Invisible a los ojos

La fidelidad es una bonita palabra, pero suena mucho mejor cuando sabemos aplicarla a una relación.

29 DE OCTUBRE DE 2018 · 09:00

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Joe di Maggio fue un gran jugador de béisbol americano, pero alcanzó toda su fama cuando se convirtió en el segundo esposo de Marilyn Monroe. Cuando se casaron le regaló a Marilyn una medalla con una inscripción en la que se leía: «El auténtico amor no se ve sino con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos». A pesar de que Marilyn le dejó y se casó otra vez, Joe fue el único que estuvo con ella hasta el final, incluso después de su muerte; siempre siguió enviando flores a su tumba. Los demás la abandonaron, pero Joe no. 

¿Sabes? Hoy necesitamos hablar sobre nuestros amigos y nuestra lealtad con ellos. La fidelidad es una bonita palabra, pero suena mucho mejor cuando sabemos aplicarla a una relación. Es el momento de dejar de pensar en los demás y de preocuparnos por si nuestros amigos son como deben de ser o no. Nosotros necesitamos ser fieles, y los que nos rodean necesitan ver esa fidelidad.

Vamos a ponernos manos a la obra. Piensa en las personas que más quieres, porque es el momento de tomar buenas decisiones:

  • Decide que hoy mismo vas a agradecerles algo que hayan hecho por ti.
  • Decide que durante esta semana vas a encontrar algún momento para pasar tiempo con ellos.
  • Decide que vas a comprometerte a tener los ojos abiertos por si necesitan tu ayuda. Vas a demostrar que son importantes para ti.
  • Prepara algún momento en las próximas semanas en el que puedas hablar con alguien que quieras, pasear juntos, compartir sueños...
  • Busca el número de teléfono de alguno de ellos (o su dirección de email) y llama para decir que le quieres y que es muy importante en tu vida.
  • Decide ser fiel a tus amigos, a tu familia, a la gente que te necesita.

Nada vale tanto como un buen amigo. La Biblia dice: «Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa» (Proverbios 27:6 NVI). Pasamos la mayor parte de nuestra vida pensando que nuestros amigos son los que nos dicen siempre que sí, y no nos damos cuenta de que muchas veces su manera de ayudarnos es enseñarnos lo que estamos haciendo mal. No quiero ni pensar en cuantas ocasiones enemigos nos han cegado el corazón y nos han entrampado con sus besos para hacernos ser infieles a quienes amamos. Mejor confiar en nuestros amigos, aunque a veces tengan que decirnos cosas que no nos gustan.

No lo olvides nunca: no tengas miedo a amar y perder. El mayor peligro es no haber amado nunca. No te sientas mal por haber hecho bien y recibir odio a cambio, la persona más triste es la que nunca fue capaz de comprender lo que significa amar incondicionalmente. Lo esencial es invisible a los ojos, está dentro del corazón.

El amor y la fidelidad son un regalo de Dios. Disfrútalos y ofrécelos. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Invisible a los ojos