El día de la cruz

Vamos a hablar de algunos aspectos no tan comentados o casi olvidados que tienen que ver con los días de la crucifixión y la resurrección.

06 DE MARZO DE 2019 · 11:23

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Estamos a solo unas semanas de las fechas que conmemoran de forma especial la muerte y la resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Me parece un tiempo idóneo para adentrarnos un poco en aquellos acontecimientos. Por eso vamos a hablar de algunos aspectos no tan comentados o casi olvidados que tienen que ver con los días de la crucifixión y la resurrección. Todo esto, siempre con la intención de entender mejor lo que pasó hace unos 2000 años.

En las semanas antes de la Navidad hablamos de la estrella de Belén y nos dimos cuenta cómo la astronomía nos ayuda no solamente explicar algunos de los fenómenos que los evangelios describen con exactitud, sino que nos da también pautas para poder establecer una cronología de los acontecimientos que rodearon el nacimiento de Jesucristo.

Lo mismo sucede con algunos fenómenos que acompañan la crucifixión y la resurrección de Jesucristo. Por lo tanto, en los próximos artículos tengo la intención de escribir sobre los datos históricos seculares, la astronomía y -como no puede ser de otra manera – sobre algo tan complejo como el calendario judío y las costumbres de aquel pueblo. Por lo menos complejos para nosotros que vivimos en otro mundo y con otra forma de computar los tiempos. Y sinceramente: creo que vale la pena.

Por todo el folclorismo –para no decir: paganismo- que rodea la Semana Santa en España, las iglesias evangélicas casi han ido al otro extremo: apenas se nota en nuestros cultos que las fechas se avecinan y realmente todo lo que tiene que ver con la crucifixión y la resurrección del Señor poca atención adicional recibe. Rara es la iglesia evangélica que conmemora en un culto especial y solemne por ejemplo la hora de la muerte de Jesucristo en la cruz.

Ya lo digo con antelación: sí, efectivamente también en las fechas del final del ministerio terrenal de Jesucristo los cielos declararon: “Ha llegado el Mesías”. Pero para entender este mensaje, como siempre, hay que alzar la vista y mirar al lugar adecuado. En el caso de la muerte de Jesucristo, la cosa era incluso tan evidente que el apóstol Pedro en su famoso sermón de Pentecostés se refiere a algunos fenómenos astronómicos como prueba definitiva de la realidad y la veracidad de los acontecimientos. Infelizmente, a veces nuestra forma de leer estas informaciones en la Biblia a priori nos hace ciegos para ver ciertas cosas. Esta es por lo menos mi opinión. Si estoy en lo cierto, dentro de algunas semanas mis estimados lectores pueden juzgar por sí mismos.

Empezamos con la fecha: innumerables publicaciones teológicas y no tan teológicas han intentado a lo largo de los últimos siglos encontrar una respuesta a la pregunta: “¿Cuándo acontecieron estas cosas?” Estas obras, juntamente con fuentes romanas y judías, la astronomía y -cómo no- las palabras de la Sagrada Escritura nos permiten identificar el día, incluso hasta la hora exacta de la muerte de Jesucristo. Lo de la hora es más fácil porque los evangelistas lo registraron con exactitud.

Soy consciente de que esta afirmación es muy atrevida y voy a intentar en las próximas semanas aportar pruebas para mis afirmaciones. Y como ya dije: la última palabra para formar su propia opinión la tendrán los lectores.

Empezamos con el tema del calendario judío. El tema del cómputo de días de los judíos es fundamental y para empezar tenemos que aprender algunos hechos básicos que luego nos ayudarán a evitar errores a la hora de reconstruir los eventos y determinar las fechas.

1. Lo primero que hay que constatar es que un nuevo día empieza para los judíos según la Escritura (Génesis 1) al atardecer, con la puesta del sol y la aparición de las primeras estrellas en el firmamento.

2. Por causa de la Ley de Moisés y algunas costumbres que luego se añadieron, el shabatfue considerado como un día de reposo absoluto (Éxodo 16:22-30 y Jeremías 17:22).

3. Por esta razón se conoció el día anterior, nuestro viernes, como “Día de la Preparación”1. Era el día donde se preparaban por adelantado todas las cosas que se necesitaban en el día de reposo. Esto se convierte en un dato fundamental porque los cuatro evangelios nos cuentan que Jesús fue crucificado en un “día de preparación” (Mateo 27:62; Marcos 15:42 y Lucas 23:54. Juan 19:14 habla de la “vispera de la Pascua”). Esta también era la convicción de los Padres de la Iglesia y la inmensa mayoría de los expositores bíblicos a lo largo de la historia.2

4. Los evangelios también mencionan que la crucifixión ocurrió un día antes de la fiesta de la Pascua (Juan 13:1 y 19:14). Esto también es un dato importante porque nos facilita una conexión con el calendario judío antiguo. La fiesta de la Pascua -según ese calendario- siempre empieza el día 14 del mes de Nisan. Levítico 23:5 dice: “En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.”

5. Y hay un dato poco conocido pero muy importante a tomar en cuenta: la gente de Judea calculaba sus días de 24 horas de la puesta del sol a la siguiente puesta del sol. Pero los galileos, como Jesús y sus discípulos, aparentemente calculaban los días desde la salida del sol a la siguiente salida. Este sistema es usado en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Y es la razón por la que Jesús y los discípulos comieron la comida especial de la Pascua el jueves por la noche. Este hecho también explica lo que algunos han llamado “contradicciones” entre los evangelios sinópticos y el evangelio de Juan. Simplemente usaban diferentes sistemas de cálculos de calendario.3

6. Según el calendario judío (y el nuestro) la fecha de un determinado día puede caer en cualquier día de la semana. Ese fenómeno es muy importante porque nos damos cuenta que la crucifixión debía haber ocurrido en un año donde el día 14 de Nisan cayó en un viernes, un día de Preparación. Esto nos ayuda bastante a la hora de decidirnos por una fecha.

7. Algunos historiadores antiguos que no eran cristianos mencionan –tal como lo cuentan los evangelios- que Jesucristo fue condenado a muerte por Poncio Pilato4. Pilato era el procurador romano de Judea entre los años 26 y 365.

 

Todos estos hechos históricos nos ayudan mucho a limitar nuestra búsqueda del año de la muerte de Jesucristo de una forma decisiva.

En la serie sobre el nacimiento de Jesucristo llegamos a la conclusión que Jesús nació en Belén en el año 3 aC. Añadimos a esto la cita de Lucas 3:23 que Jesucristo empezaba su ministerio cuando tenía aproximadamente 30 años. Y como último dato tomamos nota de que el evangelio de Juan nos habla de tres fiestas de la Pascua durante el ministerio público de Jesucristo (Juan 2:23; 6:4 y 13:1).

Con todo esto en la mente llegamos a una fecha para la crucifixión en la primera parte de los años 30 dC. En esta época, el 14 de Nisan cayó en dos ocasiones en el día de la Preparación, un viernes: el 7 de abril del año 30 y el 3 de abril del año 33.

Hasta aquí ha sido bastante fácil. Pero ahora la pregunta es: y ¿por cuál de las dos fechas nos vamos a decidir? Este será el tema del siguiente artículo.

 

Notas

1#Flavio Josefo, Antigüedades 16,6

2#Harold W. Hoehner, Chronological Aspects of the Life of Christ, cap. IV,(Grand Rapids: 1977)

3#ibid

4#Tacito lo menciona sus Anales, libro XV,44 y también Flavio Josefo en AntigüedadesXVIII,3,3.

5#ibid.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Teología - El día de la cruz