Año nuevo en mundo de escándalo

Se necesitarían en el 2019 voces proféticas que clamaran contra los grandes escándalos del mundo porque, a veces, como diría Unamuno, callarse puede ser peor que mentir.

01 DE ENERO DE 2019 · 12:00

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No creo que en este año 2019 se cumpla el aserto: “Año nuevo, vida nueva”. No. Estamos en un mundo donde hay ya muchos escándalos ya enraizados y con los que, desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a vivir como peces muertos que se dejan llevar por la corriente. Se necesitarían en el 2019 voces proféticas que clamaran contra los grandes escándalos del mundo porque, a veces, como diría Unamuno, callarse puede ser peor que mentir. 

¡Cristianos del mundo en el 2019: la sociedad necesita de nuevos valores! Dios quiera que este nuevo año sea, por parte de los cristianos, un año en el que suene la denuncia, se busque la justicia y se clame contra los acumuladores y opresores del mundo. Que vivamos y pongamos en práctica los valores del reino. Que en el año 2019 haya voz profética.

Más de medio mundo en pobreza, alrededor de mil millones de hambrientos, nuestras ciudades afeadas y enturbiadas con el hecho de niños que pasan hambre. Se da la negra paradoja, incluso en los momentos de crisis, de ricos cada vez más ricos y pobres cada vez más pobres. Los segundos son incontables y tiñen al mundo con el negro velo de su sufrimiento. Estas frases pueden ser palabras proféticas de maldición, de ayes que atruenan la tierra en el 2019 en busca de aminorar el escándalo humano que es la pobreza: “¡Ay de los que acumulan casa a casa y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?”. (Is. 5:8).

Sed valientes, cristianos del siglo XXI, en este año que comenzamos, el 2019. Tened ánimo. Sed activos y trabajad por la justicia. Preñad la tierra de nuevos valores, nuevos estilos de vida, nuevas prioridades que den credibilidad a nuestro mensaje. ¿Cómo si no se puede ser discípulo del Señor en este todavía inicio de siglo? 

Que 2019 sea un año de denuncia profética, de cristianos comprometidos con la projimidad que nos enseñó Jesús. Tenemos que trabajar y tener misericordia para que el aserto bíblico: “El despojo del pobre está en vuestras casas” (Isaías 3:14), frase dirigida contra los que devoran y acumulan el alimento del pobre, sea cada vez menos aplicable. Difícil, pero al que cree todo le es posible. Que se reduzca la pobreza en el mundo con la ayuda de la voz y de la acción de los cristianos.  

¿Es que, acaso, en este iniciado Siglo XXI, en este año 2019 que estamos comenzando, no se puede aplicar la afirmación de que las mesas del mundo rico, hoy también se nutren con la escasez injusta de los pobres de la tierra? Llanto y clamor. Injusticia y despojo. Opresión y robo. Cristianos del mundo: Esto no puede ser la voluntad de un Dios que, en todo el texto bíblico, es un Dios preocupado por los pobres y sufrientes de la tierra.

Año 2019, siglo XXI. Seguro que va a estar oscurecido, nublado y como cubierto por un velo de vergüenza a causa de niños que mueren de hambre, niños que mueren por no tener vacunas, que fallecen a causa de enfermedades vencibles, por falta de agua potable... adultos que se mueven en la infravida, muchos de ellos envejeciendo prematuramente. 

¡Atención, ciudadanos del siglo XXI! Más de dos mil años después de Cristo, los valores del Reino de dignificación y liberación de las personas, estos valores como éste: “Muchos últimos serán los primeros”, siguen siendo neutralizados por los contravalores de un mundo consumista, admirador de los ricos de la tierra y de los injustos. 

Año 2019. Vigencia de valores negativos que son contracultura en relación con los valores del Reino que nos dejó Jesús. Antivalores en relación con las enseñanzas bíblicas que, muchas veces, entran en nuestras iglesias, y nos hacen vivir como los que no tienen esperanza. Así es imposible la denuncia, la búsqueda de la justicia y el seguimiento del Maestro. 

Los cristianos del mundo debemos despertar y asumir toda la labor profética en un año que, con toda seguridad, predominarán las injusticias, la corrupción y el robo. Algo creo que podemos hacer los cristianos a lo largo de este nuevo año. Esforcémonos y trabajemos en la línea de la implementación de los valores del Reino en la tierra.

Recordemos, en este año 2019 que comienza, todas las enseñanzas de Jesús mismo: El auténtico ritual es buscar la justicia, la misericordia y la fe. Pensemos en este año en la parábola del Buen Samaritano, ejemplo de acción de aquellos que son movidos a misericordia para con aquellos que están tirados y apaleados al lado del camino. El no pararnos y comprometernos en la acción amorosa, es encaminarnos a la condenación y hacia un nuevo año lleno de injusticias ante el silencio de los creyentes.

Cristianos del mundo en este año 2019: Paraos, deteneos, sed movidos a misericordia ante los apaleados del mundo y buscad justicia. Tened carga por la denuncia, la búsqueda de la justicia y el hacer misericordia. Con la ayuda de Dios, será fácil, como dijo Jesús del hecho de llevar su yugo.

Quiera Dios que cumplamos para que no nos ocurra aquello que ya anunciaba el profeta Isaías sobre que, fuera de la práctica de la justicia y de la misericordia, el Señor va a ser sordo a nuestros rituales, oraciones, fiestas solemnes y ofrendas. Que en este año no nos acerquemos al Señor siendo sordos al grito del prójimo apaleado y actuemos en el ámbito de la justicia. Simplemente porque el Señor así lo dice: “Venid luego” a mí, no antes, cuando aún no habéis sido movidos a misericordia. Que el Señor nos use. Feliz año 2019. 

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