Mucho más que un influencer

La única manera segura que hay de no desfigurar a Jesús es yendo al Nuevo Testamento, porque allí, en los evangelios y en las cartas, es donde se encuentra lo que necesitamos saber sobre él.

07 DE FEBRERO DE 2019 · 09:00

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Es la palabra que ahora está de moda. Influencer. No aparece en los diccionarios ingleses, al ser una invención reciente, pero enseguida ha entrado en nuestro vocabulario y por todas partes se cuela tal cual, sin traducirla. Si la tradujéramos, lo que más se acerca sería el término influyente, pero como influyente es una palabra corriente y moliente, es mucho más interesante, si bien se mueve en la frontera de lo pedante, usar influencer. En realidad el uso de este y otros neologismos se impone debido a la globalización que los medios de comunicación ejercen, de modo que para conectar con la corriente principal no queda más remedio que echar mano de los mismos. Aunque seguramente, cuando pase un tiempo, el término influencer se habrá desvanecido. Las modas son así, pasajeras.

Supongo que esa idea de conectar con la corriente principal es la razón por la que en la cartelera de las obras teatrales de Madrid se está representando un musical titulado 33 El Musical, en cuya publicidad se define a Jesús como el mayor influencer de la historia. El intento de hacer que Jesús encaje con una época determinada no es nuevo. Si hubo un Jesús hippie, también hubo otro Jesús revolucionario, así como otro Jesús romántico, al igual que un Jesús esotérico y hasta otro Jesús transgresor. Y seguramente los estereotipos que se puedan hacer de Jesús no tengan fin y cada época prefiera elaborar el suyo.

Hay una ventaja en la intención de presentar la figura de Jesús en una dirección determinada, porque se le hace más fácilmente accesible a cierto colectivo de personas. Pero también hay un peligro, dado que se le puede estar reduciendo y deformando para que se adapte y encaje bien con la tendencia dominante.

La única manera segura que hay de no desfigurar a Jesús es yendo al Nuevo Testamento, porque allí, en los evangelios y en las cartas, es donde se encuentra lo que necesitamos saber sobre él. Concretamente, en la carta a los Hebreos hay una palabra que se emplea con profusión y que sería la clave de la carta y es la palabra mejor, entendida en el sentido de más excelente, que también puede traducirse como mayor. 

Pues bien, el mensaje de Hebreos es que Jesús es mayor, en su persona, que cualquier otro personaje y que su obra es mayor que cualquier otra obra. Es mayor que todas las criaturas (1:4), dado que tiene el nombre de Hijo, el cual es exclusivo suyo cuando se entiende en términos absolutos. Ser Hijo le sitúa en una esfera que no pertenece al orden de lo creado, a la que sí pertenecen incluso las criaturas más excelsas que son los ángeles. Y si de seres humanos se trata, él es mayor que Moisés, que no pasa de la categoría de siervo, y también es mayor que Abraham, quien fue bendecido por aquel Melquisedec, que es figura de Jesucristo.

Y cuando se trata de su obra la carta a los Hebreos la describe así resumidamente: ‘Pero ahora tanto mayor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mayor pacto, establecido sobre mayores promesas.’ Mayor ministerio. Mayor pacto. Mayores promesas.

  • Mayor ministerio significa que la tarea realizada por él supera la tarea hecha por el ministerio menor. Mientras que el ministerio menor efectuaba ceremonias simbólicas, realizadas en un lugar simbólico, que no tenían eficacia para quitar los pecados, Jesús ha entrado en el santuario celestial para oficiar allí un mayor ministerio, en la misma presencia de Dios, acto por el que los pecados son definitivamente cancelados, mediante su propia muerte. Ningún influencer, por mayor que sea, puede hacer eso.
  • Mayor pacto significa que para tener una relación estable con Dios hace falta un mediador, que garantice los términos de ese pacto, incluso cuando la parte beneficiada del mismo, nosotros, lo rompemos. Sin mediador no hay pacto y sin pacto no hay relación posible. Por tanto, para acercarse a Dios y disfrutar de su amistad es imprescindible la existencia del mediador del pacto. Ese pacto es mayor, debido a que su mediador es infinitamente mayor que el mediador del pacto menor. Ningún influencer, por mayor que sea, puede hacer eso.
  • Mayores promesas significa que las cláusulas contenidas en el pacto mayor superan a las promesas menores con creces. Las promesas menores tenían que ver con bendiciones terrenales y temporales, pero las promesas mayores tienen que ver con bendiciones celestiales e imperecederas. La herencia asignada a las promesas menores no se puede comparar con la asignada a las promesas mayores. Ningún influencer, por mayor que sea, puede hacer eso.

En conclusión, lo que necesitamos no es un influencer, por mayor que sea. Lo que necesitamos es un mediador ante Dios, que nos salve de nuestros pecados. Todo lo que no sea eso no nos sirve. Y no hay más que uno capaz de dar esa talla, Jesucristo, quien es mayor tanto en su persona como en su obra.

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