Me voy de rosita

Nuestro gusto por la lectura es uno de los principales motivos que consigue mantenernos unidas durante tanto tiempo.

26 DE ABRIL DE 2019 · 08:00

23 de abril, Día Internacional del Libro. / Darwin Vegher, Unsplash CC,
23 de abril, Día Internacional del Libro. / Darwin Vegher, Unsplash CC

Desde principios del siglo XX, cada veintitrés de abril se celebra en todo el mundo el día del libro

El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural.  

ME VOY DE ROSITA 

Para mí ir de Rosita es salir una tarde con la mujer que lleva ese nombre. Somos dos enamoradas de los libros y cuando quedamos disfrutamos de una tarde espléndida. Nos da lo mismo visitar una tienda de libros usados que una de libros nuevos, porque nos da igual que los libros sean actuales o antiguos. Lo que nos importa es el contenido, tener entre las manos una lectura que nos anuncie de antemano un gran apasionamiento, sea del tema que sea. 

Durante esos encuentros y con la boca hecha agua ante tantos volúmenes de  hermosura, Rosita y yo nos movemos con libertad. Como si no nos conociésemos de nada, ella va a su aire por las librerías y yo al mío. Es al terminar cuando nos hacemos señas para reunimos en la caja. Cada cual paga su compra con una promesa de por medio: intercambiarnos los ejemplares cuando los hayamos leído. Luego nos tomamos un café y hacemos ejercicios con la lengua, comentando sobre nuestras adquisiciones, sobre cuál de los ejemplares empezaremos a leer primero y también, cómo no, sobre nuestras vidas.

Rosita y yo nos conocimos siendo compañeras de trabajo hace más de veintiocho años y esa es la raíz de que nos encontremos fundidas en una grandísima amistad. Nuestro gusto por la lectura es uno de los principales motivos que consigue mantenernos unidas durante tanto tiempo.

Es necesario tener amigos que compartan nuestras mismas aficiones, salir y disfrutar con ellos. La lectura abre la visión del mundo, enriquece la mente, alegra la vida, da temas de conversación y hace amigos. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Me voy de rosita