana y la AEM desea que las personas interesadas en el tema se unan a ellos. Escriba por favor a Manfred W. Kohl a [email protected]. Habrá una conferencia importante sobre Integridad y Anticorrupción el 24 de junio de 2019 en Manila, Filipinas. Se llevará a cabo cerca de la sede del Foro Mundial del Trabajo. Todos están invitados. Escriba por favor a Third Fermin a [email protected].

 

Notas

[1] Martin Allaby, Corruption and the Church – A Brief Introduction (Milton Keynes, UK: im:press an imprint of Micah Global, 2018), 20. Allaby also wrote Inequality, Corruption and the Church – Challenges and Opportunities in the Global Church, (Eugene, OR, USA: Wipf and Stock, 2013) and Corruption and the Church – Voices from the Global South (Oxford, UK: Regnum, 2018). See also Richard King, Confronting Corruption: Letting the Bible Speak (Oxford, UK: Regnum, n.d.). 

[2] Nota del editor: Ver el artículo de David Bennett ‘Integrity, the Lausanne Movement, and a Malaysian Daniel’, en el número de enero 2015 de Lausanne Global Analysis https://www.lausanne.org/content/lga/2015-01/integrity-the-lausanne-movement-and-a-malaysian-daniel

[3] Este movimiento ayuda a denominaciones y ministerios en India a tratar la corrupción financiera. Su presentación ‘Integrity and Anti-Corruption Case Study’ puede ser escuchada en línea. Ver http://www.lausanne.org/content/integrity-and-anti-corruption-case-study-lausanne-global-leadership-forum o [email protected] 

[4] Nota del editor: Ver el artículo de Arpit Waghmare ‘Choosing to be Salt & Light’, en el número de noviembre 2012 de Lausanne Global Analysis https://www.lausanne.org/content/lga/2012-11/choosing-to-be-salt-light-can-the-church-in-india-become-a-model-in-the-fight-for-anti-corruption

[5] Thomas Schirrmacher und David Schirrmacher, Korruption – Wenn Eigennutz vor Gemeinwohl steht (Holzgerlingen, Germany: SCM-Verlag, 2014). They were not afraid to report in detail, naming names, exposing evil. The book includes ten pages of excellent references. 

[6] Alfred Sebahene, Corruption Mocking at Justice: A Theological and Ethical Perspective on Public Life in Tanzania and Its Implications for the Anglican Church of Tanzania (Carlisle, UK: Langham, 2017). It would be a great advantage if many students would focus their research and dissertations on similar topics of integrity, bribery, and corruption. 

[7] Gershon Mwiti, The Incorruptible: Leading with Integrity and Dignity (Nairobi, Kenya: Nairobi Academic Press, 2016). 

[8] Nota del editor: Ver el artículo de Joel Edwards y Geoff Tunnicliffe ‘Micah Challenge International’, en el número de marzo 2015 de Lausanne Global Analysis https://www.lausanne.org/es/contenido/aml/2015-03-es-2/desafio-internacional-miqueas

[9] www.micahnetwork.org/about-micah-challenge 

[10] www.transparency.org/research/cpi 

[11] https://fpinetwork.wordpress.com, and http://www.ocms.ac.uk/fpin 

[12] www.fides-intl.org 

[13] Hwa Yung, Bribery and Corruption: Biblical Reflections and Case Studies for the Marketplace in Asia (Singapore: Graceworks, 2010). 

[14] Center for Christian Leadership at Dallas Theological Seminary, Integrity: Examining How I Live (Colorado Springs, CO, USA: Navpress, 2004). 

[15] Christ Wright, ‘Calling the church back to Humility, Integrity, Simplicity’, in Julia E.M. Cameron (Ed.), Christ Our Reconciler: Gospel, Church, World. The Third Lausanne Congress on World Evangelization (Downers Grove, IL, USA: IVP, 2012), 149-58. 

[16] Rose Dowsett, The Cape Town Commitment: Confession of Faith and Call to Action (Peabody, MA, USA: Hendrickson, 2012), Study edition, 119-31. 

[17] Editor’s Note: See article by Kelly and Michèle O’Donnell, entitled, ‘Un Llamado a un Movimiento de Integridad mundial’, in March 2018 issue of Lausanne Global Analysis https://www.lausanne.org/es/contenido/aml/2018-03-es/un-llamado-a-un-movimiento-de-integridad-mundial

[18] Mwiti, 252. 

[19] Wright, 150-53. 

[20] Editor’s Note: See article by Thomas Albert Howard, entitled, ‘Un Llamado a la Unidad Cristiana por el bien de la gran comisión’, in November 2017 issue of Lausanne Global Analysis https://www.lausanne.org/es/contenido/aml/2017-11-es/un-llamado-a-la-unidad-cristiana-por-el-bien-de-la-gran-comision

[21] Jerald Daffee, ‘Integrity: A Foundational Principle’ in Donald S. Aultman (Ed.), Leading With Integrity (Cleveland, TN, USA: Church of God, 2004), 77-8 (71-80). 

[22] God’s Word is above cultural practices. Excellent material on this subject is given by Roberto Laver, ‘Systemic Corruption: Considering Its Cultural Drivers in Second-Generation Reforms’, Edmund J. Safra Center for Ethics Working Papers 45 (Cambridge, MA, USA: Harvard University, June 5, 2014) www.ethics.harvard.edu/lab All 45 working papers on corruption and integrity are available as electronic copies. 

[23] Robert Osburn Jr., Taming The Beast: Can We Bridle The Culture Of Corruption? (St. Paull, MN, USA: Wilberforce, 2016), 225-26. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Lausana - ¿Nos importa la corrupción?