Cómo responder a un necio

La razón y la verdad están muy por encima de nosotros, simplemente debemos dejar que brillen sin preocuparnos de que los demás lo admitan.

15 DE OCTUBRE DE 2018 · 08:00

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Hablando de situaciones increíbles, no sé si sabías que una vez al jugador de baloncesto de los Celtics de Boston Danny Ainge tuvieron que ponerle cinco puntos de sutura en la mano durante un partido. ¿La causa? Uno de los jugadores de los Orlando Magic le mordió mientras disputaban un balón.

¿Un lance del juego? Más bien un comportamiento necio. La Biblia nos enseña lo que debemos hacer cuando nos encontramos con una persona así: «No respondas al necio según su necedad, o tú mismo pasarás por necio. Respóndele al necio como se merece, para que no se tenga por sabio» (Proverbios 26:4-5 NVI).

En nuestra vida vamos a tener que aplicar ese versículo muchas veces. No siempre las personas son razonables y su comportamiento es educado. ¡Tampoco nosotros mismos somos perfectamente amables siempre! Así que tenemos mucho que aprender.

En primer lugar, no está bien responder a un necio de la misma manera que él nos trata a nosotros. Cuando alguien quiere ser necio, no merece la pena perder el tiempo intentando convencerle de algo; no va a entenderlo y puede que se enfade todavía más con nosotros. Su necedad le impide razonar, y el que nosotros queramos tener razón puede llevarle a una pelea sin límites.

El ejemplo del Señor Jesús es genial, como siempre: cuando los que querían engañarle y atraparlo se enfrentaban a él, nunca entró en ese tipo de juego. No luchó por tener razón ni le preocupó el tratar de convencerlos a todos de que él era más inteligente que los que le acosaban. ¡Y eso que no solo tenía derecho a hacerlo, sino que podía y sabía hacerlo! Pero el Señor respondía a los necios tal como se merecían: casi siempre preguntándoles algo que ellos no querían o no sabían responder.

Una buena pregunta es la mejor manera de dejar la duda dentro del corazón del que escucha, porque tarde o temprano tiene que responderla, aunque no quiera reconocerlo. Las preguntas inteligentes necesitan ser respondidas y nadie es capaz de escapar a ellas cuando no conoce la respuesta. Por muy necio que sea. Además, pocas cosas hay tan sublimes para alguien realmente inteligente que hacerse pasar por ignorante delante de un necio que cree ser muy inteligente.

Por otra parte, Dios nos regaló un arma absolutamente radiante para luchar contra las necedades de algunas personas: el sentido del humor. Hay luchas en las que no merece la pena entrar, me refiero a esas discusiones que solo nos pondrán de mal humor a nosotros y a los demás. ¿Sabes la razón? Normalmente pocos quieren resolver sus dudas, lo que realmente les importa es tener la razón: cuando lo único que nos interesa es que reconozcan que lo que hemos hecho o hacemos es lo más sabio... es porque nos estamos comportando como necios.

La razón y la verdad están muy por encima de nosotros, simplemente debemos dejar que brillen sin preocuparnos de que los demás lo admitan. Si queremos discutir por discutir, estaremos expresando nuestra propia necedad. Si dos personas defienden sus opiniones hasta hacerse daño, simplemente para demostrar que tienen razón, lo único que demuestran a todos es lo necios que son.

Haz tu trabajo bien e intenta ayudar en todo lo que puedas. Y los necios que sigan discutiendo y diciendo necedades.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Cómo responder a un necio