Luna llena

Tener hijos no es ser madre (ni padre). Pero todas las madres son la luna llena de Dios para sus familias. A ellas va dirigido este poema.

04 DE MAYO DE 2022 · 08:00

Mel Elías / Unsplash,madre embarazada, embarazo maternidad
Mel Elías / Unsplash

Durante nueve meses has llevado

una promesa que crece,

y las semanas han granado

de luna llena

la colina blanca de tu vientre.

 

Al llegar la hora rota,

se te ha partido el alma

en un llanto de niño

que te llamaba.

Luego, durante toda una vida,

has sido cobijo,

amanecer y savia.

 

Por todo eso, en este día

que multiplica tu nombre

hasta llenar toda la casa,

quiero que sepas, madre,

que fue Dios quien te hizo

sementera, estanque y alba.

Que es Él quien tiene la esencia

de la fecundidad de tu savia.

Que es lo femenino y materno

imagen de Su existencia,

orfebrería de Sus dedos.

Que ese  Dios único y eterno

mantenga limpio tu espejo

que es de Su imagen reflejo.

 

Madre, que en tu ser beban

las generaciones sedientas

el agua que de ti no viene,

pero que por tu seno pasa.

El agua que a vida eterna permanece

y que no se seca en las gargantas.

El agua de la roca fuerte herida,

del amor roto, de trozos de vida

desgajados y en el Amor unidos.

El agua del Jesús resucitado.

 

(Del libro Mirad@zul, de Pedro Tarquis)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Mirad@zul - Luna llena