El amor de Dios es verdadero

Sabemos que somos amados. No por lo que somos o hacemos, sino porque quien nos ama quiere hacerlo.

22 DE SEPTIEMBRE DE 2017 · 20:30

,

Ernie Davis fue el primer jugador universitario de fútbol americano de raza negra que consiguió ser nombrado el mejor de la temporada de 1961. La película The Express está basada en su vida, y en ella se relatan los problemas raciales en los que Ernie se vio envuelto, y cómo sufrió por culpa del color de su piel. Su abuelo siempre le recitaba el texto de 1 Corintios 15:10, «Por la gracia de Dios soy lo que soy», mientras le enseñaba a amar y a no sentirse inferior por culpa de su raza. «Los desprecios jamás pueden cambiar lo que tú eres», le decía.

Todos creemos saber de qué estamos hablando cuando pronunciamos la palabra amor. Es en la puesta en práctica de esa palabra donde comienzan las dificultades. Mucho más cuando sabemos que el amor o se demuestra en la práctica o no sirve para nada. ¿Recuerdas la esencia de Dios? La Biblia nos recuerda que Dios es amor. Y esa frase se repite una y otra vez de muchas maneras diferentes. «Tu mayor placer es amar» (Miqueas 7:18 NVI).

Eso es justamente lo que Dios nos regala, su amor. Un amor incondicional, sin medida, un amor que no tiene fin y que derrocha su gracia para todos. Dios ama y se entrega, tiene compasión y da.

No es nada arrogante decir que quien no conoce a Dios no sabe lo que significa ser amado, porque él es el amor en esencia. Pueden amarnos miles de personas, pero siempre en ese amor habrá algún interés; Dios es el único que ama sin ninguna razón. Ama porque esa es la esencia de su carácter. No puede dejar de amar.

Ese hecho, a simple vista tan sencillo, es la base de toda nuestra vida. Sabemos que somos amados. No por lo que somos o hacemos, sino porque quien nos ama quiere hacerlo. No podemos hacer nada tan bueno como para que Dios nos ame más, ni nada tan malo como para que nos ame menos. Lo que transforma nuestra vida es saber que nos ama. Nada ni nadie puede vencer ese amor.

Como Dios es un ser personal, su amor es personal también. Él ama a todo el mundo, pero su amor se expresa con cada uno. Dios sabe quién soy, él mismo me creó. Conoce todas mis circunstancias, mis deseos, mis pensamientos, mis errores, mis frustraciones… ¡Mi vida tiene sentido porque él quiere vivirla conmigo!

En un mundo donde se habla de amor libre, Dios nos demuestra que el verdadero amor ata más que ninguna otra cosa, porque siempre quieres estar con la persona a la que amas, quieres ayudarla, conocer sus sueños, abrazarla, disfrutar de su fidelidad y ser fiel a ese amor, ayudar en el sufrimiento y la soledad… Los que hablan de amar sin ninguna atadura no saben de qué están hablando.

La Biblia dice que Dios mismo sufre con nosotros cuando nuestro corazón está triste, y lo hace porque nos ama. Dios sabe que el mayor placer no es obtener placer. No lo dudes nunca: el mayor placer es amar.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - El amor de Dios es verdadero