La importancia de la Reforma Española

La Reforma española fue anterior a la luterana de Alemania. Se hubiese extendido por toda España en pocos meses, si no hubiesen existido los Autos de Fe de Valladolid y Sevilla.

21 DE SEPTIEMBRE DE 2017 · 15:47

Monasterio de San Isidoro del Campo, Sevilla, uno de los principales focos de la Reforma Protestante en España. (Tyk - CC BY SA 3.0 Wikimedia Commons),
Monasterio de San Isidoro del Campo, Sevilla, uno de los principales focos de la Reforma Protestante en España. (Tyk - CC BY SA 3.0 Wikimedia Commons)

Tenemos que afirmar con rotundidad que la Reforma española fue anterior a la luterana de Alemania al menos en cinco años y que se hubiese extendido por toda España en pocos meses, si no hubiesen existido los Autos de Fe de Valladolid y Sevilla. Esto no es ninguna exageración.

Así lo afirmaba el inquisidor General asturiano Fernando de Valdés y el historiador católico Gonzalo Illescas que ya ven en las “herejías del maestro Juan de Oria y los alumbrados de Guadalajara y Toledo la “simiente” de estas herejías luteranas”.

La Reforma española supuso el mayor avivamiento de todos los tiempos en la vida espiritual de España. Esto no es una exageración de un historiador protestante. Lo demostraremos con unas citas, pero dejaremos siempre flotando en el aire de esta Conferencia, algo que no tenían otras naciones: la sociedad de los conversos de judíos conocedores de las Escrituras Sagradas, de alumbrados, erasmistas y la revolución social y política de los Comuneros, que fueron la espada de Damocles reformadora.

Es necesario aclarar que, si la Reforma alemana y suiza fue larga y lenta, la Reforma en España eclosionó en muy pocos años hacia proposiciones claramente “heréticas” radicales o luteranas o calvinistas al margen de que los inquisidores, sus intérpretes y perseguidores, difuminasen la herejía y la fraccionasen convenientemente durante los cuarenta años primeros del siglo. En estos años primeros del siglo XVI se presentía y se reconocía la “herejía” pero no se quería hacer visible, disfrazándola de expresiones tales como “palabras malsonantes”, “escandalosas” “sabor a herejía” y en los casos más evidentes se declaraba como “herejía luterana” a partir del Edicto de 1525. Consideremos estas afirmaciones.

 

EL “EVANGELISMO” COMO ESPIRITUALIDAD DEL PROTESTANTISMO, FRENTE A LA MÍSTICA Y LA ASCÉTICA

En las primeras décadas del XVI también en España aparecen un grupo de personas sensibles a la espiritualidad del momento que se encaminan por la vía del “evangelismo”, tales como Juan de Valdés, Juan de Ávila, Bartolomé de Carranza o Constantino Ponce de la Fuente, por citar los más representativos. Sin embargo, en el caso de Valdés dice José C. Nieto (i)  “el valdesianismo no es un movimiento “católico” o “católico Romano” de reforma en el seno de la Iglesia, sino un intento de fundar y edificar una “iglesia cristiana” independiente del Papa y de la tradición católico Romana apoyada en normas y escatologías, con la doctrina de la justificación por la fe como único fundamento (ex fide sola). Solamente este principio asienta a la “iglesia cristiana” sobre su auténtica base, es decir sobre el propio Cristo”. Afirmar que el valdesianismo era un “evangelismo católico Romano”, como algunos historiadores se han atrevido a decir, es absolutamente incorrecto”.

Cuando los estudiosos definen una larga serie de espiritualidades y especialmente recurren y ensalzan la mística española ubicada en este siglo, creemos que cometen un típico y reiterado desacierto ya que, la mística como tal, adquiere su auge a partir del siglo XVII. ¿Es que acaso fue místico fray Luis de León, cuando casi toda su obra es bíblica, filológica y exegética? De los nombres de Christo, Exposición del Libro de Job. In Psalmum vigesimumsextum explanatio. Cantar de los cantares... El siglo XVI es por tanto el siglo de la espiritualidad evangélica, la vuelta a los textos del Antiguo y Nuevo Testamento y a una adoración en espíritu, interior y no externa.

El católico Melquíades Andrés Martín en La Espiritualidad Española en tiempo de Carlos V dice: “La espiritualidad española ha sido presentada con mucha frecuencia desde los alumbrados, Erasmo, los protestantes y la Inquisición, es decir, desde fuera y no desde dentro de ella misma. Esas corrientes forman parte de su realidad, pero no son el todo ni lo más importante. Frente a la espiritualidad de Erasmo, basada en poca oración, mucho estudio y abundante critica, la española acentúa la oración y el amor, y proclama que tanto tienes de amor cuanto de oración. El Enquiridion es una metodología, la mística española, una experiencia. Un verbo podría ilustramos en este terreno: ut te transformeris; en Erasmo tiene sentido activo: que tú te transformes; en nuestros místicos, pasivo: que seas transformado. Dentro de la espiritualidad erasmiana no hubiera encontrado sitio la mística española”- termina diciendo Andrés Martín-.

Tampoco hubiera encontrado asiento el evangelismo en la espiritualidad erasmiana basada en normas de urbanidad cristiana. La experiencia mística también tenía un método: el purgativo, el iluminativo y el unitivo, por lo que tampoco el ser transformado podía ser sola gracia y sola fides evangélica.

Así pues los dos conceptos con los que Melquiades Andrés introduce la experiencia del ser trasformado o divinizado son ajenos al evangelismo que buscaba la salvación (la salud eterna del hombre por la gracia de Dios) y no la divinización (hacer al hombre Dios o cierta unión inefable del alma con Dios por el amor).

El mismo Cipriano de Valera reconocerá la obra de Cisneros en la Biblia Complutense, impresa en 1515, y el cambio de mentalidad que produjo en el estudio y la espiritualidad, pero dejará clara su posición teológica y el efecto de ese evangelismo en España:

“Esta Biblia fue el único instrumento y medio que Dios tomó para renovar el estudio de las lenguas y de las buenas letras que en aquel tiempo estaban al rincón, comidas de polilla y cubiertas de moho; y allí los doctos comenzaron a dejar la teología escolástica, que consiste en vanas e intrincadas especulaciones sacadas de la filosofía inventada por los hombres, sin ninguna Palabra de Dios; y se dieron a la verdadera teología, que es la lección de la Sagrada Escritura. (Más adelante dice:) En nuestra España, muy muchos doctos, muy muchos nobles y gente de lustre e ilustres han salido por esta causa en los Autos. No hay ciudad, y a manera de decir, no hay villa ni lugar, no hay casa noble en España, que no haya tenido y aun tenga algunos que Dios, por su infinita misericordia, haya alumbrado con la luz del Evangelio. (Stockwell, 1951, pág. 149)

Bataillon, sobre el “evangelismo” de Valladolid y Sevilla, dice que era seguido por personas de la aristocracia y las órdenes religiosas y que proclamaban una salvación por la “fe sola”; sin embargo, dice que no se puede hablar de “comunidades protestantes” a este movimiento, lo cual falsearía su imagen. No sabemos el sentido exacto que quiere dar Bataillon a “comunidades protestantes”, porque si se pretende decir que no había una organización establecida y funcional, estamos de acuerdo, pero eso no presupone que no hubiese una especie de “conventículos”, congregaciones o pequeñas iglesias en las casas y en los conventos, cuyo estudio de la Escritura y de otras lecturas de reformadores, que se habían esparcido con sorprendente rapidez, se efectuase con regularidad. En Sevilla se hablaba de la “iglesia chiquita que vivía de la grande,” porque muchos clérigos conversos a la fe evangélica seguían siendo beneficiados de los diezmos y prebendas de la iglesia romana. Tengo referenciados unos 200 lugares de culto donde hubo españoles reunidos. Creo que Bataillon fue el que mejor ha descrito la espiritualidad de este siglo, pero más tarde tendrá que reconocer al profesor José  Nieto  que este siglo es el siglo del Evangelio. Nunca del erasmismo y de la mística.

No podemos menos que citar a Tomás M’Crie quien aclara mejor el concepto de “comunidades evangélicas” cuando dice:

“Por los hechos que hemos presentado, el lector habrá podido apreciar la extensión que alcanzó la propagación de la doctrina reformada en España y la respetabilidad, tanto como el número de sus discípulos. Tal vez no hubo nunca en ningún otro país, una proporción tan grande de personas ilustres, tanto por su rango, como por sus conocimientos, entre los convertidos a una religión nueva y proscrita. Esta circunstancia ayuda a entender el hecho notable de que un cuerpo de disidentes que no debió de bajar de las 2000 personas, diseminadas sobre un extenso territorio y vagamente relacionadas entre sí, hayan podido comunicar sus sentimientos y realizar reuniones privadas, durante una cantidad de años sin ser sorprendidos por un Tribunal tan celoso y vigilante como el de la Inquisición”.

OTRO TEXTO SOBRE LA IMPORTANCIA Y EXTENSIÓN DE LA REFORMA EN ESPAÑA
V. Vázquez de Prada (ii) dice de Marcos Pérez, un marrano español en Amberes:

“Informaciones recibidas en Amberes y trasmitidas a la Inquisición española, revelaban que, hacia 1566, (Después de los grandes Autos de Fe de Valladolid y Sevilla, fijémonos en este detalle) un tal Marcos Pérez, personaje de antecedentes judíos, muy conocido en los medios comerciales y religiosos de Amberes en relación con los secretarios del Conde de Brederode, expedía libros calvinistas a varios corresponsales en España. Se decía que había enviado por mar o por tierra unos 30.000 ejemplares de la Institutio Religionis Christiane de Calvino. Un flamenco, establecido en Sevilla de nombre Thilman (¿o Wilman?) y otro cuyo nombre se ignoraba, eran de los más implicados; el primero los vendía en Sevilla y en Medina del Campo y el otro personaje los pasaba por la frontera pirenaica, hacia Aragón y Navarra”.

Estos textos nos llevan a suponer que no solo los humanistas de la universidad de Alcalá, los franciscanos de Castilla o los Jerónimos de Sevilla, fuesen evangelizados con las enseñanzas de Erasmo, Lutero y Calvino mediante esta literatura tan profusamente enviada, sino que en estos u otros lugares tenían abundante cosecha en movimientos como los “alumbrados” y “conversos de judíos y de moros”.

Sin embargo, antes que los alumbrados, Pedro de Osma, profesor de Salamanca en su libro “De confesione”, ya estructura una doctrina teológica netamente evangélica. Osma tocó los temas de las indulgencias, purgatorio, la confesión, sobre la Iglesia Romana y el Papa. Que no era cosa baladí lo que decía Pedro de Osma, se refleja en el hecho de que maestros, doctores y teólogos, el 22 de mayo de 1497 fueron citados en número de 58 personalidades. En los palacios arzobispales de Alcalá de Henares, se reunieron para combatir al “hombre loable por su sciencia y honestidad de vida” según Hernando del Pulgar. El libro fue quemado y su doctrina considerada herética. Menéndez Pelayo termina diciendo:

“Pedro de Osma no fundó secta ni tuvo discípulos, ni es más que un hecho aislado, como voz perdida de los wiclefitas y husitas en España. Pero al rechazar la infalibilidad de la Iglesia, no ya de su cabeza, la potestad de las llaves, las indulgencias, y reducir la confesión sacramental a los pecados ocultos y no de pensamiento, destruyéndola casi con tales límites, cortapisas y laxitudes, precedía y anunciaba a los reformistas. Es en este sentido el primer protestante español.

Añadiremos que el afán de Osma era el mostrar la autoridad de las Escrituras y el concepto evangélico del arrepentimiento, por encima de la institución humana y el poder las llaves.

 

LA PRONTA PROPAGACIÓN DEL LUTERANISMO Y CALVINISMO

No dejaremos tampoco de citar al católico Gonzalo de Illescas que en su “Historia Pontifical” escribía:

“En años anteriores, alguna vez se prendieron en España herejes luteranos en número mayor o menor, y fueron quemados, pero estos eran extranjeros, alemanes, holandeses o ingleses. A continuación, se enviaron al patíbulo gentes pobres y de cuna humilde, y les ponían los sambenitos en prisión; pero en los últimos años hemos visto llenas las prisiones, los patíbulos y aún los quemaderos de hombres notables y, lo que es más lamentable, de personas que según el sentido del mundo sobresalían mucho de otros en instrucción y virtud...Y eran tan numerosos que, si todavía se hubieran esperado dos o tres meses más en combatir esta plaga, esta peste se hubiera extendido por toda España y nos hubiera traído la desgracia más dura que jamás le habría herido.”

Esta abundancia de citas tiene la intención de ser un contrapeso a la unicidad religiosa que el libro Los Heterodoxos de Menéndez Pelayo proclamaba y de Bataillon “Erasmo y España” sobre los disidentes religiosos españoles considerándolos solamente erasmistas. Los demás herejes solamente habrían estado en la imaginación de los inquisidores, quienes habrían exagerado con la rápida expansión de la Reforma, cuando aquellos herejes eran al fin y al cabo católicos erasmistas. Este libro de Bataillon, sin embargo, fue el que me hizo comprender la Reforma española, pues pude ir viendo que los que él llamaba erasmistas morían en las hogueras por luteranos convencidos.

Hemos citado al principio el movimiento comunero, que solo duró un año mientras esta Reforma del s. XVI duró al menos un siglo. Solo unas palabras. José Nieto en su obra “El Renacimiento y la otra España” citada varias veces, considera que este tema del movimiento comunero no está cerrado historiográficamente.  Pero aún menos estudiados son los elementos religiosos y sus ideas de libertad no solo política sino religiosa. Muchos autores se han preguntado por lo que hubiese sido España con aquellas ideas políticas, económicas y sociales, pero es lamentable que casi nadie se haya preocupado no solo por un movimiento en busca de la libertad religiosa sino también del éxito de la Reforma en España si esta revolución hubiese triunfado. Sin lugar a dudas Nieto tiene las mismas preocupaciones que nosotros en este capítulo y se atreve a decir que la historia de los comuneros pertenece también a la historia de la Reforma en España.

 

Casiodoro de Reina / Proel (Dominio Público)

IMPORTANCIA DE LOS HOMBRES DE LA REFORMA

Solo tenemos tiempo para divulgar unas curiosidades sobre los hombres de la Reforma en España.

Al menos tres reinas españolas fueron luteranas o calvinistas

1. En la Baja Navarra, Juana III de Albret, madre de Enrique IV. Proclamó la Reforma en el Béarn.

2. María de Hungría, luterana. Francisco de Enzinas (Enzinas, 1992, pág. 86) nos dice que el protestante Maestro Alexandre, que había sido carmelita del convento de Arras, era el predicador de la Reina María de Hungría. Juan Pérez de Pineda le dedicará la traducción de los Salmos: “A la Ilustrísima y Serenísima Señora Doña María de Austria, por la gracia de Dios reina de Hungría y de Bohemia, etc”. Pero ya en 1527 Lutero le había dedicado un libro y según parece, ella leía a Lutero en ediciones de Amberes. Según la misma María, ella no había pedido la dedicatoria a Lutero ni pudo tampoco impedirla.

3. No hemos de olvidar a la reina de Dinamarca, Isabel de Austria, gran luchadora en la defensa del luteranismo. (Bruselas, 1501 – Swynaerde, 1526) Reina consorte de Dinamarca y Suecia (1515 – 1522). Tercera hija de Felipe el Hermoso y Juana la Loca.

4. El mismo emperador Carlos V, según manifiesta Glapion, confesor del emperador, en tiempos anteriores a la Dieta de Worms, los escritos primeros de Lutero le habían agradado tanto al emperador como a él mismo. Cuando escribió Lutero la “Cautividad de Babilonia” creyeron haberlo escrito Lutero en contestación a la bula papal y por eso manifiesta esa indignación y violencia. Las manifestaciones de Glapion también se referían a que el emperador se sentiría merecedor de la ira de Dios si no luchase por una verdadera reforma de la Iglesia de Cristo. Sin embargo, lo que no pudo soportar el emperador de Lutero en la Dieta de Worms (1521), fue que Lutero no solo no quiso someterse a la disciplina del obispo de Roma, sino que tampoco consideró infalible el Concilio general.

 

TRADUCTORES DE LA BIBLIA DESDE LOS ORIGINALES HEBREO Y GRIEGO

Mientras la iglesia católica no tradujo toda la Biblia de los originales, hebreo y griego sino de la vulgata hasta 1944, los protestantes españoles tradujeron varias biblias.

Biblia de Sanctes Pagnini: En 1542 Miguel Servet aparece como revisor y el editor de la Biblia de Pagnini. Santes Pagnino (1470 -1541) era un monje dominico de Luca y discípulo de Savonarola (1452-1498), fue ahorcado y quemado en Florencia por herejía y crítica a las prácticas de la iglesia). Era además un erudito en el hebreo y otras lenguas clásicas. Pagnino fue profesor de Lenguas Clásicas en la Escuela de lenguas orientales fundada por el Papa León X. Dedicó veinticinco años a la traducción de su Biblia al latín a partir de las lenguas originales, publicada por primera vez en Lyon en 1527-1528. Se considera que es la primera versión de una Biblia compuesta por capítulos. La siguiente edición apareció en 1541 en Colonia. Fue editada por Melchior Novesianus, corregida por Miguel Servet y publicada por Hugues de la Porte en 1542. Ese mismo año se llevaron a cabo dos reimpresiones más. Miguel Servet añadió a la Biblia de Pagnino un prefacio y notas que recomendaban en el prólogo el estudio de la cultura hebrea para conseguir una mejor comprensión del texto. Criticó a los estudios bíblicos por no ofrecer el sentido literal e histórico sino por buscar en vano el significado místico.

La reputación de Miguel Servet creció y fue contratado por la Compagnie des Libraires de Lyon para corregir y editar la Biblia de Pagnino en siete volúmenes. Se publicó en 1545.

Juan de Valdés: Además de ser el padre de la lingüística española en su “Diálogo de la Lengua”, es el autor del primer libro protestante español “Diálogo de doctrina cristiana

  • Comentario a los salmos. Manuel Carrasco (ed.). Madrid: Librería Nacional y Extranjera, 1885.
  • Comentario o declarazion breve i compendiosa sobre la epístola de San Pablo apóstol á los Romanos, muy util para todos los amadores de la piedad christiana. [Venecia: Iuan Philadelpho [Genève: Jean Crespin], 1557]. En L. Usoz y Rio y B.B. Wiffen (eds.), Reformistas antiguos españoles, Vol. X. [Madrid: J. Martín Alegría, 1856]. Barcelona: Diego Gómez Flores, 1983; Zaragoza: Libros Certeza, 2001.
  • Comentario o Exposición sobre 41 psalmos de David, escrito por Juan de Valdés en el siglo XVI, y ahora impreso por primera vez. Manuel Carrasco (ed.). Madrid: Librería Nacional y Extranjera, 1885.
  • El Evangelio según San Mateo, declarado por Juan de Valdés, ahora por primera vez publicado. Eduard Boehmer (ed.). Madrid: Librería Nacional y Extranjera, 1880.
  • El Salterio: traduzido del hebreo en romance castellano, transcripción por J. d.V., ahora por primera vez impreso. [1550]. Eduard Boehmer (ed.). En L. Usoz y Rio y B.B.Wiffen (eds.), Reformistas antiguos españoles, 23 [Bonn: Carlos Georgi, 1880]. Barcelona: Diego Gómez Flores, 1983; Zaragoza: Libros Certeza, 2001.
  • La Epístola de San Pablo apóstol á los Romanos y a la I de los Corinthios. En L. Usoz y Rio y Benjamin B. Wiffen (eds.), Reformistas antiguos españoles. Vol. X. [Madrid: J. Martín Alegría, 1856]. Barcelona: Diego Gómez Flores, 1983; Zaragoza: Libros Certeza, 2001.

El vasco Juan de Lizarraga traduce el Nuevo Testamento al euskera. Se ha dicho que: "Lizarraga es para el euskera... como Shakespeare para el inglés, como S. Jerónimo para el latín... como Lutero para el alemán."  Registra Lizarraga su Testamentu Berria en el lunes 24 de septiembre de 1571, siendo consciente de la importancia histórica de su publicación. Hemos de destacar también otro gran gramático y protestante vasco, Jacques de Bela nacido en 1586 y fallecido en 1667 a los 81 años, doctor en Derecho y abogado en la Corte de Lichare, Zuberoa, casado con una mujer católica que le hizo la vida imposible por su intransigencia. Elaboró Bela un diccionario y una gramática vasca y se conocen unos enormes manuscritos de cuestiones teológicas, morales, médicas y científicas “Tablettes” y también varias obras de Derecho. Entre sus escritos aparecen datos históricos de Lizarraga y otros reformadores protestantes, diciendo de Lizarraga que había sido sacerdote católico, sabio y piadoso y que algunos otros protestantes, entre ellos sus colaboradores, fueron sacerdotes antes de abrazar la Reforma.”

Juan Pérez de Pineda: −Los Psalmos de David con sus Sumarios, en que se declara con brevedad el contenido en cada Psalmo, agora nueva y fielmente traducidos en romance Castellano por el doctor Juan Pérez, conforme a la verdad de la lengua Sancta. Salmo LXXXV. Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu salud. [Venecia: Pedro Daniel, [i.e. Geneva: Jean Crespin] 1557].    

  • El Testamento Nuevo de nuestro señor y salvador Jesu Christo. Venecia. [Geneva]: Juan Philadelpho [Jean Crespin], 1556.

Francisco de Enzinas: El Nuevo Testamento De nuestro Redemptor y Salvador Iesu Christo. Traduzido del Griego en lengua Castellana, por Francisco de Enzinas, dedicado a la Cesarea Magestad. Enueres [Antwerp]: En casa de Esteuan Mierdmanno, 1543.
Los Salmos.1550
Los proverbios. 1550
El Eclesiástico (apócrifo) 1550. Los tres últimos en Lyon en casa de Sebastián Grifo

VALERA, Cipriano de (rev.), La Biblia.(1602) Que es los Sacros Libros del Vieio y Nuevo Testamento.Revisada y conferida con los textos Hebreos y Griegos y con diversas translaciones. Por Cypriano de Valera

ENCINA, Sebastián de la. El Nuevo Testamento de Nuestro Señor Jesu Cristo, nuevamente sacado a luz, corregido y revisto por D. Sebastián de la Encina, Ministro de la Iglesia Anglicana y Predicador a la Ilustre Congregación de los honorables señores tratantes en España. Luc. II, X. He aquí os doy nuevas del gran gozo, que será a todo el Pueblo. En Amsterdam, Impuesto por Jacobo Borstio Librero, 1718 (prefación, dos hojas; orden de los libros, una hoja. Total, 491 páginas. Biblioteca Usoz).

Adrian Saravia: Biblia King James Su primer trabajo “De diversis gradibus ministrorum evangelli” −Sobre 1604 presentó al rey Jaime I su tratado en latín “De sacra eucharistia” y en 1607 sería el único traductor, de habla no inglesa, en la Biblia patrocinada por este rey, donde traduciría desde Génesis hasta el final de 2ª de Reyes.
El Nuevo Testamento Las Escrituras del Nuevo Pacto

Juan Calderón nació en Villafranca de los Caballeros, provincia de Toledo, España, en 1791. Estudió en Alcázar de San Juan y en Lorca, provincia de Murcia, España. Debido a sus ideas liberales fue perseguido, y en 1853 tuvo que huir a Francia, donde se convirtió al protestantismo. Luego viajó a Londres, donde tradujo del griego al español el Nuevo Testamento, que se publicó en forma póstuma en 1858 en Edimburgo, Escocia, por Guillermo Norton, quien también participó en la traducción. Este Nuevo Testamento es muy literal; en él la palabra «bautizar» se traduce «sumergir» y la palabra «bautismo» se traduce «inmersión». Por esta razón se le llamó «la versión bautista». La primera edición se realizó en Edimburgo, Escocia, en 1858, y una segunda edición se realizó en Barcelona en 1870. Se reimprimió en 1916 por la Casa Bautista de Publicaciones.

 

Lorenzo Lucena Pedrosa

En 1848 se trasladó a Liverpool, Inglaterra donde fue nombrado misionero para los habitantes españoles y los marineros de dicha nacionalidad que visitaban el puerto. En esta misma ciudad trabajó como profesor de Lengua y Literatura de España. Después de diez años en Liverpool se trasladó a la ciudad de Oxford donde, desde 1858 hasta su muerte en 1881, desempeñó el cargo de profesor de Lengua Castellana en la Universidad de Oxford, siendo el primer docente de esta rama en la Universidad de Oxford. En 1877 fue condecorado con el grado de M.A. (Magister Artium).

Mientras, en Oxford se dedicaba a tareas literarias. Ya había revisado el Nuevo Testamento del obispo católico Félix Amat de Paláu y Pons, revisó la traducción española que hizo José María Blanco Crespo de la "Liturgia de la Iglesia Anglicana", la traducción al castellano de la "Apología de la Iglesia Anglicana", por el Obispo John Jewel; además de otros tratados.

Sin embargo, su mayor contribución a las traducciones de las biblias protestantes en castellano fue su revisión de las Biblia del Oso y la Biblia del Cántaro, traducidas por Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, que se publicó en 1862, como "Antigua versión de Cipriano de Valera, cotejada con diversas traducciones y revisada con arreglo á los originales hebréo y griego", dando nacimiento a la versión de la Biblia que se conocería posteriormente como Reina-Valera 1862. Esta versión tiene como principal diferencia de las publicadas por Reina y Valera, la omisión de los Libros Apócrifos o Libros Deuterocanónicos,

Manrique Alonso Lallave nació en Fuente de San Esteban, Salamanca (España) en 1839 y murió en Manila en 1889.

Con los conocimientos lingüísticos adquiridos en Filipinas tradujo en España al pangasinan los cuatro evangelios y el libro de los Hechos.  

 

UNA BREVÍSIMA CONCLUSIÓN

La tesis doctoral de Ángela Selke (iii) Algunos aspectos de la vida religiosa en la España del siglo XVI: los alumbrados de Toledo,(1953) sostiene que la España del siglo XVI, su alma, es más religiosa que civil y los alumbrados constituyen la única herejía que echó sus raíces en suelo hispano, con términos teológicos propios y con cierto emboque luterano después.

Este sería el principal pensamiento, donde el movimiento alumbrado sería el alma de la Reforma española donde se asentarían luteranos y calvinistas y hombres de la reforma radical también. Muy al lado estarían los conversos de judíos que nunca habrían olvidado la Escritura.

No he prendido refutar, sino de tratar de persuadir, consciente de que no existe la objetividad histórica. Toda intención refutativa es negativa y esa no ha sido mi intención.

Esta Conferencia sería para mí un éxito, si sacáramos del inconsciente histórico, que únicamente la Reforma Protestante ha tenido sus orígenes y principios en la Alemania de Martín Lutero con fecha de 1517. Sería un éxito, si pensásemos también que la Reforma española se extendió con rapidez, mientras la alemana estuvo recluida por años a las paredes de la Universidad de Witenberg y sus doctores. Sé que hemos sido condicionados a pensar de esa manera y tener una visión de la historia al revés. Volvamos a asomarnos al alma religiosa de nuestra Reforma española, impregnarnos de recuerdos y sensaciones, andar por las sendas de nuestros mártires y agradecer a Dios que no seamos perseguidos hasta la muerte en la hoguera como lo fueron ellos.

Muchas gracias por su atención.

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(i)   Juan de Valdés y los orígenes de la Reforma en España e Italia. José C. Nieto 1979 pág.273
(ii)  Valentín Vázquez de Prada, Felipe II y Francia, 1589-1598: política, religión y razón de Estado, Pamplona: Universidad de Navarra, 2004.
(iii) Ángela Selke. −Algunos aspectos de la vida religiosa en la España del siglo XVI: los alumbrados de Toledo. Tesis doctoral. Universidad de Wisconsin, 1953, 304 pp

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