Miedo a olvidar

Lo guardado me une a un pasado del que no quiero desvincularme.

07 DE NOVIEMBRE DE 2017 · 15:26

,

Guardar algo que me ayuda a recordarte me hace sentir que puedo olvidarte.

Enredada en asuntos del hogar, ordeno y desordeno lo creídamente ordenado para pone fin a un atesoramiento fútil que me impide a veces avanzar.

Recuerdos del pasado que han terminado formando parte de mi diario vivir. Un contenido extenso de cosas inservibles que atesoro casi inconscientemente.

En un alarde de limpieza total, comienza el desalojo de aquello que no tiene utilidad alguna pero que aún así sigo guardando escrupulosamente.

Ahí están: discos de vinilo(cientos), diarios escritos desde que tengo uso de razón, casetes, cartas de amigos y de algún que otro u otra que por la distancio sólo consiguió ser un compañero, compañera de campamento, libros, más libros, muchísimos libros, ropa de cuando era pequeña (muy pequeña), ropa de Valeria cuando era bebé, tiques de algún evento al que fui hace muchos años, entradas de cine, de conciertos, cientos y cientos de cedés de películas , ropa de décadas pasadas que todavía puedo usar pero que seguramente jamás me volveré a poner…

La lista es extensa, todo ello ocupando un lugar que me impide desenvolverme más cómodamente. La pregunta que me hago es: ¿Para qué quiero todo esto?

Tardo en responder, tengo que pensar.

Tras un tiempo llego a la conclusión de que lo guardado me une a un pasado del que no quiero desvincularme. Quiero que todo ello sea el recuerdo de lo vivido, de mi existencia en este mundo, de mi paso por él.

Lo asimilo y aun a mi pesar comienza el destierro.

Bolsas llenas de ropa que van a parar a contenedores solidarios.

Libros que regalo sin tener miedo a deshacerme de ellos, dándoles la oportunidad de ser leídos por otros ojos.

Casetes de los que con tristeza me separo, sé que ya no tiene utilidad.

De lo demás, imposible. Deseo que siga ahí, que me acompañe en el transitar diario y aunque no recurra a ello en años, necesito saber que forman parte de mi presente.

Quizá sea ilusa por pretender darle valor a lo inerte, guardar papeles que hablan, que narran mi vida desde la perspectiva de la niña, la joven que fui. Oír discos que poseen una calidad mejorable pero que me devuelven esa lejana melodía de días pretéritos. Soy una nostálgica, me es imposible desbaratar los recuerdos de un manotazo, resulta difícil despojarme tan ampliamente, puede que poco a poco lo consiga, pero sé que aún no estoy preparada. Sigo atesorando cosas que me otorgan un pasaje de vuelta atrás, que me muestran la senda andada, ese camino que se evapora en mi memoria necesitando a veces una abertura por la que otearlo a sabiendas de que  nunca volverá.

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Miedo a olvidar