Sí, quedo yo: apuntes breves a una larga vida (1)

Ahora, en la etapa final de mi existencia, quiero dejar escrito un reducido balance de mis trabajos.

19 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 09:49

Juan Antonio Monroy, dictando una conferencia en Santiago de Compostela, en septiembre de 2016. / Héctor Rivas,
Juan Antonio Monroy, dictando una conferencia en Santiago de Compostela, en septiembre de 2016. / Héctor Rivas

“¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces.

De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.

Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?”  (2 Corintios 11:23-29).

“¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme” (2ª Corintios 11:1).

Si se dice de un hombre fallecido que era bueno como un pan, éste era toda una panadería. Noble. Humilde. Amigo hasta de sus enemigos. Inteligente. Culto. Sabio, creyente. Corto me quedo al escribir las características humanas de Manuel López Rodríguez, periodista de pluma y fotógrafo de máquina. Un fotoperiodista como nunca hubo ni lo hay en el protestantismo español; siempre envidiado por algunos líderes y ninguneado por otros.

Manolo me quería mucho. Y yo a él. Entramos en contacto cuando él vivía en Alemania. Tenía 20 años. Por entonces yo publicaba en Tánger el periódico “La Verdad”. A Manolo le entusiasmaba. Se autonombró representante de “La Verdad” en Alemania. Me enviaba artículos y noticias de los españoles en la emigración. Empezó a asistir a la Iglesia. Fue bautizado por Francisco Robles, a quien yo bauticé en la Iglesia Bíblica de Tánger, por aquél entonces pastor en Alemania.

Un día, siendo director de la revista bautista “El Eco”, a Manolo se le ocurrió publicar un artículo con el título “Nos queda Monroy”. Basaba la argumentación en que los líderes históricos del protestantismo español estaban muriendo y yo iba quedando.

Se armó Troya. Le contestaron y le atacaron miembros destacados de su misma denominación, disconformes con la tesis. No llegaron a entender, o no quisieron, que Manolo daba a su artículo un sentido generacional, no valorativo.

Sin embargo, era verdad entonces y es más verdad ahora, septiembre del año 2018. Ignoro si queda algún hombre vivo y activo de aquellos que trabajamos unidos en la Comisión de Defensa Evangélica Española por los años 60, que triunfamos sobre la intolerancia con la Ley de Libertad Religiosa de 1967, que forzamos una segunda Ley en 1980, que constituimos la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España en 1986, que negociamos y firmamos Acuerdos de Cooperación con el Estado en 1992.

Sí, quedo yo. Y moviéndome. Entre enero y agosto de este 2018 he volado en millas aéreas el equivalente a 100.000 kilómetros, con campañas evangelísticas en cinco países de América Latina.

Cuando el apóstol Pablo presenta a los corintios la relación de sus éxitos y penalidades, en duelo con sus enemigos según el texto que encabeza este artículo, lo hace con una admirable eficacia retórica. No es literatura yoista; escribe en primera persona porque es el género que cuadraba a la exposición de sus actividades.

Ahora, en la etapa final de mi existencia, en “la última farra de mi vida, de esta vida muchacho que se va, mejor dicho ya se ha ido”, quiero dejar escrito un reducido balance de mis trabajos. Lo hago, como Pablo, en primera persona. Lo hago pidiendo a los lectores lo que pedía el apóstol: “¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí, toleradme”. “Como si estuviera loco hablo” (escribo). (2ª Corintios 11:23). ¿Me hago un necio al gloriarme?, “Vosotros me obligasteis a ello, pues yo debía ser alabado por vosotros” (2ª Corintios 12:11).

Aquellos “vosotros” eran los compañeros de Pablo, los miembros de iglesias a quienes había servido, los mismos discípulos que aún vivían y que le dejaron solo en las cárceles de Roma (2ª Timoteo 4:11).

Habla mi experiencia: Los líderes evangélicos no destacan precisamente por su generosidad, ni por el reconocimiento de las cualidades del otro, ni por los deberes que imponen el compañerismo y la amistad.

¿Quién escribe, cuánto se escribe hoy de líderes de ayer como José Cardona, Juan Luis Rodrigo, Samuel Vila, José María Martínez, José Grau y tantos otros que consumieron su vida al servicio de Cristo en España? Igual destino será el mío. Cuando mi cadáver baje a la tumba, algunas lamentaciones, cuatro recuerdos en los tres primeros meses y Juan Antonio Monroy quedará sepultado en el fondo de la tumba. Muy al fondo. Olvidado.

Plenamente convencido de que llegará ese día y ese mismo destino, me propongo en este y otro artículo dejar escrito, a modo de testamento notarial, un resumen de mi paso por la vida, de fidelidad y dedicación plena al ideal que asumí a los veinte años de vida en las calientes tierras africanas: Cristo y su mensaje al mundo. Confío que esta amplia hoja de servicio, que repito una vez más, redactaré en primera persona, lleve alegría al corazón de Dios.

 

PREDICACIONES EN 35 PAÍSES

Fui convertido del ateísmo a Cristo y bautizado el 27 de octubre de 1950 en Tánger, Marruecos. Aquella misma tarde, con otros cuatro jóvenes, salí en recorrido por la ciudad. En el patio de una casa cantamos y yo di testimonio de mi conversión. Fue mi primera predicación. Luego otras charlas en la Iglesia de Tánger, predicaciones posteriores en Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, de nuevo Tánger y, así, he predicado a Cristo en 35 países de cuatro continentes, en 30 de los 50 estados que forman la Unión Norteamericana y en 41 de las 50 capitales de provincia que tiene España.

 

FUNDACIÓN DE IGLESIAS

He fundado o contribuido a fundar 26 iglesias en Marruecos, España, Portugal, Suiza y Miami.

 

FUNDACIÓN DE INSTITUTOS

Fui fundador, secretario y profesor de religiones comparadas en el Instituto Bíblico de Tánger y fundador del Centro Cristiano para la Formación de Líderes en Fuenlabrada, Madrid.

 

INSTITUCIONES MISIONERAS

En septiembre de 1956 fui nombrado Director de la Misión Cristiana Española en nuestro país.

En diciembre de 1964 fundé en Sevilla el Movimiento de Restauración, donde están encuadradas las Iglesias de Cristo.

 

MINISTERIO RADIOFÓNICO

Siempre he creído en la difusión del Evangelio de Cristo a través de la radio. Ha sido un ministerio al que he concedido importancia capital.

En septiembre de 1956 inicié mi labor en la radio con tres programas semanales de quince minutos de duración a través de la emisora “Radio Internacional de Tánger”, con el nombre “La Estrella Matutina”. Cuatro años más tarde el Gobierno de Marruecos me prohibió el programa.

Viviendo ya en España, de 1965 a 1968 mantuve el mismo programa a través de Radio Luxemburgo.

En noviembre de 1968, coincidiendo con una tímida apertura religiosa en España firmé la contratación de tres programas semanales en Radio España, de Madrid. Me dijeron que fue el primer programa de signo protestante en toda la historia de España a través de una emisora comercial.

Por influencia de las autoridades católicas este programa fue suspendido al año siguiente.

En junio de 1969 trasladé el mismo programa a la potente emisora Radio Oporto, en Portugal. Poco después, enero de 1972, regresé a Radio España de Madrid con cinco programas semanales de quince minutos de duración.

A partir de entonces, mi anuncio del Evangelio a través de emisoras españolas se ha transmitido sin interrupción. En 1979 firmé otro contrato con la cadena Rato y cinco días a la semana hablaba al pueblo español sobre las verdades de la Biblia y la excelencia de Cristo a través de sus 43 emisoras extendidas por todo el país.

Mi ministerio radial ha tenido dimensión internacional. Mis temas escritos y grabados llegaron a ser radiados en emisoras de Argentina, Texas, Cuba y la potente Radio Transmundial de Quito, Ecuador, con onda media que llegaba a centro y sur América, países de Europa y Rusia.

Hoy sigo en la radio. El ministerio que inicié en Marruecos en 1956 lo continúo en España en 2018 a través de Global Radio.

En mis predicaciones por iglesias de España he conocido a personas que llegaron al conocimiento de la fe cristiana a través de mis programas de radio. En nuestra oficina central en Madrid allá por los años 60 a 80 recibíamos hasta 500 cartas diarias solicitando el Nuevo Testamento que enviábamos gratis a los oyentes.

 

PRODUCCIÓN DE VÍDEOS

En 1999 escribí y grabé los guiones para una serie de trece videos sobre temas bíblicos, sociales, espirituales, etc. Estos trece videos los grabé en español en estudios de Joplin, Missouri, Estados Unidos.

Según los editores, hubo tal demanda por parte de cristianos en países de América Latina y en Estados Unidos, que me pidieron la producción de una nueva serie de otros trece temas. Esta segunda serie la grabé en un estudio de Dallas, Texas. Los veintiséis videos aún se proyectan en iglesias y en emisoras de esos países.

 

LIBROS

El primer libro que escribí, de pocas páginas, fue en 1953 en Santa Cruz de Tenerife. Lo titulé “El poder del Evangelio”, la vida de un hombre degenerado en muchos aspectos, con tres intentos de suicidio, convertido a Cristo durante mi ministerio pastoral en la isla.

Desde entonces al día de hoy he escrito y publicado cincuenta y cinco libros, varios de ellos traducidos al inglés, francés y portugués. Algunos van por la séptima edición en Cuba, como la biografía de Frank País, o la quinta edición de “La Biblia en el Quijote”. El libro número cincuenta y seis lo está imprimiendo una editorial de Granada. Su título: “María Magdalena en la literatura”.

Entre los años 1998 y 2003 la Editorial Clie, de Tarrasa, publicó 11 gruesos tomos de mis Obras Completas.

Además de esos libros originales he traducido y publicado ocho libros del inglés y cuatro del francés. También he escrito trece prólogos para libros de autores amigos.

La semana próxima completaré estos datos en un nuevo artículo.

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