Cada uno a su manera

Todos tenemos necesidad de recibir lo que es bueno, esa es la principal razón para comprender que estamos hechos para poder hacerlo.

27 DE JULIO DE 2018 · 08:00

,

Por eso, todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas. Eclesiastés 9: 10

 

Ya que lo estamos destrozando, es menester que cada uno, a su manera, deje de hacer lo malo y comience a marcar la huella que ayude a crear un mundo mejor para los que ya están y los que van naciendo. Si podemos facilitarles la vida, hagámoslo. Si en vez de trabajar solos por esta causa podemos hacerlo en compañía, la satisfacción será mayor. La misión es hermosa y son muchos los que viven poniendo sus manos en este empeño. Dondequiera que estén se crea un aura de alegría y bienestar indescriptible. Todo se hace más llevadero.

Cada una de las buenas acciones construye y deja en el corazón de quien recibe lo provechoso una huella imborrable que, tarde o temprano, le llevará a trabajar por la misma causa. Las buenas acciones dejan una semilla fértil en las personas que las disfrutan y estas, a su vez, germinan repitiendo el mismo ejemplo que han recibido.

Para lograr un mundo mejor no hay que hacerse misionero ni viajar al otro extremo del planeta. Hacer el bien siempre está al alcance de la mano. La generosidad; la comprensión; la escucha activa; estar presente en los momentos más oportunos y necesarios para el prójimo; el respeto hacia su persona, sus pensamientos, sus maneras de contemplar el mundo. A veces sólo hay que estar y no se precisan palabras.

Todos tenemos necesidad de recibir lo que es bueno, esa es la principal razón para comprender que estamos hechos para poder hacerlo, simplemente hay que estar atentos y cuando llegue el momento, son muchos los momentos, no aguantarse las ganas, pues puestos a elegir, trae más satisfacción hacer lo correcto y alegrarle el día a alguien.

Haz el bien y no mires a quien, dice el refrán y no importa si de inmediato no se hace visible el resultado que buscamos. Es un proyecto hermoso. Hacer feliz al que está cerca y al que está lejos y si resulta que es tu enemigo, mejor que mejor, pues le estarás dando un ejemplo de como construir en positivo muy valioso.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Cada uno a su manera