Agua para los sedientos

El evangelio tiene que llegar al mundo musulmán. Para ello, debemos abandonar la estrategia del odio y el miedo.

03 DE MAYO DE 2019 · 10:04

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Lo que ha sucedido en Sri Lanka es muy triste y doloroso. En momentos tan difíciles para las familias afectadas, oro para que Dios les dé paz y consuelo. Como dice la Biblia:

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir…. podrán separarnos del amor de Cristo. Romanos 8:38,39.

Pero ahora me gustaría enfocarme en los que cometieron los atentados. ¿Por qué lo hicieron? ¿Quién los preparó para que lo hicieran? ¿Qué les enseñan para estar dispuestos a morir suicidándose y causando la muerte de otros?

El radicalismo islámico cree y enseña que todos los que no somos musulmanes estamos errados y lejos de Dios. Por lo tanto “somos infieles”. Y los infieles deben morir.

En el Islam, como en la mayoría de las religiones no hay seguridad de salvación, solo a través del suicidio matando a otros “infieles” van directos al paraíso. 

Ahora bien, la realidad es que la estrategia del enemigo es el temor y el odio. Si la iglesia tiene temor y odio, el enemigo consiguió imponer su estrategia: que no se les predique el evangelio… El verdadero amor echa fuera el temor.

La realidad es que diariamente mueren muchos musulmanes sin haber escuchado el mensaje de salvación. ¡No todos son radicales! Aproximadamente solo el 15% son musulmanes ortodoxos, pero hay alrededor de un 85% de musulmanes nominales.

Detrás de una “Yilaba y un pañuelo” son gente sedienta esperando que alguien les lleve el mensaje de salvación.

Recuerdo a una mujer con lágrimas en sus ojos, que me dijo cuando le entregué una Biblia: “¿Porque nadie antes me habló de este libro?”

Conozco otro caso de un policía musulmán cerca del desierto en un país musulmán, que le pidió a Dios como señal de que debería seguir a Jesús, que alguien le entregase una Biblia. ¡En medio del desierto! Solo un momento después, un coche se rompió en una carretera cercana. Él fue a ayudarles, y acercándose les preguntó si tenían una Biblia. Tenían una Biblia, se la entregaron y conoció a Jesús.

Sé que hay muchos musulmanes sedientos de escuchar la palabra de Dios. ¿Qué haremos? ¿Seguir la estrategia del enemigo? ¿O nos levantamos para dar de beber al sediento? Si tienes temor, si no sabes cómo llegar a ellos, pídele a Dios que te dé su amor y pasión para poder alcanzarlos.

 

Agua para los sedientos

Si quieres saber más acerca de cómo llevar el evangelio entre ellos te recomiendo Misión Exprés que tendrá lugar este sábado 4 de mayo en Valladolid.

Agar es misionera en un país del norte de África y estará en Misión Exprés. Más información en la web misiones.aeesp.net

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